Sarmiento en Junín ¿Mar Chiquita o Mar Sarmiento?

Acta del 21 de septiembre de 1884 en la cual se reemplazaba el nombre de Mar Chiquita por el de Mar Sarmiento. La estancia de Emilio y José M. Muñiz, el escenario de la visita del ex presidente a la laguna juninense.


Dice René Pérez en su libro "Apuntes para la historia de Junín": "Sarmiento estuvo varias veces en la ciudad de Junín y en uno de sus viajes conoció la laguna llamada Mar Chiquita, cuyo hermoso aspecto exaltó: "los instintos artísticos del anciano entusiasta" hasta el punto de llegar a solicitar el nombramiento de juez de paz del partido para poder prohibir la matanza "de las aves acuáticas que por millones embellecen estos lagos y les dan animación con su presencia".

A continuación Pérez transcribe el acta labrada el 21 de septiembre de 1884, con intervención de Sarmiento, y en la cual como veremos, se reemplazaba el nombre de Mar Chiquita por el de Mar Sarmiento, en reconocimiento de las gestiones hechas por el ex presidente de la Nación, en beneficio de esa laguna.

"MAR SARMIENTO
Acta de posesión y nombramiento
En campo hasta hoy perteneciente a los señores don Emilio y Don José M. Muñiz, partido de Junín, el día 21 de septiembre del año del Señor 1884, reunidos a orillas del depósito de aguas llamado vulgarmente Mar Chiquita, los presentes a saber: El General de división Domingo F. Sarmiento, subteniente de la armada nacional Federico A. Bacaro; don Emilio Muñiz, ex juez de Paz de Junín; en representación de don Juan Vásquez Diez, actual juez de Paz, donde Alberto Aubone, actuando como secretario para dar forma al acto, a falta de escribano legalizado; don Roque Vázquez, anciano vecino de estas localidades, largos años cautivo de los indios que asolaban estos lugares; donde José M. Muñiz, ingeniero geográfo; el doctor Juan Vicente Vadillo de la Universidad de Chile por su profesión y en representación de don Juan Clark, empresario del ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, que atraviesa esta jurisdicción, los señores don Parmenio Piñero y don Samuel y don Florencio Zaballa, vecinos colindantes, por sí y por don Augusto Carrie, y varios otros vecinos, transeuntes y jóvenes reunidos de la Capital declararon:

Que estando esta extensión de aguas permanentes, recargadas de sales medicinales como la soda, la potasa y que por ensayos hechos por el químico municipal doctor Arata y a juicio de entendidos que han visitado las aguas minerales de otros países, se presume sean en extremo saludables.

Y además conteniendo este lago y los de Gómez, según declaración de los vecinos, mucho pescado natural y habiendo el General Sarmiento hecho traer un guía, para explorar su profundidad, y una red para tender en sus aguas, declararon que era conveniente aplicar al uso y recreo del hombre la superficie y profundidad de dichas aguas, y la cadena de lagos tributarios que une entre sí el Salado y atraviesa ya el ferrocarril de Buenos Aires al Pacífico, por un puente.

Por estas razones resolvieron, declarar como declararon, puerto de embarcación el punto de la costa frente a la estancia principal deños señores Muñiz, llamada como el lago, Mar Chiquita, donde crecen actualmente seis sauces, alrededor de fuente de aguas dulces y llamarla Puerto Muñiz en honor del benemérito Coronel y sabio naturalista doctor don Francisco Javier Muñiz que sirvió con distinción durante cuarenta y cinco años  como cirujano mayor de los ejércitos nacionales, habiendo sido herido en el desempeño de sus funciones como cirujano, en el campo de batalla de Cepeda y otra siendo voluntario en el sitio de Buenos Aires, por los ingleses en 1807.

Resolvieron además, por común acuerdo llamar a la Mar Chiquita, Mar Sarmiento en reconocimiento de los pasos que ha dado el señor General, para hacer utilizables las ventajas naturales de dicho lago.

Hechas estas declaraciones se acercaron al borde del agua el subteniente Bacaro y los marineros timoneles Felipe Rodríguez, Fermín Delgado y Juan Zuloaga destacados por el Comodoro don bartolomé E. Cordero para este servicio; y siendo nueva en estas aguas la embarcación que conducían, se procedió a bautizarla, siendo padrino el ingeniero don José M. Muñiz y madrina designada doña Josefa C. de Zavalla, representada por su esposo don Florencio quien rompió una botella de champagne y fue proclamado El Cisne por todos los concurrentes, mandando el subteniente Bacaro izar a su popa el pabellón nacional por autoridad del Comodoro Cordero, de quien trae encargo de sondear la profundidad de las aguas de este lago en el centro y hacia las costas, y haciéndose aguas adentro hizo remar a los marineros, recorriendo sin embargo una cierta extensión, y demostrando que era navegable para embarcaciones menores.

Le sucedieron varios otros de los circunstantes, reconociendo el lago a mayores distancias con gran satisfacción de los que quedaban en la costa.

Enseguida, Baustista Canevari, vecino del lugar echó su red en el lago, la cual trajo a la orilla pequeños peces que los conocedores declararon pertenecer a tres especies, mojarras, bagres y pejerreyes, que alcanzan grandes dimensiones y abundan según declaraciones de los vecinos, con lo cual se dio por terminado el acto, pronunciando el padrino la alocución que se verá adjunta.

