De Plaza de Armas del Fuerte Militar a Ícono Cívico: El Viaje de 190 Años de la Plaza 25 de Mayo de Junín

Más que un espacio verde, la plaza principal de Junín es un monumento viviente que fue testigo de la fundación, el trazado y la evolución de la ciudad. Descubrí cómo la antigua Plaza de Armas del Fuerte Federación se transformó en el corazón moderno que hoy conocemos, albergando la Pirámide de la Libertad, el homenaje a San Martín y un vital recordatorio a la Memoria.



(Publicación original: Julio de 2018, actualizado 24 de Noviembre de 2024, segunda actualización 9 de Noviembre de 2025)

En el vibrante centro de Junín, donde hoy convergen la vida social y los actos cívicos, se esconde una historia que se remonta a la fundación misma de la ciudad. La Plaza 25 de Mayo no es un mero punto de encuentro; es la antigua Plaza de Armas del Fuerte Federación, el sitio exacto donde la vida militar dio paso a la estructura de un pueblo. A lo largo de casi dos siglos, este espacio ha sido redibujado, arbolado y transformado: desde albergar la primera obra de arte pública —la Pirámide de la Libertad—, hasta consolidarse como el epicentro de la memoria y el homenaje al General San Martín. Acompáñanos a desenterrar los hitos que convirtieron a un simple terreno militar en el corazón histórico y cultural de Junín.

En el espacio que actualmente ocupa la Plaza 25 de Mayo se encontraba la Plaza de Armas del Fuerte Federación. en sus laterales se ubicaban los cuarteles, la escuela y la capilla.

En 1869 se construyó la Pirámide





Los orígenes de la "25 de Mayo"

Las investigaciones realizadas en el escaso número de documentos que se hallan en los archivos, animan a creer que fue en el sitio actualmente ocupado por la plaza principal, donde la comisión militar integrada por los comandantes Mariano Acha, Francisco Javier Acevedo y Juan Francisco Ullua, decidió colocar el mojón que sirvió de guía para la construcción del futuro fuerte.

Allí, donde hoy se encuentra la plaza "25 de Mayo" se extendía la primitiva plaza de armas, rodeada por las construcciones militares de práctica y por los ranchos levantados para servir de alojamiento a oficiales y milicianos. A estos les era permitido traer sus respectivas familias -motivado por el aislamiento y por la severa disciplina militar- al tiempo que para promover la formación de un futuro pueblo.

Además se construyeron corrales y potreros para ser destinados a la caballada y al ganado de consumo.

Después de la segunda mitad del siglo 19, va tomando la forma de la plaza del pueblo

Al llegar el año 1857 es decir, treinta años después de su fundación, el gobierno envía al agrimensor Orma para realizar mediciones y proyectar una estructura de pueblo. En ese entonces, la ubicación de la plaza principal se concibió en el lugar céntrico y vacío destinado originariamente como plaza de armas.

Posteriormente, en 1864, los agrimensores Justiniano Lynch y José María Muñoz, trazan definitivamente el pueblo y su ejido.

Este se componía de sesenta y cuatro manzanas de cien varas (86,60 metros) de lado cada una; ciento veintiocho quintas de doscientas veinte varas (190,52 metros) de lado y noventa y cuatro chacras de 1.200 metros de lado, vale decir, con una superficie de 144 hectáreas cada una.

Dichas chacras fueron más tarde reducidas a una superficie de 16 cuadras o sea 27 hectáreas por unidad.

El trazado descripto circunscribía el espacio libre que luego vino a ocupar la plaza principal, pero que en aquel momento servía para que pastasen los animales de la vecindad.

En el año 1867, durante la dinámica presidencia del municipio ejercida por Juan José Pérez, se proyecta el arreglo de la plaza, resolviéndose arbolarla y rodearla de una cadena para evitar la entrada de los animales deambulantes, tan habituales en ese lugar.

No obstante haberse aprobado dicha iniciativa, ésta no llegó a concretarse totalmente, ya que si bien se colocó la referida cadena protectora, el terreno en cambio fue sembrado con alfalfa.

En 1869 se volvió nuevamente sobre el proyecto anterior; se practicaron nuevas diligencias; se elevaron presupuestos; pero finalmente no se llegó a nada concreto. En cambio, en ese año que el municipio era presidido por don Estanislao Alegre, se procedió a la construcción de una pirámide en el centro del terreno con la figura de una mujer que representa la libertad y fue la primera obra de arte que contó Junín en el espacio público. Estaba realizada mediante talla directa con mármol de carrara.

