Hace 35 años, Junín jugaba su clásico en Primera División: Sarmiento-Moreno
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El 7 de marzo de 1982, la ciudad de Junín vivió una fiesta inolvidable. Sarmiento y Mariano Moreno jugaron su clásico en la máxima divisional del fútbol argentino. Recordemos como se fueron dando las situaciones para que en aquel Nacional 82 se diera aquel inolvidable partido. (Por Carlos Aira nfo@xenen.com.ar - Publicado en el sitio xenen.com.ar)
El zurdazo del salteño Robles se convertirá en gol verde. Lo sufre Sergio Lippi, quién con los años se convertirá en una histórica referencia sarmientista.
Saénz Peña 1952
Ciudad con ganas de vivir como pueblo. Junín. 264 kilómetros desde la ciudad puerto. Ruta 7. Punto urbano más importante del noroeste bonaerense. Nudo ferroviario de la patria. El BAP (Buenos Aires al Pacífico). Enclave en esa fértil tierra llamada Pampa Húmeda transformada en alfombra de soja. Tierra natal – o adoptiva – de gigantes del fútbol argentino. Sin ir mas lejos, dos parte-aguas, como lo fueron Bernabé Ferreyra y Osvaldo Zubeldía.
En 1952, con motivo de la inauguración del estadio de cemento, la revista Mundo Deportivo dio cuenta de la obra. Sarmiento generaba amores y odios dentro de Junín.
En 1952, con motivo de la inauguración del estadio de cemento, la revista Mundo Deportivo dio cuenta de la obra. Sarmiento generaba amores y odios dentro de Junín.
En 1952, con motivo de la inauguración
del estadio de cemento, la revista Mundo
Deportivo dio cuenta de la obra.
Sarmiento
generaba amores y odios dentro de Junín.
Desde su fundación en 1917, los títulos de la Liga Deportiva del Oeste recayeron, mayormente, en tres clubes. Sarmiento, Mariano Moreno y Jorge Newbery. Fueron los depositarios de las mayores pasiones deportivas juninenses. Pero algo se rompió en 1951. Días de Valentín Suárez al frente de AFA. En su cabeza surgió la idea de sumar clubes de tierra adentro al profesionalismo porteño. De allí el proyecto para que clubes ubicados a más de 500 kilómetros de la gran ciudad pudieran jugar en segunda división. Las fichas estaban puestas en Olimpo, pero los bahienses declinaron la oferta, priorizando su competición interna. Rápido de reflejos, Juan Duarte – hermano de Eva Perón – ofreció a Sarmiento, el club de sus amores juveniles. Fue así como desde 1952 los verdes comenzaron a jugar futbol de AFA, con gran estadio de cemento incluido. Algo se quebró – y para siempre – en la clásica parsimonia pueblerina.
Junín tenía exposición futbolística por Sarmiento. Comenzaban los duelos ante clubes porteños. Las visitas de Tigre, Nueva Chicago, Dock Sud o San Telmo generaban nuevas rivalidades. Para los hinchas verdes, sus viejos rivales eran pasado. Más cuando en 1963, Sarmiento estuvo a un paso de la máxima divisional. En la última fecha, la victoria ante Ferro en Caballito dejó a los verdes en la cima del torneo junto a Oeste, Unión de Santa Fe y San Telmo.
7 de diciembre de 1963. Una multitud de juninenses en Caballito. Sarmiento muy cerca de la máxima divisional.
Los jugadores de Sarmiento del ´63, en figuritas
Sarmiento tenía un gran equipo que se sabía de memoria: Pedro Cambareri; Hebert Pérez y Raul Hernández; Bizón, Medina, Miguel Ángel López, Oyarzábal, Ángel Tomino, Manuel Suárez, Koroch y Ricardo Ulrich. ¿Que hubiera pasado si Horacio Barrionuevo, el crack histórico del club, hubiera jugado en aquel equipo? En 1963 Taqueta mostraba su fútbol cinco estrellas con la camiseta de la Asociación Atlética Argentinos Juniors.
Aquel equipo verde tenía historias. El central Hebert Pérez era un fenómeno. El Mariscal. Un defensor reconocido por todo el ambiente por su notable calidad. Raul Tucumano Hernández traía en su alforja el tricampeonato riverplatense 1956/57/58. Entrenador Verde en 1973, recomendó a su amigo Pipo Rossi – conductor millonario – un pibe llamado Daniel Alberto Passarella. Otro crack era Miguel Ángel López. El Zurdo López. Volante central quién con los años realizó una gran campaña, consagrándose campeón de todo con Independiente. Finalmente, en aquel equipo de Sarmiento 1963 alternaba un pibe nacido en Córdoba pero criado en Junín por la vida ferroviaria de su padre. Hugo Spadaro – con sólo 18 años – pronto será parte de aquel ciclo brillante de Estudiantes de La Plata dirigido por su conciudadano Osvaldo Zubeldía.
