Cuando el martillo del remate bajó el telón en el Prado Español


Hace sesenta años se decidía la venta de un lugar que fue, durante cinco décadas, el punto de concentración de los juninenses. Por su escenario pasaron las orquestas y las voces de Franchini-Pontier, Alberto Podestá, Julio Sosa, Florindo Sasone, Jorge Casal, Roberto Chanel, Francisco Rotundo, Carlos Roldán, Floreal Ruiz, Alberto Marino, Angel D´Agostino,  Tino García, Rubén Cané, Hugo Mazone y su Jazz Band.
Arco de entrada al Prado Español, en 1933. (Revista Historia de Junín Nº 60, Roberto Dimarco, noviembre de 1973, extraída del sitio de facebook Junín).

Escribe Roberto Torres
Nota publicada en suplemento
 especial del diario LA 
VERDAD, agosto de 2012



Durante cincuenta años, el “Prado Español” fue el escenario de reuniones de todo tipo y actividades recreativas variadísimas, utilizado también por otros clubes y entidades de la ciudad, era propiedad de la Sociedad Española de Socorros Mutuos que adquirió el predio en el año 1909. En principio, destinado a celebrar las romerías españolas, tenía una superficie de 35.911,40 metros cuadrados, sin calles y fue adquirido en nueve mil pesos de aquella época, pagándose cinco mil pesos al contado y los cuatro mil restantes a los seis meses sin interés. El predio fue adquirido a los señores Trinca y Arato y según consta en las actas de la entidad, el 18 de julio de ese año también se autorizó a la comisión directiva para dotarlos de las condiciones necesarias para parque, juegos y mejoras. La escritura fue firmada el 3 de agosto de 1909, cuando era presidente de la Sociedad, Antonio Ordiales.
El historiador Roberto Dimarco, en el número 60 de su revista “Historia de Junín”, de noviembre de 1973, dedica esa edición a la Sociedad Española de Socorros Mutuos y en sus páginas, al reproducir actas de distintas fechas, se puede ir reconstruyendo el derrotero que tuvo el Prado en sus primeros años hasta la determinación de su venta.
El predio tuvo cuidadores: se menciona a Francisco Laudet, Pedro Sánchez Martínez, José Fiorino y Esteban del Río.
En 1918 se establece una comisión de romerías presidida por Ramón López e integrada por Isidro Romagoza (vicepresidente), Angel Liñan (secretario), Gabino Lavandera (prosecretario), Mariano Giménez (tesorero) y Victoriano Rigada (protesorero).

Trencito y espejos

La Sociedad Española realizó importantes inversiones y siempre estaba pendiente del predio como se desprende de las reconstrucciones de las citas de actas de distintos años, efectuada por Dimarco en la mencionada revista.
Así, en 1932 se instala un trencito eléctrico y espejos humorísticos pero en 1948 son vendidos tanto estos espejos como la pequeña locomotora y el chasis de los cochecitos.
Las temporadas de verano el Prado era alquilado por clubes de la ciudad como Sarmiento, Newbery y Junín (1934) o el 9 de Julio (en 1945).
En 1946 la Sociedad Española establece un reglamento de funcionamiento pero diez años antes del remate, en 1949, se alquila el lugar por dos años a Saúl Valente, Francisco Troyano, Juan P. Oviedo y Blas Rizzi, percibiendo la entidad cinco mil pesos el primer año y seis mil pesos el segundo.

