Cuando Serrat y Sabina contraatacaron en Junín

Fue el 14 de marzo de 2012. Los recuerdos del catalán sobre su paso en Junín en los principios de la década de 1970. La conferencia de prensa previa. El show en el predio de la Sociedad Rural. 




"Serrat, usted estuvo hace 42 años y Sabina se presentará en la ciudad por tercera vez ¿cuáles son las expectativas para el concierto del 14 de marzo? preguntó el periodista Eugenio Martínez, enviado por el diario La Verdad a la conferencia de prensa realizada por Sabina y Serrat el 1 de marzo de 2012 en Capital Federal, previo a la presentación del espectáculo en nuestra ciudad en el predio de la Sociedad Rural de Junín en ruta nacional 7 y camino al parque natural "Laguna de Gómez". La conferencia fue en el Petit Salón del Four Seasons Buenos Aires.

"Bueno, seguro que de ese viaje hace 42 años él no se acuerdo prácticamente nada" vociferó entre carcajadas quien ya pasó por el estadio del Club Sarmiento y el Cine San Carloes -en alusión a Joaquín Sabina (VER BIOGRAFIA).

"Me acuerdo perfectamente de Junín, contrariamente a lo que dice mi compañero" deslizó Serrat (VER VIOGRAFIA HACIENDO CLIK ACA) con una sonrisa cómplice




Y a continuación se puso un poco más serio para extender su contestación: "Tocar allí y compartir con la gente no será ni más ni menos que lo que haremos en cualquier otro sitio con el que llegaremos con la gira . El Luna Prak, Londres o Nueva York o donde sea. Mientras nosotros estemos bien y felices , todo estará bien. La gente nos coloca siempre en un lugar de afecto, ilusión y armonía donde quiera que sea, aunque obvio no es lo mismo estar en Argentina que en Pakistán, para nosotros este país tiene mucho que ver con nuestras vidas, arriba del escenario y fuera de él".

Antes de los 18 shows que ese año brindaron en el Luna Park, "El Nano y Joaquín" pasaron por Junín fue el miércoles 14 de marzo en el predio internacional de eventos que en ese momento estaba en la Sociedad Rural de Junín, en ruta nacional 7 y camino al Parque Natural.







La gira de 2012 arrancó el lunes 5 de marzo en el estadio Delmi de Salta; tuvo 18 funciones en el Luna Park de Buenos Aires: 17, 18, 21 y 22 de marzo; 3, 4, 6, 7, 14, 15, 17, 18, 20, 21, 22, 25, 26 y 28 de abril de 2012 y antes o después pasaron por Tucumán, el 7 de marzo; Neuquén, el 10 de marzo; Bahía Blanca, 12 de marzo; JUNIN: 14 de marzo, Rosario, el 24 y 25 de marzo, Córdoba 30 y 31 de marz y Resistencia el 9 de marzo.



Del espectáculo, en la conferencia de prensa previa brindada en Capital Federal, Serrat y Sabina contaron que "el que venimos a mostrar es un trabajo que se deja escuchar muy bien. Es, a mi modo de ver muy compacto pese a estar escrito a cuatro manos. Hemos tenido muchas discusiones que han sido muy buenas, que nos han ayudado a lograr un buen disco. Una de las premisas era hacer un trabajo diferente, buscar un camino que no estuviera contaminado por lo que hubiéramos hecho antes alguno de los dos" matizó Serrat a modo de explicación cuando se le consultó acerca de la composición de "La Orquesta del Titanic".


Sabina-Serrat en Junín: La brillante ceremonia del reencuentro en la noche juninense

Así titulaba y comentaba el diario La Verdad el espectáculo brindado por Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina en la noche del miércoles 14 de marzo de 2012 en el centro internacional de eventos ubicado en el predio de la Sociedad Rural de Junín:
Dice LA VERDAD del jueves 15 de marzo (ver link)


Joan Manuel Serrat volvió a actuar en Junín, después de casi 42 años. Esta vez, acompañado por Joaquín Sabina, en un reencuentro memorable de los dos con el público local y de nuestra vasta zona. El recital de los “pajarracos”, más que una presentación del disco “La orquesta del Titanic”, editado hace un mes atrás, funcionó como un recorrido por los momentos más recordados de la ya larga relación que ambos tienen con la platea argentina.

