Cuando "Nueve de Julio" y "Villa del Parque" eran el barrio del Canal

Barrio 9 de Julio y Villa del Parque hace 50 años. Por aquel tiempo, el barrio "Del Canal". Se destacan los talleres Ghirardi y Vauthier.
Año 1962. Todo Junín lo conoce como el barrio "Del Canal", aunque su diámetro apenas abarca unas pocas manzanas.
"Para cualquiera -dice LA VERDAD, en un 18 de noviembre de hace medio siglo atrás- este nombre es grato y sugerente y todos lo recuerdan porque tiene factura de motivos que han sido divulgados como corresponde. En fin, que los vecinos conocen a su barrio por el nombre original y éste fue y sigue siendo así. Estos días ingresamos en sus intimidades y seguramente la impresión que nos causó es digna de mencionarse aunque fugazmente".
Por aquellos días se hablaba del proyectado pavimento, de la esperada construcción del desagüe de la continuación de calle Chile, etc.
Y de hace cincuenta años atrás, el periodista que escribía esta nota dice:
"En ese volver al pasado, cómo no citar la "quinta Baro" actualmente fraccionada, pero que en su tiempo tuvo las características de ser punto de reunión de quienes gustaban hacer el fin de semana en las afueras de la ciudad, mientras desde su mirador, la vista se recreaba con el panorama agreste. Frente mismo a ese predio estaba la jabonera "Díaz", -ya está describiendo parte de lo que hoy conocemos como Villa del Parque- que impusiera sus productos hasta que la adversidad paralizó su actividad.
Allì en esas instalaciones el señor Juan Díaz hijo de aquel infatigable y emprendedor hispano, manipulea el cebo. Otra fábrica similar fue la creada por los señores Federico Pallín y Vicente Ghirra, en la calle Zapiola y Lartigau, también desaparecida a raíz de la disolución del consorcio. Aunque la época era difícil la elaboración de los "Dos Obreros", como se llamaba la fábrica, tenía un excelente mercado pero Don Vicente que era técnico desistió de la empresa y luego faltó quien la siguiera con igual impulso.
No pasemos de alto la "vieja usina" donde se suministraba el fluido eléctrico a la población y luego vimos convertida en lugar de esparcimiento con sus lincks de golf la granja de los Castellazzi, donde aprovechando el cauce de agua se tenía un criadero de nutrias, cuyo cuero era muy bien cotizado; el primer botero que tuvo el Canal, don Ciriaco Altamirano, más conocido como el "Zarateño", que sentía íntima satisfacción cuando veía a los muchachos con sus improvisadas cañitas, de las cuales pendía el anzuelo hecho a alfileres, en su alegre compañía y pescaban sardinas o bagres. Y qué decir del "sillero", aquel grotesco peninsular (vaya forma de describirlo!) que recorría las calles con un manojo de esterilla en la mano, ofreciendo así sus servicios, el cual tenía su vivienda muy cerca del puente inmediato a los dominios de los Urquiza.
En aquel entonces no faltaban excelentes músicos, siendo oportuno referirnos a los hermanos Ugarte, que sobresalían en las comparsas".
Y al hablar sobre la "Actualidad" (de hace 50 años) del sector, dice esta descripción de LA VERDAD:
"En esos contornos tiene su cancha de fútbol el Club "Defensa Argentina", nacido en el barrio "Las Morochas" que está enmarcada en el sector sur con un tramo del verdoso parque Borchex, amén de otras entidades dedicadas a las manifestaciones del músculo. Funciona una farmacia, cuyo propietario, el señor Antonio Chiarantano, sabe responder a todos los llamados y se encuentra debidamente identificado con cuanto se agita en ese vecindario; no faltan las carnicerías, despensas, mercados, peluquerías para mujeres y hombres, así como pequeñas mercerías, con algunos artículos de tienda; además de otros negocios de la rama mercantil; hay talleres para compostura de calzados, uno de ellos perteneciente a un ex representante del orden, Armando Iocco, que en un procedimiento contra un peligroso asaltante cayó herido de gravedad. Cuenta además el barrio con carpinterías de primer orden, siendo la más antongua la de los hermanos Antognoli. También funcionan talleres mecánicos y algunas industrias en cierne.