Desfile incesante de artistas

Recorriendo páginas de la revista “Historia de Junín”, editada por Roberto Dimarco entre los años 1968 a 1975, se habla del amplio y variado desfile de artistas por el “Prado Español” en un escenario pródigo en actuaciones de valores destacados de música popular y que a continuación reproducimos:
-16 de enero de 1932: Actuó el trío Di Leo integrado por Pascual Di Leo, Nielsen Segura y Pedro de Tomás.
-27 de marzo de 1932: Organizado por el Club River Plate se efectuó una velada musical amenizada por la orquesta típica “Behety”. También ese día se realizó un concurso de baile que arrojó este resultado: tango, 1º) Sr. Rojo-Sra. Fernández; vals, 1º) Daniel Zurdo-María Rojo.
-El autor de “La Pulpera de Santa Lucía”, Héctor Pedro Blomberg estuvo el 14 de enero de 1934.
-El 22 de diciembre de 1934 se presentó el cantor nacional conocido en ese tiempo como “Príncipe Azul”. Lo hizo por la tarde y al día siguiente en dos funciones: vespertina y nocturna.
-Miércoles 1 de enero de 1936: Se realizó una gran romería popular. Actuaron entre otros, los siguientes artistas juninenses: Lourdes Gómez (cancionista), Héctor Lapouble (chansoner), Gianastasio-Cipelli (dúo) y el guitarrista José D´Ortona.
-8 y 9 de febrero de 1936: Se presentó el cantor nacional Marcelino Lozano. Lo acompañaron los guitarristas Ranieri, Donato y Pedretti.
-15 y 16 de febrero de 1936: Se presentó el cantor nacional Domingo Conte.
-En el picnic organizado por la biblioteca popular “Esteban Echeverría” en el Prado Español, el 24 de noviembre de 1940 actuó la orquesta infantil “Los niños de Junín” con su cancionista Nélida Villalba.
-17 de octubre de 1941: “Cuarteto del 900” que dirigía el bandoneonista Cándido Ugarte y componía en flauta, Eugenio Segretín; violín, Paco Arribillaga y guitarra: Juan Cecilio Riera.
-19 de octubre de 1941: El Club Deportivo Villa Talleres organizó una velada danzante que fue animada por el quinteto “Bidels” que dirigía el clarinetista José Bianco y se componía además de Jacinto Almeida, Alfredo Demaría, José Meccia y J. González.
-17 de febrero de 1946: El Club 9 de Julio organizó un pic nic familiar donde intervinieron varias parejas. Según el veredicto del jurado el resultado fue el siguiente:
Vals 1º) Raúl Guilloti y Sra.; Tango liso: 1º) Edmundo Picco y Sra. Y Tango Libre, Raúl Guillot y Sta. R. Márquez.
-Organizado por el club Ambos Mundos, el sábado 14 de diciembre de 1946, se presenta el cantor Héctor Mauré acompañado por cinco guitarras. Actuó esa noche el poeta Francisco Yoni y la parte bailable fue animada por la orquesta Walter y su cantor Héctor Olmedo.
-La cotizada orquesta de Franchini-Pontier con sus cantores Alberto Podestá y Julio Sosa se presentó en la noche del 4 de diciembre de 1949.
-El 18 de diciembre de 1949 se presentó la orquesta típica de Florindo Sasone con sus cantores Jorge Casal y Roberto Chanel.
-14 de enero de 1950: Actuó Juan Carlos Pérez de la Riestra “Charlo” acompañado por el pianista Armando Lacava.
-La noche del sábado 28 de enero de 1950 se presentó la orquesta típica de José Basso y sus cantores Francisco Florentino y Oscar Ferrari. El precio de las localidades fue de 5 pesos para los caballeros, dos pesos las damas y los menores, gratis.
-30 de abril de 1950: Alberto Marino con su conjunto de guitarras en el escenario del “Prado”. Las entradas tuvieron un costo de $ 4 para caballeros; $ 1,50 para las damas y 50 centavos para los menores.
-El 12 de febrero de 1950, actuó la orquesta típica “Kaplun” con sus cantores Reynaldo Arias y Rodolfo Díaz.
-23 de diciembre de 1950: Orquesta típica de Francisco Rotundo con sus cantores Carlos Roldán y Floreal Ruiz.
-El 27 de enero de 1951 se presenta la orquesta típica de Angel D´Agostino y sus cantores Tino García y Rubén Cané. El precio de la entrada era de $ 6 para los caballeros, $ 2 para las damas y $ 0,50 para los menores.
-El 9 de noviembre de 1951, fue el turno de la orquesta típica de Horacio Salgan con sus cantores Angel Díaz y Horacio Deval.
-Sábado 5 de enero de 1952: Se presentó la orquesta de la Argentinidad, dirigida por Lorenzo Barbero. Además actuó la Jazz Band de Hugo Mazzone.