Un nuevo momento de estos dos fantásticos españoles para inaugurar el “Dos pájaros contraatacan”, que se enojan cuando les hablan de cariño por la Argentina y replican “que no es cariño, es amor”, tiene mucho de ritual, de reencuentro. Más allá de las consideraciones musicales, lo que predomina en sus presentaciones es esa sensación de vieja amistad retomada.

Está comprobado que el público no sigue a semidioses. No delira por ídolos o salvadores. Le basta la palabra inteligente, el látigo de las humoradas, las ternuras amasadas de humanidad, los viriles amores exentos de machismo, las nostalgias no lacrimógenas.
Serrat, en especial, lo sabe y, como todo el que se sabe querido, abunda en guiños autorreferentes, en sobreentendidos y en los gestos seguros del seductor que sabe a su interlocutor seducible y seducido. Y como no podría ser de otra manera, este nuevo recital, mucho más que la presentación del nuevo disco compartido con Sabina, funciona como un recorrido por los momentos recordados de esa relación con el público criollo. Como en las reuniones de ex alumnos o ex compañeros de la colimba, la sola mención de una anécdota -en este caso una canción- tiene la capacidad de evocar toda una época. La gente responde entonces demostrando que se acuerda, con sus celulares haciendo de las ya clásica “antorchas”, con los aplausos apenas se insinúan los acordes de una canción, con los coros en los estribillos. O que ha transmitido esos recuerdos, de padres a hijos y de hermanos mayores a menores, a juzgar por la cantidad de jóvenes que anoche colmaron las instalaciones del predio internacional de espectáculos de la Sociedad Rural de Junín.
El esquema del recital fue casi similar al elaborado en el 2007 en la cancha de Boca, con “Dos pájaros de un tiro”. Canciones del último disco -a esta altura del partido tan reconocido por sus fans como los de hace un cuarto de siglo- alternadas con los viejos himnos. Numerosos monólogos que tachonaron el escenario, como prólogo a la interpretación de un tema.

Luego de la introducción de la banda, en el estilo de un jazzrock Light, a la manera de Chick Corea cuando toca con la Elektric Band y breves solos de cada uno de sus integrantes, los cantantes entraron a escena, saludados por una conmovedora ovación, interpretando “Ocupen su localidad”.

La noche siguió luego con una serie de estados sensibles para los espíritus inquietos: No hago otra cosa que pensar en ti, Contigo, Cantares, Después de los despueses, Cuenta conmigo y Esos locos bajitos, temas que crean climas propios y brisas armónicas y tímbricas, con ensambles electrizantes. De pronto, Sabina desaparece de escena para dejar a Serrat solo con su guitarra para darle forma a Y sin embargo, Mediterráneo, Magdalena y Viceversa. Allí es cuando la platea muere por el catalán. Casi de inmediato, Sabina es quien canta en soledad Señora, Princesa y 19 días y 500 noches. Allí también el público se emociona y aplaude a rabiar.

Hay un recurso que los dos utilizan con astucia y eficacia: el ping pong de chascarrillos, bromas y anécdotas. Y la velada enternece aún más cuando interpretan acodados en una mesa con champagne, cuando Joaquín se anima a unos pasitos de tap o cuando el Nano hace malabares con pelotas de tenis. El discípulo se encarga de mimar al maestro. “No hubiéramos abierto caminos con canciones como estas (…). Hace muchos años él era ya Dios, como Maradona. Y yo, una rata”.

El retorno para los bises ocurre varias veces. En el último, los pajarracos avisan: “Estos quieren más. Se la buscaron”. Y mientras mucha gente ya habían abandonado el predio ruralista, la “tripulación” del Titanic sale de nuevo a escena para que el público vuelva a morir con Fiesta.




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