El camino que unía Federación y Melincué
El 7 de marzo de 1835 la Legislatura designa a Rosas gobernador de la provincia invistiéndolo de la suma del poder público. El plebiscito popular -por él solicitado- confirma esas enormes atribuciones sintetizadas por el mismo Rosas en la frase "es un poder sin límites". Anticipa el porvenir, el 13 de abril, en el discurso pronunciado al hacerse cargo del gobierno, en el que expresó que para cumplir su misión había que perseguir de muerte "al impío, al sacrílego, al ladrón, al homicida, y sobre todo al pérfido y traidor que tenga la osadía de burlarse de nuestra buena fe. Que de esta raza de monstruos no quede uno entre nosotros y que su persecución sea tan tenaz y rigurosa que sirva de terror y espanto". El antagonismo que dividía a la familia argentina en dos partidos irreconciliables -federal y unitario- iba a ahondarse con perfiles trágicos , a partir de ese instante. Las horas graves que acechaban desde hacía tiempo al país, culminarían en un proceso que c...