Alfredo Gironacci – ex Newells y River – posando junto a Juan Carlos Vilches.
Pero el primer equipo juninense en ser parte de la máxima divisional no fue Sarmiento. Con el regreso de Valentín Suárez a la conducción de AFA, año 1966, llevó su viejo proyecto de federalizar el fútbol. Nacía el Campeonato Nacional. Luego del éxito del torneo en 1973, se decidió ampliar de 30 a 36 equipos, clasificando dos equipos bonaerenses del Torneo Regional (Mar del Plata tenía dos plazas fijas). Luego de derrotar a Atlético Paraná de San Nicolás, Jorge Newbery de Junín jugaría el Torneo Nacional de 1974.
1975 Morete Vilchez
15 de septiembre de 1975. Día glorioso para la ciudad. Jorge Newbery derrotó 1 a 0 a River Plate. El estadio de Sarmiento repleto.
Fundado en junio de 1913, Los Aviadores tenían un equipo que hegemonizó desde 1969 – y por una década – la Liga Deportiva del Oeste. Tenían un diferente. Era Juan Carlos Vilches. Lateral derecho, capitán y figura. Dueño de una voz potente que a partir de 1976 se hizo popular, oficiando de locutor en Radio Rivadavia junto a Héctor Larrea en un clásico como fue Rapidísimo.
A Jorge Newbery le tocó el Grupo B y cuando la ciudad supo quienes eran los rivales, no podían creer los clubes que visitarían Junin: River Plate, Talleres de Córdoba – sensación del interior -, Newells – Campeón del Metropolitano -, Gimnasia y Esgrima La Plata, Argentinos Juniors, Colón de Santa Fe, Altos Hornos Zapla y Huracán de San Rafael. El fútbol grande iba romper la histórica tranquilidad juninense.
Hinchas de Newbery festejando la clasificación al Nacional de Primera A. La ciudad estuvo dividida.
El primer partido de los albiazules de Pueblo Nuevo fue ante Talleres. Sarmiento cedió su estadio, el único disponible en la ciudad para albergar tanta emoción. También, cuentan los testigos de época, algo más: “No solo estuvimos los hinchas de Sarmiento, sino que le prestamos hasta las banderas y los bombos. Los fuimos a esperar al club, en calle Italia y España, y el primer partido que jugó contra Talleres estuvimos con la Pesada alentando.
Ganó Talleres uno a cero, gol de Daniel Willington, y la hinchada de Talleres trajo una orquesta completa“, evoca Carlos Laino, histórico hincha del verde. Otro recuerdo no coincide con tanta confraternidad. Luis Caruzzolo, Sombra, otro histórico del sarmientismo, recordó: “En aquellos días la hinchada de Sarmiento era La Pesada de los Matadores. Cuando Newbery jugó en Primera, hinchaba por los contrarios o era neutral. Cuando Talleres de Córdoba vino a jugar a Junín, su hinchada repartía alfajores. Era otra época“.
El equipo de Newbery que derrotó 1 a 0 a River Plate.
Pero la fecha señalada fue el domingo 8 de septiembre de 1975. River Plate visitaba Junín. La banda hacía 17 años que buscaba un título en forma frenética. Enrique Omar Sívori alineó por primera vez como titular a un pibe llamado Alejandro Sabella. También jugaba el ex Sarmiento Daniel Passarella. En el medio: J.J López y Víctor Marchetti. Adelante el Heber Mastrangelo, Carlos Morete y la Chiva Di Meola. Pero aquella tarde ganó Newbery. 1 a 0, tanto convertido por Hugo Spadaro de tiro penal. Más de veinte mil hinchas – de todos los equipos de Junín – llenaron el Eva Perón. Con ese triunfo, los hinchas del aviador creyeron abrir una herida eterna en el orgullo de Sarmiento.
El equipo de Sarmiento que derrotó 2 a 0 a Banfield. En aquel 1980, los verdes generaron un fenómeno nunca antes visto en la ciudad.
Newbery también disputó el Nacional 1975. Pero la revolución llegó a Junín en 1980. El año verde. El año de Sarmiento. Con la conducción de Ernesto Sabella y el apoyo económico de empresarios de la ciudad, los verdes conformaron un equipo de figuras. Llegaron grandes de la talla de los ex San Lorenzo Ruben Hueso Glaría, Rodolfo Lobo Fischer, José Raúl Toti Iglesias y Roberto León Espósito. Junto a ellos los experimentados Roberto Salomone, Jorge Peremateu, Hilario Bravi y Néstor Hernandorena, entre otros.
