1939: Junín se detiene para despedir al intendente Juan Alejandro Borchex


El 27 de noviembre de ese año falleció cuando ejercía el cargo de jefe comunal. Los mensajes pronunciados en su funeral por el concejal Atilio Fernícola y del diputado nacional Benito de Miguel como presidente del Partido Demócrata Nacional. "De una amplia visión sobre el porvenir que aguardada a Junín, muchos fueron los proyectos que creara en beneficio general, siendo oportuno  mencionar el del grandioso Parque Municipal, que actualmente es una magnifica realidad", destacaba la crónica del diario El Mentor.

 

El 27 de noviembre de 1939 falleció ex intendente de Junín Juan Alejandro Borchex. La crónica periodística de la época refiere que "en las últimas horas del lunes 27 de Noviembre de 1939 dejó de existir el intendente municipal don Juan A. Borchex. Su deceso determinó una de las notas de más sentido duelo que recuerde la ciudad de Junín, testimonio elocuente del pesar que producía la desaparición de una figura altamente estimada y respetada en los círculos de su actuación. En homenaje a su memoria, que perdurará por muchos años sobre el espíritu del pueblo por el que bregó con generoso afán constructivo, las páginas del BOLETIN MUNICIPAL recogen algunas de las expresiones con que se concreto aquel sentimiento de pesar". 

Destaca el periodismo de la época que "a su iniciativa personal, se deben obras de la importancia que ofrece el funcionamiento del Matadero Modelo: la adquisición de los terrenos que pertenecían a la Empresa del Central Argentino, en cuya gestión no solamente puso en juego toda su influencia moral, sino que venciendo serios inconvenientes, procuró que altas autoridades mediaran en favor de lo que para él, era así como la aspiración mayor de su vida inquieta y bienhechora.".

"Habilidoso para sortear las dificultades financieras, logró merced a su esfuerzo extraordinario, acumular en el haber municipal, cuantiosas sumas, cifras elocuentes que hablan de una labor que se pondera sola. Esto dice de su vasta experiencia, en cuestiones económicas. Las instituciones de beneficencias encontraron siempre abierto su corazón para apoyar cualquier obra. La niñez huérfana y los ancianos desvalidos saben bien de los sentimientos cristianos que albergaba Don Juan, y han palpado de cerca la nobleza que lo animaba", señaló la crónica periodística.

"Indiscutiblemente, el fallecimiento de don Juan A. Borchex significa la pérdida en nuestra sociedad de una de sus figuras tradicionales, más venerados y querida", lamentaron.


FERNICOLA: "HA VIVIDO DEDICADO A LOS DISTINTOS PROBLEMAS QUE CONSTITUIAN EL BIENESTAR Y LA FELICIDAD DE SUS SEMEJANTES

A continuación se reproduce los conceptos del concejal Atilio Fernícola (Partido Demócrata Nacional) -quien lo sucedió en el cargo hasta mayo de 1940- pronunciados en el acto de sepelio de los restos de Juan A. Borchex:

"Señores:

Tácame en nombre y representación del Honorable Concejo Deliberante, cumplir con la penosa misión de dar el adiós de despedida a uno de mis mejores amigos y al ciudadano más conspicuo de los momentos actuales que por espacio de muchísimos años ha representado esta rama municipal con el beneplácito y suficiencia con que sólo suelen hacerlo aquellos que como Don Juan A. Borchex, supieron imponerse de in delicada tarea que sus cargos le exigieron, llevando a la práctica ideas y propósitos de alta finalidad y de positivos beneficios para la gran masa de habitantes de ésta cultísima ciudad

Nosotros, las hombres jóvenes que venimos a ocupar estos cargos de incalculable responsabilidad, fincamos muestra acción en la administración de la cosa pública buscando orientaciones en el surco del saber, abierto por hombres del talente y honradez como los de este querido muerto que con la brillantez de su inteligencia han puesto a nuestro alcance el tesoro inagotable de ejemplos y enseñanzas que perdurarán a través de muchas generaciones