Concluido lo cual, se levantó, aprobó y leyó esta acta, conviniendo oficiar al señor Gobernador de la Provincia don Carlos D´Amico comunicándole lo obrado y al señor Juez de Paz del partido, incluyéndole la acta original para que comunicada a la Municipalidad sea archivada para constancia tomándola como 

Petición del Vecindario

tome bajo su protección dichos lagos y nombre para el Puerto Muñiz, teniente alcalde, con jurisdicción en ellos, para que ejerza jurisdicción en las cosas del mar Sarmiento, y ponga la pesca bajo la custodia de las autoridades, pues que bien administrada procurará rentas municipales y asegurará la introducción, con éxito, de nuevas variedades de peces, como se está haciendo en todos los lagos y ríos del mundo civilizado.

Asímismo pedimos, y a ellos se asociarán los vecinos de Junín cuyas firmas se agregarán a esta acta, que por ordenanza municipal, a orden del Señor Juez, haga prohibición absoluta de cazar con armas de fuego en un radio de diez cuadras que será el Ejido lacustre de aves
ni al vuelo dentro de los lagos hoy llamados Mar Chiquita, y de Gomez, a fin de que continúen siendo, como lo son hoy, el último asilo, hacia el Oeste del país habitado de las aves acuáticas que por millones embellecen estos lagos y les dan animación con su presencia, y que huirán al desierto inmediatamente, privando a la generación presente y a las uturas de su agradable presencia, si se los amedrenta con el estrépito de las armas como viene sucediendo, de cuatro siglos a esta parte, desde que hombres civilizados tomaron posesión del país y vienen desde las orillas del plata ahuyentando hacia el interior cisnes de cuello negro, flamencos, garzas, gansos, anades y variedad infinita de patos que frecuentaban aquellas aguas, y los pueblos que habitan sus playas no conocen ya sino vienen a estos lugares, su último asilo, a verlas.

Para terminar la jornada, y animados del place que causa la lluvia, después de largas secas, la comitiva se dirigió a la casa de los Muñiz donde los esperaba la tradicional ternera con cuero que solemniza las fiestas  campestres como el cordero pascual  de institución divina entre los hebreos y haciendo votos por la empresa de embellecer estos lagos y hacerlos lugar de recreo y baño como Saratoga, Cannes, Baden-Baden, que reúnen al mundo culto en sus alrededores, volvieron a declarar tener por Mar Sarmiento el lago llamado hiperbólicamente Mar Chiquito; Puerto Muñiz al lugar para ello designado comprometiéndose a prohibir que en la parte ribereña de sus propiedades y en las aguas confinantes, den caza a las aves acuáticas con armas detonantes ni se infrinjan las ordenanzas que para arreglar la pesca se dieron, constituyéndose en guardacostas oiciosos José M. Muñiz, Alberto Aubone, D. F. Sarmiento, Emilio J. Muñiz, Federico A. Bacaro, Juan V: Vadillo, Roque Vázquez, Parmenio F. Piñero, Ignacio Sarmiento, Pedro F, Lloveras, Bautista Canaveri, Samuel Zaballa, F. Zaballa, Arturo de León, Bernardo F. Suárez".

Y concluye René Pérez: El documento transcripto es demostrativo de las inquietudes espirituales de Sarmiento. Consideramos que Junín debe honrar la memoria de este gran argentino reemplazando el nombre de la laguna Mar Chiquita por el de su insigne "guardacostas".

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LA VISITA DE SARMIENTO A JUNIN


Domingo Faustino Sarmiento visitó Junín en 1884, cuando se inauguró la línea ferroviaria hasta nuestra ciudad. Llegó acompañado por una comitiva integrada por su médico personal, el doctor Madero, el contratista ferroviario Juan Clark y varias personas más entre ellas el ingeniero Carlos Maschuri, quien luego sería ministro de Obras Públicas de la Nación.

Sus actividades en Junín incluyeron visitas a la laguna mar Chiquita y a la estancia La Escondida.

En su homenaje se realizó una velada en la unicipalidad que en aquella época se encontraba donde actualmente se levanta la iglesia San Ignacio.

El ilustre visitante también fue agasajado con un banquete en el hotel Valente, que se encontraba en la esquina de Mitre y San Martín (hoy Lebensohn), frente a la plaza "25 de Mayo". El postre, bañado en caramelo, tenía la forma de una locomotora a vapor con algunos vagones.

El 21 de septiembre de 1884, en la laguna Mar Chiquita, Sarmiento y un grupo de funcionarios y vecinos firmaron el acta mencionada anteriormente donde bautizaron como "Mar Sarmiento" a dicho espeho de agua. También crearon el "Puerto Muñiz" y dejaron constancia de las características medicinales de las aguas de la laguna. La jornada terminó con una tradicional ternera con cuero.

Según lo expresado por Sarmiento en algunas cartas posteriores a su visita a Junín, el ex presidente habría quedado encantado con nuestra ciudad y con intenciones de establecer un emprendimiento lechero y un balneario.

El 21 de noviembre de 1884, Sarmiento le envió una carta a Javier Muñiz, diciéndole que "en lugar de venir del Chaco, en un mes vendría de la Mar Chiquita Chester y mantequilla Junín". También les comentó que "tan bien marchaban las cosas que a una palabra mía don Manuel Guerrico aseguró 100 vacas lecheras, que me hizo avisar que estaban a mis órdenes".

En una carta al gobernador D´Amico, Sarmiento le expresó que "la vista del lado llamado Mar Chiquita, en el centro de la provincia que con tan poco despósitos permanentes de agua cuenta, me ha inspirado el propósito de adaptar aquel a estación balneario y veraniega para que millares de familias que buscan en el extranjero goces higiénicos que le niega su país. Acaso se podrían añadir las lagunas de Gómez, con leguas de extensión y dedicarlas a la cría de peces".

Sarmiento no se equivocó en su pronóstico y hoy junín es el principal centro turístico lacustre de la provincia.

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