Noviembre de 1980. Más de diez mil hinchas de Sarmiento en cancha de Banfield. El verde a un paso del ascenso a Primera. Sarmiento fue Junín.
Sarmiento fue de menor a mayor durante el campeonato. Acumuló seis derrotas en sus primeras seis salidas fuera de su tierra. Pero luego el equipo enderezó con la conducción de Juan Carlos Montes. Apareció un goleador impresionante en José Raul Iglesias, quién llegó al club gracias a sus ex-compañeros de San Lorenzo. Con los éxitos, la ciudad comenzó a vivir una escalada de emociones. Junín se transformó. Multitudes, tanto en casa como fuera. El mítico pan verde en las panaderías de la ciudad y un ascenso, que por derecho propio, determinó el éxito deportivo más importante en la historia de Junín. Sarmiento jugaría durante un año el fútbol grande de todos los domingos.
Mariano Moreno campeón regional 1981
Mariano Moreno 1982. Arriba: Equipo de fútbol del Club Mariano Moreno, campeón de 1981, plantel que además inició el ascenso al Campeonato Nacional de Primera División. Arriba: Héctor Italia; Carlos Ceratto; Carlos Rosales; Bernardo Martiarena; Jorge Castro y Angel Kennan. En el centro: Abel Pardini (DT); José Herrera (DT); Eduardo Silva; Hugo López; Rubén Gallego; Rodolfo Pesaressi; Daniel Carpanetto; Ramón Mendoza (PF) y Rubén Vergara (Médico) Sentados: Daniel Falabella, Miguel Morán, Miguel Romero, Adalberto Bonópera, Horacio González y Néstor Coria (utilero).
Se profundizaron las internas ciudadanas. El ascenso de Sarmiento opacó la campaña de Newbery 1974. Supuestamente, ya no había lugar para el debate. Pero en 1981 – mientras los verdes en gran campaña mantenían la máxima categoría (fueron el segundo mejor equipo de la segunda rueda del Metro, con Ricardo Gareca como gran figura), otro club juninense terció en la historia. Era Mariano Moreno.
Los negros fueron la revelación del regional. Rubén Di Cicco, presidente del club, había armado un equipo sólido. En la recta final superó a Douglas Haig de Pergamino, permitiendo disputar la final por la clasificación ante Olimpo de Bahía Blanca. La primera final, disputada el 13 de diciembre de 1981 finalizó con la sorpresiva victoria 4 a 3 de los juninenses en Bahía. Una semana más tarde, los aurinegros ganaron 2 a 1 en el Cemento. De poco les sirvió. Mariano Moreno hacía historia: jugaría el Nacional 1982.
La ciudad se conmocionó. Sarmiento y Mariano Moreno jugarían, en un mismo torneo, en la máxima divisional. El duelo entre los que se fueron para arriba y los que tuvieron que pelearla. Moreno es el Barrio del Molino. Para ellos, los verdes son los ricachones a los cuales se les regaló la cancha. Para los verdes, un clásico barrial con gusto a poco.
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SARMIENTO-MORENO. UN CLASICO DE PUEBLO EN PRIMERA DIVISION
Para 1982, Sarmiento ya no tenía sus tres estrellas del Metro 1981: Carlos López, Toti Iglesias y Ricardo Gareca. Llegaron los experimentados Sergio Apolo Robles, Horacio Cordero y Ramón Bóveda.
Oscar Más junto a Rubén Vergara.
Moreno era todo humildad pero una ayuda muy especial. Vergara era gran amigo de Osvaldo Zubeldía. La zona que le había tocado a blanquinegros era harto complicada: Boca Juniors, Estudiantes de La Plata, Huracán, Rosario Central, Talleres de Córdoba, Central Norte de Salta y Gimnasia y Esgrima de Mendoza. Años después Vergara recordó las palabras que el exitoso entrenador le dijo de cara al Nacional: “No endeudes al club de por vida, creyendo que lograrás el mismo éxito del provincial, dedicale tu tiempo a los chicos, a los jugadores del club y a las obras”. Moreno solo contrató al veterano Oscar Pinino Más, que a los 35 años era uno de los goleadores de la B vistiendo la camiseta de Defensores de Belgrano. Sarmiento le dio media docena de jugadores a préstamo: Oscar López, Hilario Bravi, Alberto Córdoba, Daniel Di Gilio, Roberto Del Pópolo y José Humberto Romero.