La Municipalidad de Junín, por la perseverante y empeñosa acción cumplida tiene en el extinto un factor de singular valor puesto que a él debe una importante parte de su desarrollo y progreso, lo que es mucho más significativo si se analizan algunos pormenores, tales como el estudio de las bases que unido al adelanto siempre creciente siguieran paralelos hasta transformar definitivamente su fisonomía edilicia, sin descuidar la parte cultural y educativa de sus habitantes. Casi dos generaciones han pasado desde que Don Juan A. Borchex tomó participación activa en la vida pública: desde entonces ha vivido dedicado a los distintos problemas que constituían el bienestar y la felicidad de sus semejantes y a cuya solución ha contribuido desinteresada y permanentemente, toda vez que los cargos, de mayor o menor importancia, se le confiaron en forma ininterrumpida

Señores: Con sólo mencionar el nombre de nuestro ilustre muerto, el ser se embarga por una honda congoja y hace que una pena sin par se apodere de nosotros y es porque él sintetiza todo, bondad, sinceridad, honestidad, en fin, para mejor decirlo, ha sido un hombre bueno. Su palabra, aún en aquellos casos en que no coincidía su manera de pensar, era siempre persuasiva sino atemperante. No usaba el vocablo ofensivo y sus aseveraciones no eran sino expresiones de alto valor ilustrativo. Sus ideas estaban desprovistas de toda mala intención y era fácil comprenderlo. La muerte lo sorprende a una edad cuando todavía mucho podíamos esperar de su talento y de su celoso empeño come administrador de la cosa pública. l alcanza en el momento en que se halla investido del honroso cargo de Intendente, puesto desde el cual dirigía los destinos del pueblo al que pertenecía y se hallaba ligado íntimamente por una cantidad de grandes afectos

Su bregar constante fue la felicidad de todos sus habitantes Cuando una situación económica perturbaba la vida de la clase menesterosa, se desvelaba por solucionarla, apelando a todos los medios legales a su alcance para conseguirlo, sufriendo penosa contrariedad cuando esta escapaba a la posibilidad.

Con todo el dolor imaginable, creyendo interpretar un sentimiento unánime del pueblo de sus ensueños y desvelos al dar por cumplida esta penosa misión, deshojo sobre su tumba lu margarita de nuestro mejores días y como un justo premio al mérito y a la virtud con ella el perfume eterno de nuestros mejores re cuerdos".

BENITO DE MIGUEL: "TENIA SIEMPRE EL SENTIMIENTO DE LA RESPONSABILIDAD DE LAS FUNCIONES PUBLICAS QUE EL PUEBLO LE CONFIARA"

Por el Comité Demócrata Nacional de Junín su presidente, diputado nacional Dr. Benito de Miguel, pronunció la siguiente alocución:

"En representación del Partido Demócrata Nacional que me ha confiado la misión de expresar su dolor ante los restos de su digno vicepresidente, en nombre de sus amigos que sienten en lo más hondo y delicado de su alma la congoja que produce el alejamiento de una existencia generosa, cordial, noble, humanamente buena en todas las manifestaciones de su vida sentimental y la de un carácter recto, leal, de integra moral en todas las disciplinas de su actuación pública y política vengo, con la tristeza conmovida a expresar el último adiós..."

Y más adelante señaló De Miguel: "hablo en representación del Comité de Junín, y siento el deber, cumpliendo con el mandato de los correligionarios, de destacar como inherentes a la personalidad partidaria de Don Juan, como cariñosamente le llamábamos, las bellas cualidades que lo adornaban, y que lo hicieron tan respetado y tan querido por todos: fue generoso siempre, supo dar y no quiso pedir nunca: fue leal sin reservas, consecuente sin restricciones: fue sincero respondiendo siempre a convicciones persona- les, fue activo y enérgico en la lucha para defender sus ideales y amigos sin agraviar al adversario habiendo por eso merecido su respeto".