Loteo y remate

En una asamblea extraordinaria llevada a cabo en 1952, se decide por parte de la Sociedad Española poner en venta el Prado Español, kiosco y útiles del lugar y construir la sede social.
Un folletín impreso específicamente para el remate –a cargo de la Sociedad Antonio Reges de Reges Hnos. y Rodríguez- cumplido el domingo 17 de mayo de 1959 desde las 10 de la mañana, habla de 46 lotes de terrenos a 132 cuotas mensuales sin interés contra orden de la Sociedad Española de Socorros Mutuos.
Y se lo presentaba de la siguiente manera: “Títulos perfectos para el Banco Hipotecario Nacional, gran facilidad de pago, a una cuadra de avenida Arias (pavimentada), a cuatro cuadras del Colegio Centenario, todos los lotes con hermosos árboles, rodeados por magníficas construcciones, colectivos en la puerta –por ese tiempo pasaban por el lugar la empresa “Ciudad de Junín” por Primera Junta y Arias y por Primera Junta y San Martín (hoy Lebensohn) lo hacía la línea 4 “La Antártida”-, a seis cuadras de la plaza Marcilla”.
Ya en ese entonces estaba proyectada que la calle 12 de Octubre de 27 metros de ancho fuera transformada en una avenida con boulevar.
En el mismo remate, además de los terrenos, salieron a la venta dos tinglados que se usaban para pista de baile, 850 chapas canaletas, tinglado de hierro con 160 chapas canaletas, cabriadas de hierro, tres tinglados que se usaban para kioscos, 43 columnas de alumbrado, un motor eléctrico de 1 HP, 208 sillas de hierro plegadizas, 72 mesas de hierro plegadizas, 35 pantallas enlozadas para alumbrado, 12 tablones para armar mesas, 25 caballetes, horquillas, guadaña, rastrillo, tijera de podar, bigornia, tableros para luz, ruletas para rifa, cajones de boletería, tres escaleras, mesas, armario, tres urnas para depositar entradas, carretilla, estante, nueve bancos de jardín y hasta el alambre del perímetro que se retiró a los 45 días del remate, todo salió a la venta.
Fueron demolidos el palco para artistas y los espacios donde funcionaban la cantina sacándose las chapas, madera, puertas y persianas.
Así se cerraba un capítulo en la historia de la ciudad. Como bien lo grafica el mismo folletín del anuncio del remate: “¿Quién no recuerda el Prado Español? Las famosas romerías españolas donde los jóvenes de antaño gustaban del placer de la grata compañía, del baile, de la fiesta, de la alegría. Quién no añora su música alegre, su perfume romántico, sus mil distracciones y entretenimientos.
¡Tradicional, sí!. Resistiéndose al progreso arrollador que ya lo ha envuelto en coquetas y espléndidas viviendas; y por eso también valioso, porque Junín avanza, lo vemos crecer a diario. Su fuerza industrial, comercial y edilicia va rompiendo el cinturón que demarca su extensión, para ser hoy, ya imposible que en pleno corazón de la ciudad pueda quedar enhiesto el escenario tradicional de las inolvidables fiestas españolas. Y al caer el martillo, el progreso cambiará muy pronto la fisonomía del barrio, quedando en todos lados el recuerdo de este bien valioso y tradicional”.


Folletín del remate anunciando la venta de los terrenos y diversos elementos en su interior.

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