¿Quién y cuándo nos robaron la alegría del carnaval?


Por Roberto Carlos Torres
Especial para “La Voz de los Barrios”

Año 1901. Comparsa “La Republicana”. (Foto, “Historia de Junín” de Roberto Carlos Dimarco).

En mi blog “La máquina del tiempo” (http://juninhistoria.blogspot.com.ar) en una nota publicada hace tiempo ya titulada “Tati y los trovadores del barrio El Picaflor”, se hablaba de algunos antecedentes históricos del carnaval en nuestro Junín. En esa nota, el antecedente más remoto del que se hacía referencia era del 4 de febrero de 1899, cuando la noticia de la época mencionaba que “se decide comprar en Buenos Aires, los faroles chinescos para la iluminación de la plaza durante las noches del carnaval que se acerca. Ese año, el corso de carnaval se realiza en la calle Belgrano, desde la calle 25 de mayo hasta la plaza. Durante la celebración pierden la vida tres jóvenes (Fermín Giménez, Braulio P. Videla y José Domingo Moreno, este último secretario de la Municipalidad)”.
Al giro del siglo, en el año 1900, en el diario “El Progreso” dirigido por Santiago Dulbecco, puede leerse la siguiente crónica: “…El carnaval, este año, se ha circunscripto al corso. Fuera de las cuatro calles que limitan la plaza, Momo no ha sido festejado ni con jarros de agua, ni con globos, como los anteriores años. La gran actividad desplegada por la Comisión del Corso, ha hecho que éste resultara espléndido y que reinara una animación digna de asombro. Durante los tres días de carnaval, la banda que dirige el Sr. José Lusi, nos hizo oír su variado y bonito repertorio, contribuyendo esto, a que la animación no decayera ni un momento...” Unos años más tarde, en marzo de 1909 se funda la Sociedad Recreativa, Coral y Musical “Unión Argentina”, de destacada actuación en los festejos carnavalescos de la época.
Comparsa “Unión Pelotaris”, año 1924, en el interior del Bar París (Foto “Historia de Junín”, de Roberto Carlos Dimarco).
Pero el historiador Roberto Carlos Dimarco nos retrotrae a eventos de Carnaval mucho más antiguos en el Junín del siglo XIX. En un artículo publicado en su revista “Historia de Junín” en el mes de febrero de 1973, dedica la mayor parte de ese número al Carnaval de antaño.
Ese antecedente más remoto al que hacía referencia antes y en el que nos posiciona Dimarco, nos lleva al año 1887 iniciando la tradición de una fiesta que había calado hondo y conseguido arraigarse en nuestra idiosincrasia juninense durante las postrimerías del siglo XIX, se continuó unas décadas más en el siglo siguiente pero luego –vaya a ser por cuántas y complejas causas- fue decayendo a pesar de los intensos esfuerzos por unos pocos de que no se pierda esta alegría popular.

Auge

Como vimos por lo que decía el desaparecido diario “El Progreso”, los primeros años de la centuria pasada encuentran a un Junín alegre, divertido, consustanciado plenamente con la magia singular del Carnaval. Comenta Dimarco, haciendo referencia a manifestaciones del concejal Esteban Cichero en febrero de 1903, que “en los últimos días de Carnaval, han recorrido la población cuatro comparsas compuestas cada una de ellas por 50 o 60 jóvenes del pueblo” y las describe como “bien disciplinadas y mejor posicionadas de su rol esencialmente social, las cuatro sociedades constituidas bajo las bases de estudios consecutivos y de duración, han llamado, justamente, la atención de todos”.
Ese año, el Concejo Deliberante destinó una partida de 200 pesos para ser distribuidos en partes iguales entre las cuatro agrupaciones.
Los festejos se fueron extendiendo, unos años más tarde, en 1918, encontramos que, por ejemplo, el recorrido del corso comprendía las calles Sáenz Peña, Arias, Mitre, Mayor López hasta Julio A. Roca (actual Benito de Miguel) continuando por Rivadavia hasta Guido Spano.
Pero todo estaba reglamentado también y sujeto a ciertas normas como el hecho de que se prohibía el uso de disfraz sin el correspondiente permiso que debía ser otorgado por la Policía, previo pago de una tasa de 50 centavos. Y estaba prohibido utilizar como disfraz trajes como los de la Cruz Roja, uniformes militares, de boy scouts, hábitos sacerdotales o trajes “que ofendan la moral y la buena costumbre”.
Pero a pesar del “esto no, aquello (muy poco) sí” muy propio de la época que describimos, los juninenses igual sabían y querían dar rienda suelta a su alegría de carnaval.
De la organización de festejos se encargaban comisiones especialmente abocadas y conformadas a tal fin –en algunos años el intendente turno las presidía aunque en forma honoraria-, se fijaban premios para comparsas, murgas y carruajes. Por los barrios de aquel entonces sonaban nombres como “Los Pierrots”, “Estrella Juninense”, “Estrella del Africa”, “El Orfeón Argentino”, “El Orfeón Español”, “Los Apaches”, que representaban a comparsas y agrupaciones vinculadas específicamente a los festejos carnestolendos.
Más cerca en el tiempo, promediando la década del ´80, el Club Rivadavia, por ejemplo, o en los primeros años de la década del ´90, el Club Jorge Newbery, realizaron ediciones de Carnaval. En los últimos años se buscó revitalizar la magia de esta fiesta popular en el corsódromo de la calle Maipú y en el mismo Parque Natural, de la mano del “Pato” Lucero, representante de una familia profundamente enraizada con lo nuestro, identificado con el pueblo, con su alegría, con su expresión artística. Un incansable luchador para que esa llama de la alegría popular no se extinga.

Propuesta 2013

Vale mencionar que en el último mes de 2012 se lanzó oficialmente una invitación y propuesta para los corsos de carnaval en la calle Jorge Newbery, propuesta que partió desde la Dirección de Cultura del Gobierno Local y por la cual se convocó a “todas aquellas personas que realicen una carroza o conformen una murga barrial o comparsa podrán inscribirse y participar por importantes premios”, como se informó desde el área de prensa municipal.
Estos corsos se realizaron los días 8, 9 y 10 de febrero auspiciado por el Gobierno Local y organizado por la Asociación Carnaval Junín. Ojalá que la propuesta rinda sus frutos, perdure en el tiempo y finalmente hagan que dejemos atrás la pregunta que hacíamos en el título de esta nota : ¿Quién se robó la alegría de los juninenses?...

Año 1929, integrantes de la comparsa “Los Valencianos” (Foto “Historia de Junín”, de Roberto Carlos Dimarco).





















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