En Junín se conmemoró el bicentenario de la Batalla de Maipu


Fue con una presentación organizada por la Banda Militar Curupaytí de la Guarnición Militar Junín. La importancia del suceso histórico.




El jueves 5 de abril, la banda Curupaytí de la Guarnición Militar Junín realizó una presentación en la plaza Veteranos de Malvinas, en avenida San Martín, entre Rivadavia y Sáenz Peña, conmemorando el bicentenario de la Batalla de Maipú, el decisivo triunfo de San Martín para la independencia de América del Sur.







LA BATALLA

Militarmente se considera un ejemplo de estrategia y táctica. Si Maipú hubiera acabado de otro modo imposibilitando las victorias en Boyacá y Ayacucho, Chile no se hubiese independizado y el movimiento patriota habría quedado encerrado en la Argentina

La Batalla de Maipú fue un enfrentamiento armado decisivo dentro del contexto de la Guerra de Independencia de Chile y en consecuencia de toda América del Sur. Se desarrolló el 5 de abril de 1818, en el sector conocido como los Cerrillos del Maipo, al sureste de Santiago de Chile.

En esta contienda se enfrentaron las fuerzas patriotas del Ejército Unido Libertador de Chile, formado por tropas argentinas del Ejército de los Andes y chilenas del Ejército de Chile, al mando del capitán general José de San Martín, contra el Ejército Real de Chile bajo las órdenes del general Mariano Osorio.

La batalla de Maipú tuvo importantes consecuencias en diferentes campos. Militarmente se considera un ejemplo de estrategia y táctica por el aprovechamiento que se dio de los movimientos previos y posteriores a la batalla, el excelente empleo que se dio a las armas, y el uso de la reserva para atacar al enemigo por su punto más débil.

Otro efecto de la batalla fue el anímico. La derrota dañó de manera contundente la moral de los españoles en América. Maipú se consideró la precursora de las futuras victorias patriotas en las próximas campañas.

Cuadro: Carga del coronel Santiago Bueras / Pedro León Carmona

Por sus consecuencias, este combate es comparado con los triunfos independentistas en Boyacá, Colombia, (de manera inmediata) y Ayacucho, Perú (a largo plazo). Si Maipú hubiera acabado de otro modo, las otras dos batallas quizás no hubiesen ocurrido y se habría dificultado la independencia de Chile. Consecuentemente el movimiento patriota se habría quedado acorralado en la Argentina imposibilitando las campañas de San Martín y Simón Bolívar en el Virreinato del Perú, donde habían 30.000 tropas realistas.

La batalla

Sin embargo, la situación previa era alarmante para el bando independentista. Los realistas sorprendieron al ejército patriota en los campos de Cancha Rayada. De no ser por la extraordinaria actuación de Juan Gregorio de Las Heras quien rescato a 4500 quinientos hombres y salvó al Ejército libertador.

En la capital chilena cundía el pánico por los rumores de la muerte de las tropas patriotas, rumores que se disiparon el 25 de marzo de 1818 cuando entraron a Santiago.

Como el ánimo de los soldados criollos estaba por el piso y no se podía perder tiempo, el general San Martín se dirigió al pueblo reunido en la Plaza de Armas con las siguientes palabras de aliento:

“Chilenos: Uno de aquellos acasos que no es dable al hombre evitar, hizo sufrir a nuestro ejército un contraste. Era natural que este golpe inesperado y la incertidumbre os hicieran vacilar, pero ya es tiempo de volver sobre nosotros mismos y observar que el ejército de la Patria se sostiene con la gloria al frente del enemigo. La patria existe y triunfará, y yo empeño mi palabra de honor de dar en breve un día de gloria a la América del Sur.”

El pueblo y los soldados confiaron en sus palabras. El 2 de abril, luego de recolectar armas por todo el pueblo, el ejército argentino-chileno se dirigió hacia el valle que se extiende al lado del río Maipú, al sudeste de Santiago.

El 5 de abril, los realistas se apostaron en la hacienda de Lo Espejo ubicada en aquel valle. San Martín situó a sus tropas en una elevación del terreno desde donde pudo observar al ejército realista y advirtió una falla letal en las filas enemigas: no tenían reserva.

Cerca del mediodía se ordenó el avance y la división de Las Heras atacó a los realistas, rompiendo filas y dispersando a los soldados hacia la izquierda en donde los esperaba la división de Alvarado, quien no pudo contenerlos. En ese momento San Martín ordenó el avance de la reserva. Hilarión de la Quintana se sumó a las fuerzas de Alvarado e hicieron retroceder a los invasores.

Cuando los españoles emprendieron la retirada, se avisó a O´Higgins, que esperaba en la capital con una segunda reserva. El libertador chileno se dirigió hacia el campo de batalla.

Al encontrarse con San Martín, lo abrazó como pudo, ya que tenía el brazo vendado por las heridas de marzo, y le dijo: "¡Gloria al salvador de Chile!".

El ataque final lo dieron Las Heras y el general Balcarce, quienes persiguieron al enemigo hasta vencerlo.

Según los registros históricos, Maipú fue una batalla brutal donde corrió mucha sangre. El ejército patriota tuvo 1000 heridos y murieron 800 soldados. En el bando realista, los caídos llegaron a 1500 y unos 1300 fueron tomados prisioneros.


















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