"De su lealtad partidaria -agregó- acredita su adhesión durante cuarenta años al grupo político que en el orden local, fundara Don Esteban V. Cichero, en una línea recta, sin la mas mínima ondulación", destacando luego De Miguel que "el triunfo era siempre su esperanza y así lo recordarán, especialmente sus amigos del Cuartel 8., a quienes tanto estimaba. Que esa lealtad, generosidad, sinceridad y actividad. nos sirvan de ejemplo, si es que queremos que los principios democráticos de nuestras instituciones, y la consolidación de nuestro partido, se practiquen y ejecuten. Este hombre de partido, amaba mucho a Junín, y tenía siempre el sentimiento de la responsabilidad de las funciones públicas que el pueblo le confiara".

De Miguel destacó: "Sus servicios fueron siempre cargos públicos de honor conferidos por el partido: Juez de Paz; Concejal; Presidente del H. Concejo Deliberante; Comisionado é Intendente Municipal de Junín...En los cargos demostró siempre con su dedicación. su inteligencia, sus conocimientos especiales, su preocupación constante, demostró digo, el afán y la inquietud de servir los intereses públicos, defendiéndolos desde la oposición, o impulsándolos por la vía del progreso desde el Gobierno".

"No sé si el primer cargo que fue el de Juez de Paz, la pureza que implica su ejercicio influyó siempre en el desempeño de las demás funciones, pero si sé, que Don Juan Borchex, llevó a todos y los ejerció, además de la idoneidad con un gran espíritu de justicia", destacó Benito de Miguel en su mensaje de despedida al caudillo conservador juninense.

Puso de relieve De Miguel que "es en el cargo de Intendente Municipal, que dio la real medida de su valor, desempeñándolo con el celo y aplicación ejemplar que ya han sido destacados y con la hombría de bien que era motivo de la confianza general depositada en él. Dotado de un poder de trabajo notable, apasionado por el bienestar y progreso en todas sus manifestaciones, fue iniciador o colaborador de grandes obras edilicias, culturales, educativas, de beneficencia o de carácter social, a las que imprimía siempre el sello de su concepto de bien público general que debe llenar".

"Junín, ha perdido así, no solo un gran funcionario. sino también un espíritu amante de su pueblo y de su progreso integral, lo que declaro y expreso como homenaje público del Partido que honró. Señores: Que su fiel y abnegada esposa, que con devoción admirable compartió trabajos, esperanzas, alegrías y tristezas, en una vida consagrada a la creación de una familia ejemplar; que sus hijos; reciban con el consuelo del recuerdo que se le guardará siempre, nuestro más sincero cariño en estas horas penosas", concluyó Benito de Miguel.


Benito de Miguel habla en el sepelio del intendente Borchex.






Del Diario «EL MENTOR»

"El Mentor" órgano del Centro Renovación del Partido Demócrata Nacional, publicó con la firma del entonces secretario del Concejo Deliberante y actual del Departamento Ejecutivo; José Luis Suárez la siguiente nota:

"La biografía de Don Juan A. Borchex, muerto en las últimas horas del día lunes, podría resumirse en estas palabras: era un hombre de bien.

"Lo fue, en efecto, entendido el concepto dentro de una severidad que los tiempos actuales, con su flexibilidad conformista, suelen hacer no muy común. Pero Don Juan A. Borchex, durante casi sesenta años de vida que las dificultades y los contrastes no dejaron de sazonar para hacer de él un hombre logrado plenamente, exhibió con natural espontaneidad los atributos esenciales de una moral irreprochable, tanto para lo privado como para lo público. Por eso mereció la estima de quienes se vincularon a él y le trataron en cualquiera de las actividades a que le llevó su dinámica inquietud, constructiva como pocas y siempre inspirada por un alto anhelo de comunidad".

