1953: Cuando la ciudad quedó cubierta por un manto de granizo

Sucedió el miércoles 8 de abril de 1953. Fue en la Semana Santa de dicho año. La crónica periodística.  




"Un raro fenómeno, nada común en nuestro medio, sucedió ayer en nuestra ciudad. Al promediar la tarde, negros nubarrones cubrieron el cielo y descargaron fuertes chaparrones acompañados de un verdadero torrente de granizo que en contados segundos inundó con su manto blanco calles, aceras y techos".

Así comienza la crónica periodística del diario La Verdad la descripción de este fenómeno climático abatido en la ciudad, en la tarde del miércoles 8 de abril. La noticia periodística fue publicada por los diarios de la época al día siguiente, jueves 9 de abril. (Las noticias en esa época se publicaban al día siguiente, no existía internet). 

Y agrega dicha noticia: "Nunca al decir de viejos moradores registróse en Junín un espectáculo de tal naturaleza, y de tan grande magnitud, solo asemejable a esos fenómenos corrientes que se suceden en las zonas nevadas. La fuerte granizada caída en forma intermitente y de manera caudalosa formó verdaderos colchones y alfombras de piedras, imposibilitando el tránsito de los peatones por las aceras. El fenómeno, por lo inusitado, llamó poderosamente la atención de grandes y pequeños asomándose presurosos a presenciar esto que no sabemos si un regalo o un juego veleidoso de la naturaleza en el prurito de brindarle a la población un comentario de las amenas tertulias hogareñas.

Impresionaba realmente el ver a los automóviles cruzar en medio de las montañas de granizo dejando marcadas huellas y totalmente cubiertos de blanco y por innumerables hojas desprendidas de las plantas como consecuencia de la fuerte granizada. En muchos techos de los grandes edificios comerciales por la extraordinaria cantidad de granizo acumulado asemejaban montañas de nieve.

Pero la fuerte granizada no trajo solamente aparejada un motivo de curiosidad y de avidez para las ansias de los que gustan de los fenómenos raros. La violencia del fenómeno causó daños en plantas y sembrados y en muchas residencias domiciliarias y en algunos establecimientos comerciales soportaron las dificultades propias de las inundaciones, debido a que el granizo taponó los desagües e imposibilitó el cauce normal de las aguas.

En fin, un fenómeno que dio rindas sueltas al comentario e hizo desperezar a muchos que recién despertaban de una siesta apacible y tranquilizadora".










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