La Avenida de Circunvalación

Más que como una vía de comunicación cuya importancia no puede desconocerse, razones urbanísticas de alto vuelo, estimularon la idea de trazar la Avenida de Circunvalación.
La ciudad reclamaba desde hace años ese mejoramiento, en una extensión de tierras que después de haber desaparecido el inolvidable Canal del Norte, se tomaron como vaciaderos de residuos, con una invasión de "cirujas", mientras al correr del tiempo, en la mayoría de esos tramos fueron apareciendo pequeñas villas de familias humildes.
Estos cuadros de miseria, que no faltan en ningún centro de población desarrollada, ahí se exhiben aún. Todo ésto y algo más que no viene al caso ennumerar (¡¿A qué se referirá el periodista de hace medio siglo de LA VERDAD!?) habrán de sufrir un colapso a poco que se inicien los preliminares para esa construcción, ya adjudicada. En este sentido, podemos anticipar que muy pronto la empresa asignará a un subcontratista los trabajos de alambrado, que es lo primero ene ejcutarse, para luego realizar el relevamiento de tierras para preparar la base y adecuarla al riego asfáltico.
Será una obra moderna, completa, de ubicación estratégica y accesible, cuyo costo insumirá varios millones de pesos. 
Será una avenida para el desplazamiento sin inconvenientes hacia todos los rumbos y también para el ingreso inmediato y sin interferencias en la natural actividad del tránsito, al radio céntrico.
En todos sus detalles ofrecerá un contraste con esos extramuros de aspectos tan lastimosos y por lo consiguiente traerá a la ciudad otro motivo para su expansión edilicia. Esa barriada de múltiples facetas, donde tanto predomina la solidaridad cristiana, se verá rápidamente ensanchada por nuevas construcciones.
Allí se dispone de muchos lotes para edificar, hasta de manzanas enteras, que muy pronto habrá de desaparecer para dar paso a la avanzada que impondrá con fuerza incontenible la avenida Circunvalación.

El puente

Por estos días se está dando término a la construcción del puente de cemento de la calle Lartigau, que antes era un armazón de hierro sobre bases que bastante resistieron los embates de la corriente, máxime cuando esos bajos se inundaban por la creciente del río Salado.

Perspectivas futuras

Todo ese amplio sector comúnmente denominado barrio "Del Canal" puede transformarse cuando menos se espere en algo insospechable.
El municipio, con acertada previsión ha delineado a esa zona, para la radicación futura de las industrias.
Es decir, que allí deberán levantarse en adelante las instalaciones de cualquier fábrica o taller mecánico de envergadura, de manera que no puede vislumbrarse un mejor devenir. Ya hemos tenido oportundiad de comentar, porqué la ciudad no cuenta actualmente con importantes establecimientos textiles y de otra naturaleza, a raíz de que cuando vinieron para concretar esos planes, no teníamos energía eléctrica. Este problema, ahora superado y las perspectivas favorables que ofrece Junín, influirá indudablemente para que los inversores encuentresn aquí cuánto necesiten para sus ambiciones de progreso.
Las características de esos lugares no pueden ser más apropiadas ya que además de contar con el río Salado, recientemente dragado, para los desagües, se dispone de un inmediato acceso a la ruta nacional 7 cuyo empalme con la 188 asegura el transporte de los productos a los mercados de la Capital Federal y del interior del país.
No puede desconocerse que esas periferias ya tienen en su prolongación factores de singular aliento como son la planta de refrigeración perteneciente a la Liga Agrícola Ganadera y todo ese panorama de innegable atracción que ofrece la Sociedad Rural de Junín, con sus vistosos stands, pabellones, restaurante, galerías y parque. También debe tomarse en cuenta la fábrica de plásticos inmediata a la usina láctea que no deja de ser una estimable fuente de trabajo (hace alusión a la Lestar Química).

Sueños realizados

Alguien nos da el dato y poco demoramos en ubicarlo. Cuando penetramos a la despensa y bazar "La Juanita", muy solícita nos atiende la esposa del propietario, señora Juana Elías, que terminaba de anotar un fiado.
Por sus cordiales expresiones nos enteramos que desde 1933 están instalados en esa esquina de Urquiza y Orellanos de cuyo edificio son dueños. Cuando el diálogo más se animaba tuvimos la agradable presencia de su laborioso compañero Saki Name, que hacía unos instantes había dejado de trabajar en su improvisado oficio de albañil.
Hombre múltiple, todos los días alterna su preocupación comercial, con otros afanes.
Ambos se alejaron de su provincia natal, Latiquia (Siria) siendo jovencitos...Y en este suelo acunaron a sus hijos Antonio Salim y Juan José.

