Las enseñanzas del "Caso Dorrego"
(Télam, por Hernán Brienza).-Siempre me llamó la atención las palabras del poeta unitario Juan Cruz Varela un día después del golpe de Estado que derribó a Manuel Dorrego el 1 de diciembre de 1828. Escribió que el pueblo ya no dominaba y que debería volver a su lugar, que eran las cocinas. Sospecho que ese verso identificaba plenamente lo que pensaban los sectores dominantes de aquellos años sobre el pueblo. Porque lo que no soportaron los políticos y los intelectuales de la burguesía comercial porteña es que el líder del Partido de los Populares –como se llamó en un principio el Partido Federal-, el “padrecito de los pobres”, como lo llamaban los orilleros, gobernara y llevara adelante un proyecto diferente al de ellos. Por eso lo mataron. Por eso cortaron “la cabeza de la hidra”, como le escribió Varela a Juan Lavalle, el autor material del crimen. Porque querían ejemplificar al pueblo para que supiera que no debía osar gobernar nunca más en la Argentina. Es interesante la vida d...