El conflicto bélico, del que este año se cumple un siglo desde su inicio y que dejó un terrorífico saldo de 16 millones de muertos, estuvo marcado por la utilización de armas químicas, tanques y portaaviones
Este año se cumple un siglo desde el inicio de la denominada "Gran Guerra", el primer enfrentamiento militar a nivel planetario de toda la historia. Si bien se lo recuerda principalmente por la gigantesca cantidad de víctimas que produjo, también mostró grandes avances tecnológicos que a partir de ese momento provocaron un cambio a la hora de entender la estrategia en un campo de batalla.
Una de las principales novedades para la época fue el uso de armas químicas, una de ellas el gas cloro que los alemanes lograron lanzar hacia las trincheras francesas el 22 de abril de 1915, cerca de la ciudad belga de Ypres.
"En aquellos años se la consideraba una excelente arma desde el punto de vista de la economía de fuerzas, y una buena opción para romper las trincheras", asegura Fernando Wilson, académico de la Facultad de Historia de la chilena Universidad Adolfo Ibáñez.
Al poco tiempo los aliados también comenzaron a utilizar armas químicas, y durante el transcurso de la guerra ambos bandos fueron desarrollando compuestos cada vez más tóxicos que pudieran atravesar las máscaras de gas, otra de las grandes innovaciones de principios del siglo XX.
Otra de las novedades fue el tanque, que según Wilson "nació como una herramienta técnica para vencer dos nuevos elementos: el alambre y las ametralladoras". El primero de estos vehículos militares, el Mark I británico, fue diseñado en 1915 pero hubo que esperar al año siguiente para que apareciera en combate.
A su vez, los franceses inventaron el Renault FT, que estableció el diseño tradicional que utilizan los actuales tanques.
En el agua
Los mares y océanos también fueron escenario de disputas durante el conflicto armado, y por eso el Reino Unido creó los portaaviones en un esfuerzo por producir una escuadra de ataque que le permitiera llegar a un enemigo que se negaba a salir a combatir. Y al mismo tiempo le servía para obtener reconocimiento estratégico para enfrentar la dificultad en las comunicaciones, uno de los principales problemas en aquel entonces.
La primera embarcación que permitió tanto el despegue como el aterrizaje de aeronaves fue el "HMS Furious", un enorme barco de combate de 240 metros de largo.
El otro gran protagonista de las batallas acuáticas en la Primera Guerra fue el submarino, que un poco antes del inicio de la contienda ya había alcanzado una cierta madurez técnica.
Si bien ya existían diseños en Estados Unidos, Rusia y Alemania, el enfrentamiento bélico produjo un importante cambio en su utilización. "La Primera Guerra consolidó la madurez técnica y le otorgó un sentido táctico al submarino. Porque de nada sirve tener un aparato muy sofisticado si no sabes para qué utilizarlo", explica Wilson.
El submarino fue muy utilizado por los germanos, quienes con sus temibles U-Boot pudieron enfrentar el enorme poderío de la Armada británica, tal vez la más prestigiosa de la época, según publica el periódico El Mercurio.
Si bien fue muy efectivo para hundir barcos enemigos, el efecto que tuvieron en la guerra continúa siendo controvertido según los especialistas. Esto se debe a que algunos de los ataques terminaron afectando a los países neutrales en el conflicto, por lo que muchos historiadores consideran que fueron un factor determinante en la derrota alemana.
Este año se cumple un siglo desde el inicio de la denominada "Gran Guerra", el primer enfrentamiento militar a nivel planetario de toda la historia. Si bien se lo recuerda principalmente por la gigantesca cantidad de víctimas que produjo, también mostró grandes avances tecnológicos que a partir de ese momento provocaron un cambio a la hora de entender la estrategia en un campo de batalla.
Una de las principales novedades para la época fue el uso de armas químicas, una de ellas el gas cloro que los alemanes lograron lanzar hacia las trincheras francesas el 22 de abril de 1915, cerca de la ciudad belga de Ypres.
"En aquellos años se la consideraba una excelente arma desde el punto de vista de la economía de fuerzas, y una buena opción para romper las trincheras", asegura Fernando Wilson, académico de la Facultad de Historia de la chilena Universidad Adolfo Ibáñez.
Al poco tiempo los aliados también comenzaron a utilizar armas químicas, y durante el transcurso de la guerra ambos bandos fueron desarrollando compuestos cada vez más tóxicos que pudieran atravesar las máscaras de gas, otra de las grandes innovaciones de principios del siglo XX.
Otra de las novedades fue el tanque, que según Wilson "nació como una herramienta técnica para vencer dos nuevos elementos: el alambre y las ametralladoras". El primero de estos vehículos militares, el Mark I británico, fue diseñado en 1915 pero hubo que esperar al año siguiente para que apareciera en combate.
A su vez, los franceses inventaron el Renault FT, que estableció el diseño tradicional que utilizan los actuales tanques.
En el agua
Los mares y océanos también fueron escenario de disputas durante el conflicto armado, y por eso el Reino Unido creó los portaaviones en un esfuerzo por producir una escuadra de ataque que le permitiera llegar a un enemigo que se negaba a salir a combatir. Y al mismo tiempo le servía para obtener reconocimiento estratégico para enfrentar la dificultad en las comunicaciones, uno de los principales problemas en aquel entonces.
La primera embarcación que permitió tanto el despegue como el aterrizaje de aeronaves fue el "HMS Furious", un enorme barco de combate de 240 metros de largo.
El otro gran protagonista de las batallas acuáticas en la Primera Guerra fue el submarino, que un poco antes del inicio de la contienda ya había alcanzado una cierta madurez técnica.
Si bien ya existían diseños en Estados Unidos, Rusia y Alemania, el enfrentamiento bélico produjo un importante cambio en su utilización. "La Primera Guerra consolidó la madurez técnica y le otorgó un sentido táctico al submarino. Porque de nada sirve tener un aparato muy sofisticado si no sabes para qué utilizarlo", explica Wilson.
El submarino fue muy utilizado por los germanos, quienes con sus temibles U-Boot pudieron enfrentar el enorme poderío de la Armada británica, tal vez la más prestigiosa de la época, según publica el periódico El Mercurio.
Si bien fue muy efectivo para hundir barcos enemigos, el efecto que tuvieron en la guerra continúa siendo controvertido según los especialistas. Esto se debe a que algunos de los ataques terminaron afectando a los países neutrales en el conflicto, por lo que muchos historiadores consideran que fueron un factor determinante en la derrota alemana.
(FUENTE: INFOBAE.COM)
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