UNA DESCENDIENTE DEL CACIQUE COLIQUEO DE 105 AÑOS

En esta descripción del por entonces barrio "Del Canal" que hace LA VERDAD en su edición del domingo 18 de noviembre de 1962, se menciona a doña Venera Avendaño y de quien dice el artículo:
"Doña Venera Avendaño manifiesta tener 105 años, aunque en la libreta cívica su nacimiento señala otra fecha y recién el 26 de enero de 1963 llegaría a su centenario. Pero dejándonos conducir por su memoria que se mantiene fresca, nos atenemos a sus relatos.
Nacida en Los Toldos donde tuvo sus dominios el cacique Coliqueo, afirma ser su descendiente por la rama paterna.
Aquel aborígen que tanta influencia ejerciera sobre su tribu cuando hizo la distribución de las tierras concedidas por el gobierno, le entregó al progenitor de doña Venera, 53 hectáreas, de las cuales ésta aún conserva un retazo.
Cuando se transporta a los lejanos días en su imaginación se reproduce la siembra de maíz y alfalfa, que hacía su "viejo" para criar las ovejas y los yeguarizos, y también aparece una figura muy mentada de antaño: "Poncho Colorado".
En la charla no olvida a su hermanito Isidoro, que ella cuidó muchos años, y nos revela que todavía borda y hace andar la aguja sin que le tiemblen las manos. No sabe leer ni escribir, sin embargo defiende sus ahorros como el mejor financista y algunos hechos no los desconoce. Esto lo corrobora el despensero del barrio que facilitó la nota.
La empresa Ghirardi y Vauthier

No podía faltar de esta reseña del barrio "Del Canal" de hace 50 años una referencia a una de las industrias importantes de la ciudad de aquel tiempo: Ghirardi y Vauthier. LA VERDAD dice:
"Como una carátula del progreso que invadió las inmediaciones del antiguo Canal del Norte, aparece ese gran emporio fabril, que habilitó de la mano de dos amigos: Emilio Ghirardi y Carlos F. Vauthier y que representa un factor pujante de la industria nacional.
Desde 1954, en la intersección de las calles Alvarez Rodríguez y Villegas, está enclavado ese establecimiento de rectificación y reparación general que en la actualidad -1962- está entregada a la producción de piezas para la Kaiser.
Se inició con dos veintenas de obreros que ahora están duplicados y su evolución económica mensual está calculada en varios millones de pesos siendo importante destacar que solamente en sueldos se pagan más de un millón.
A través de poco tiempo, lo que pareciera una empresa temeraria, se ha transformado gracias a la férrea voluntad de quienes habían unido sus vidas en ese afán de ir adelante, desde que fueran aprendices de ese gran pionero metalúrgico, don Santiago Mattiazzi, en una obra de paz y de progreso.
En su variada gama de producción, centra todas sus energías en anhelos comunes que sobresalen con netos perfiles".

Los primeros pasos del Colegio "Padre Respuela"

Con el título "Verdadera necesidad: Colegio de Varones Padre Juan M. Respuela", dice LA VERDAD en noviembre de 1962:
"El barrio necesita de esta fuente del saber que lleve a los niños de los hogares más humildes por las sendas de Sarmiento.
Las estadísticas demuestran que los establecimientos de enseñanza primaria no absorben a todos los analfabetos por circunstancias diversas. No se desea entrar a analizar factores o formas del beneficio que importa abrir las puertas de un colegio para varones como será el "Juan M. Respuela", sino obtener algo que sirva para el bien común.
Como dato esencial nos permitiremos informar que durante el próximo ciclo, el nuevo establecimiento educacional funcionará con los grados primero y segundo, para suplir así las primeras inquietudes de esa infancia que tendrá mañana un futuro más sólido, menos incierto y de más provecho para la sociedad.
Lo alentador por encima de cuanto se irá agitando en ese modelador de conciencias, es que la obra ha merecido desde sus principios, la colaboración moral y material del vecindario. Es que se ha comprendido con exactitud el amparo que significa para la comunidad y ese reconocimiento lleva a su principal gestor el Padre Gregorio González a alimentar nuevas esperanzas, contemplando el futuro con verdadero optimismo".
















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