La crónica periodística juninense destaca de la personalidad de Borchex: de la cual resalta la trascendencia moral de sus grandes y pequeños actos administrativos y agrega: "Este rigor pudo enajenarle algunas antipatías, lo que el no dejó de lamentar sinceramente, pero cualquiera fueran las consecuencias electorales de esos alejamientos, nada hizo ni habría hecho para evitarlo si para ello debla declinar cualquiera de las severas normas que se tenia impuesta para su conducta de funcionario".

"Personal como fue, en eso de tener una individualidad hondamente trabajada, que cada uno de sus actos perfectamente definidos y responsables proyectaba al exterior, nadie supo ser más impersonal que este hombre que cumplió su trayectoria política desprovisto de egoísmos y de ambiciones, lejos la pasión que a veces agita los ánimos y suscita discordias, agriando el carácter de los actores y enturbiando la atmósfera de la que siempre debió ser cordial convivencia", se resaltaba por parte de los periodistas de época.

En el desaparecido diario "El Mentor", la crónica destacaba en uno de sus párrafos: "Si tuvo ambiciones, fueron legitimas, de las que no pueden equipararse a apetencia de posiciones. Por eso, sin esfuerzo con esa diáfana espontaneidad que el Dr. de Miguel recordaba conmovido pudo ser desinteresado con acción que le mostró en la generosidad de sus sentimientos y en la plena nobleza de su carácter" 

"Independiente, ejercitó su independencia con decorosa sencillez, demostrando que se puede serlo con un digno acatamiento a las normas disciplinarias que son indispensable garantía de estabilidad para las agrupaciones políticas", se puntualizó en otro párrafo.

"Fue conservador, por el doble sentido de su afiliación y de su afinidad ideológica, pero despojado el término de su sentido de mala palabra que adquiere cuando no es más que una ofuscada afirmación del pasado para rehuir legitimas y prudentes renovaciones", indica El Mentor.

La crónica periodística de este desaparecido diario juninense dice en los siguientes párrafos:

"Tenia rectos principios de orden, consciente de lo que este significa en la progresión social de los pueblos, y de que ha ser muy grande la excepción que logre justificarse. Por eso fue apto para una clase de política que solo pudo caer en desuso a partir de 1916, cuando las severas preceptivas del deber cedieron su lugar a los amorales y lujuriosos eventos de la demagogia. No era don Juan A. Borchex de los que descienden hasta el halago de las masas para merecer sus favores, y no descendió jamás aunque ello lo inhibiera para un fácil prestigio de comité, que no procuró y cuya orfandad tampoco temía porque su conducta tenia una más alta garantía: la de saberse recto cumplidor de su deber, sin concesiones y sin renunciamientos, Dígase en su honor, que lo es también en el de muchos que ya pasaron y de otros que desgraciadamente habrán de pasar, que su personalidad política se forjó en el severo crisol de esa austeridad que nuevas modalidades pretenden inútil. 

La política no era, como se la quiere ahora con cínica vehemencia, una puja de votos y un insensato competir por los favores de la muchedumbre; y sobresalir era difícil porque se necesitaba algo más que halagaría prometiendo muchos y dispersando prebendas. El hombre de gobierno pudo destacar como político no hecho a estos renovados usos, pero se sintió siempre hombre de gobierno, cual quiera fuese su jerarquía administrativa. Don Juan A. Bordex probo serlo. En la Intendencia Municipal queda la huella perdurable de su gestión, ordenada, prudente, económica, caracterizada por su rigor para defender los dineros públicos, del que hizo lema para su actuación al frente del Departamento Ejecutivo".

Y agrega: "Su palabra se escuchaba con respeto y su opinión supo prevalecer, en muchas ocasiones, en la resolución de importantes asuntos institucionales, políticos y administrativos. Y es que sensatez y prudencia concurrían en él junto a una innata perspicacia, para darle una amplia visión de hombres y de cosas, sabedor de lo más apropiado a la contingencia o suceso planteado".