Un caso particular fue el de Ramón Cacho Heredia. Tal vez uno de los mejores defensores de su tiempo. Tras ser considerado el mejor jugador de Europa en 1977, una severa lesión lo alejó de la práctica deportiva. En 1979 fichó para Sarmiento. Había comprado campos en Lincoln y quería afincarse en la zona. Fue parte del equipo que ascendió a Primera, pero sin jugar. En 1982 fichó para Moreno. Jugó tan sólo un partido. Probó nuevamente en Sarmiento pero ya era imposible.
El campeonato Nacional 1982 arrancó el domingo 14 de febrero. Esa tarde, Moreno fue goleado 3 a 0 por Central Norte en Junín. Sarmiento igualaba 0 a 0 ante Gimnasia en Jujuy. La fecha siguiente fue una fiesta para la ciudad. Los verdes iban al Monumental ante River. Moreno recibía a Boca Juniors. El Eva Perón reventó de hinchas.
¿Pero todos hinchas de Moreno? Moreno a los diez minutos del primer tiempo, ya tenía dos goles en contra. A los 14 minutos, un gol del salteño Robles pone en ventaja a Sarmiento en Núñez. Todo el Cemento lo festejó. Un joven Walter Vargas, enviado especial de Crónica para el para el Mariano Moreno-Boca Juniors, describió el extraño fenómeno de una hinchada gritando de su equipo a 260 kilómetros mientras veía en su cancha a otros dos equipos: “Boca se siguió floreando y en lugar de buscar mas goles , profirió el toque displicente. Mientras, Mariano Moreno compuso una imagen grotesca. Con defensores ingenuos y torpes, volantes a cual más abúlico y delanteros empeñosos, pero huérfanos de apoyo. Aquellos que veían a los locales por primera vez se miraban sin entender nada. A los 14 minutos los simpatizantes juninenses se despertaron para festejar el gol de Sarmiento en el Monumental (????). Un colega comentó irónicamente: “Los jugadores de Moreno se asustaron, creían que era el tercer gol de Boca”.
El pibe Vega y el flaco Lorant. River y Sarmiento igualaron 1 a 1 en el Nacional 1982.
Lo cierto fue que los hinchas de Sarmiento no viajaron a Capital y se quedaron en casa viendo como Moreno sudaba la gota gorda ante Ricardo Gareca, ídolo verdolaga. Aquella tarde, Boca le hizo cuatro a los negros. Dos del Tigre de Tapiales. Pinino le marcó un hermoso gol de tiro libre a Boca. Tan sólo para continuar con su histórica costumbre. Por su parte, Sarmiento igualó 1 a 1 con River Plate en Buenos Aires.
En la tercera jornada, Moreno tuvo su primera salida de Junín. Otra caída abultada: 0-3 en Arroyito ante Rosario Central. Sarmiento igualaba en su casa sin goles ante Newell´s. La cuarta fecha se jugó entre semana. En Junín ya se vivía en estado de tensión. El domingo eran los interzonales. Se jugaría el clásico de la ciudad en Primera División. Un hecho único y claramente irrepetible. Sarmiento igualó 3 a 3 con Quilmes – futuro subcampeón – en el viejo estadio de Guido y Sarmiento. Moreno fue derrotado 2 a 1 por Estudiantes en Junín.
7 de marzo de 1982. Sarmiento
sale a la cancha. De fondo,
la multitud que lo acompañó
en el clásico de la ciudad.
Y llegó el domingo 7 de marzo de 1982. Soleado y veraniego. En su edición de la fecha, el periódico La Verdad publicaba: “Hoy volverá a vibrar el fútbol de nuestra ciudad con un clásico que hace treinta años había perdido el gusto particular. El arribo de Mariano Moreno al fútbol grande posibilita este encuentro al que llegan ambos con distintas motivaciones y – por lo que parece – posibilidades. Pero el mismo habrá de recobrar el vigor que tenía cuando se enfrentaban por el torneo local. Sarmiento con su experiencia, su trámite de años por las luchas del fútbol grande. También con sus individualidades, que lo hacen el candidato lógico. Pero Moreno está dispuesto a decir que no ha dicho lo que tiene para decir, y tal vez en este partido, con sabor tan particular, sea la ocasión para ellos”.
En una jornada en la cual se jugaron todos los grandes clásicos del fútbol argentino, Víctor Hugo Morales abrió su transmisión por Radio Mitre desde el estadio Monumental con la noticia que en Junín se disputaba el clásico pero por primera vez en la máxima categoría.
Horacio Cordero, de cabeza, abrió el marcador en el clásico juninense
De Nuestra Redacción: El domingo 7 de marzo en el clásico juninense del certamen, Sarmiento derrotó en su estadio a Moreno por 4 a 1. Los goles del verde: Cordero (2), González y Robles - por Moreno: Mas
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