"Por eso Borchex -puntualiza "El Mentor"- fue un hombre de sabio consejo, cuya autoridad afirmaban una sustanciosa experiencia adquirida de su contacto con la realidad viva y aleccionadora. Dotado de grandes condiciones, las supo hacer eficaces actuando en funciones de gobierno lo mismo que desempeñándose en la oposición, que revalidaba con un talento claro y un tesón infatigable, todo dentro de la más estricta probidad. Con razón el concejal Dufour pudo decir, en la reunión especial realizada el martes por el Concejo, que el Partido Radical había tenido en Borchex, no un enemigo, sino un adversario leal y caballeresco. Nada hemos de decir de la obra cumplida durante los varios años que dirigió la Municipalidad como in tendente o comisionado. Es tan amplia, y queda tan adentrada en el concepto vecinal, que sus detalles nada agregarían a es ta semblanza menos acertada de lo que su autor se propusiera", destacó El Mentor.

La gestión de Borchex se destaca por la adquisición de los terrenos que pertenecían al Central Argentino y el  proyecto de concreción de la troncal avenida que en el futuro se denominaría San Martín y señala que "para dar cuenta de ella basta expresar que al 31 de octubre último los balances municipales consignaban un haber efectivo de $ 306.182.52, reserva magnifica que permitirá la urbanización de los terrenos del Central Argentino en condiciones de cómoda financiación. Y se le deberá al espíritu de previsión, de economía y de estrictez en los gastos de don Juan A. Borchex, acreedor desde ya al más expresivo reconocimiento de su pueblo.

De esta manera considera El Mentor que la proyectada avenida debía llamarse Juan Alejandro Borchex "por la cual bregó, sino exclusivamente, con sus mejores energías de funcionario anheloso de servir los intereses colectivos"

"Con la muerte de don Juan A. Borchex pierde Junín un ciudadano eminente. Su vida, de rectitud irreprochable será ejemplo duradero de este vecindario por cuyo bien trabajó con esmero y con cariño. Y el Partido Demócrata Nacional, que le tuvo entre sus componentes más caracterizados por su antigüedad y su tradición partidista, pierde uno de sus puntales más firmes. Hay pues razones para lamentar su deceso ocurrido cuando mucho podía aún esperarse de su actividad", concluyó la nota publicada por el diario "El Mentor" en su edición del 30 de noviembre de 1939.


HOMENAJE DEL CONCEJO DELIBERANTE

El Concejo Deliberante realizó una sesión especial en la cual el concejal Fernícola pronunció una breve y sentida oración, a la que adhirió el bloque radical expresando que "habían tenido en el señor Borchex un adversario leal y noble y nunca un enemigo, a quien podían haber combatido en alguno de sus actos pero sin mala intención y sin el propósito de rebajar sus cualidades, seguramente llevados por el mismo propósito de bien público que había inspirado la gestión del extinto funcionario.

Finalmente el Concejo se puso de pie en memoria del señor Borchex.

EL ARTICULO EL DIARIO LA VERDAD

En su edición del día 29 de Noviembre el diario "La Verdad" publicó la siguiente nota necrológica:

La muerte de don Juan A. Borchex, el hombre público que desde 1935, imprimió extraordinaria propulsión realizadora al cargo de Jefe de la Comuna, ha sembrado de intenso pesar a la colectividad de Junín.

Aunque es oportuno destacar, que el caballero desaparecido, hacia ya largo tiempo que venia actuando en la administración pública, Sus primeras funciones las desplegó en la repartición policial, hasta que en 1908, fue elegido Alcalde del cuartel 10. En noviembre del mismo año fue designado municipal titular por el periodo de 1910-1911, para cuyas tareas fue reelegido por cuatro nuevos periodos. Fue Sindico Municipal en 1911 y en 1913 Defensor de Menores. En diciembre de 1913, el Poder Ejecutivo de la Provincia lo designó Juez de Paz del Partido y así sucesivamente se le vió también incorporado al Concejo Deliberante en cuyo cuerpo como representante del antiguo Partido Conservador, al que ingresó en calidad de afiliado desde su fundación, formó parte de todas las comisiones internas.

En el último ejercicio, que, desgraciadamente, no pudo terminar como era su voluntad. llevó a la administración municipal a un estado de tal florecimiento, que a pesar de los serios obstáculos impuestos por la crisis y otros factores, resultó de los más constructivos que se hayan conocido.

A su iniciativa personal, se deben obras de la importancia que ofrece el funcionamiento del Matadero Modelo: la adquisición de los terrenos que pertenecían a la Empresa del Central Argentino, en cuya gestión no solamente puso en juego toda su influencia moral, sino que venciendo serios inconvenientes, procuró que altas autoridades mediaran en favor de lo que para él, era así como la aspiración mayor de su vida inquieta y bienhechora.

Conocedor profundo de las necesidades del vecindario, capacitado por sus conocimientos en el mecanismo de las cosas públicas, no descuidaba los detalles más mínimos, pues, sentía verdadero celo por el resguardo de los intereses que le fueron confiados. Las arcas municipales tuvieron en don Juan A. Borchex, a un verdadero custodio. 

De una amplia visión sobre el porvenir que aguardaba a Junín, muchos fueron los proyectos que creara en beneficio general, siendo oportuno mencionar el del grandioso Parque Municipal, que actualmente es una magnifica realidad.

Los menesterosos, cuantos vecinos sintieron el aguijón de la miseria en sus hogares, recibieron en la forma más conveniente la ayuda oficial que el auspiciaba con todo calor y decisión.

De mano firme, aunque muchas veces debió sacrificar consideraciones personales, tenia total concepto del cumplimiento del deber.

Condiciones sobradas de administrador, de laboriosidad de honestidad y corrección hubo en el ciudadano extinto. No había problema difícil para su cargo, tal la esclarecida inteligencia que poseía. Habilidoso para sortear las dificultades financieras, logró merced a su esfuerzo extraordinario, acumular en el haber municipal, cuantiosas sumas, cifras elocuentes que hablan de una labor que se pondera sola. Esto dice de su vasta experiencia, en cuestiones económicas.

Las instituciones de beneficencias encontraron siem-pre abierto su corazón para apoyar cualquier obra. La niñez huérfana y los ancianos desvalidos saben bien de los sentimientos cristianos que albergaba Don Juan, y han palpado de cerca la nobleza que lo animaba.

Indiscutiblemente, el fallecimiento de don Juan A. Borchex significa la pérdida en nuestra sociedad de una de sus figuras tradicionales, más venerados y querida. De temperamento cordial y afable, sencillo, des- pojado de todo prejuicio, amigo de todos, estas caracteristicas, propias e inconfundibles, con el motivo fundamental por el cual la noticia de su deceso, ha suscitado unánime sentimiento de pesar en todos los círculos y clases sociales de la ciudad. 

El prestigioso caballero vivió una existencia conformada en normas de superior designio, manteniendo siempre en alto sus dotes de hombre recto y bueno, en la más amplia acepción del vocablo, siendo natural que su alejamiento material de este tránsito signifique un día de duelo para Junín.

Don Juan A. Borchex, hacia 51 años que habiase radicado entre nosotros. Aquí contrajo nupcias con Da. Paulina Tellería, virtuosísima dama, que ha sido en su trayectoria, como una luminaria. Esposo que supo interpretar fielmente los preceptos de nuestra religión. modeló el espíritu de sus hijos, en el espejo límpido de su propia conducta.

(del Diario La Verdad)

VER RESEÑA BIOGRAFICA DE JUAN ALEJANDRO BORCHEX

 

 


























Comentarios