La plaza comenzó a llamarse "de la pirámide Mayo" hasta que en 1904 y por ordenanza municipal se le asignó formalmente la denominación "Plaza 25 de Mayo".

La plaza desde 1871 a 1899

En 1871, por iniciativa del presidente de turno, don Ataliva Roca, se concretan los trabajos de arreglo y arbolado de la plaza. Los árboles para su ornamentación, según recuerdan antiguos pobladores, fueron paraísos adquiridos en la localidad de Rojas y transportados por el señor Andrés Azcune, siendo el señor Juan Macchi el encargado de hacer ejecutar la obra.

En 1872 durante la presidencia de don Luis Alberto Mohr y por iniciativa de Ataliva Roca se resuelve dotar a la plaza de doce bancos para solaz de los paseantes pero en última instancia el número fue reducido a cuatro e instalados recién diez meses más tarde.

Durante la presidencia de Antonio Timote, en junio de 1875, se dispone comprar al Gobierno y a precio de fomento un conjunto de árboles para adorno entre los que se encontraban numerosos eucaliptus. Pero estos últimos debieron ser cortados a los siete años de plantados, por cuanto su excesivo desarrollo los convirtió en un serio peligro durante los días de tormenta.

En agosto de 1884, el entonces presidente municipal, don Juan Vázquez Diez es autorizado para invertir hasta la suma de 165 pesos oro en el embellecimiento de los jardines.

Al llegar el año 1886, cuando era presidente don Carlos Robbio, ya la plaza contaba con una bella estructura y con jardines cuidados esmeradamente durante el año 1869. Varias generaciones cantaron a su pie las estrofas del Himno Nacional en los actos celebratorios; pero años más tarde ese símbolo fue demolido con el propósito de erigir una estatua a nuestro héroe máximo, el general Don José de San Martín.

En ese mismo año de 1886 la plaza principal de Junín contaba con una dotación de trece bancos de hierro y siete de madera.


La plaza principal a principios del siglo XX con la pirámide al medio


En el siglo 20

Su actual denominación de "Plaza 25 de Mayo" le fue impuesta por una ordenanza sancionada el 10 de julio de 1904.

En aquella época la plaza estaba dividida en lotes triangulares separados por alambre tejido. El cuidado y arreglo de cada uno estaba a cargo de un vecino de prestigio.



Por el hecho de haber servido como plaza de armas durante las sucesivas comandancias militares, pudo muy bien haber sido bautizada con el nombre de "Fuerte Federación" en recuerdo al nombre original del fuerte que allí fuera fundado 77 años antes.

La tradición -dice Sciutto Ferretto- siempre debe primar por encima de toda susceptibilidad de índole política, sin que por ello se pretenda dejar de reconocer el trascendente significado que su actual denominación encierra.

En 1909 se llevaron a cabo varias reformas, entre ellas el retiro de la Pirámide y de una escultura de mármol.

Diez años después, en 1919, se realizó el primer adoquinado en Junín y la obra por supuesto incluyó las calles que rodean a la plaza, otorgándole un nuevo aspecto.

Llega el monumento de San Martín y la "25 de Mayo" sigue evolucionando

El 17 de agosto de 1940 se inauguró el monumento al General José de San Martín con una estatua ecuestre copia de la que se encuentra en la plaza San Martín de la ciudad de Buenos Aires obra del escultor francés Louis-Joseph Daumas. También se instalaron pérgolas, luminarias, y parte de la forestación actual.



En 1950 se retiraron los adoquines del sector céntrico, se ensancharon las calzadas y se les colocó pavimento asfáltico, dándole una nueva imagen a la plaza y toda la zona.

El sector de la Memoria

En 1996, en la gestión del intendente Abel Paulino Miguel, se inauguró el Monumento a la Memoria, una pirámide trunca con la leyenda Nunca Más, realizada por el arquitecto juninense Salvador Roselli. Es un homenaje a los desaparecidos durante la dictadura militar de 1976. Incluye un memorial con los nombres de los desaparecidos juninenses.


Nuevo siglo, plaza remodelada

A fines de 2007 la plaza se sometió a una obra de puesta en valor con la finalidad de mejorar su funcionamiento, recuperar su calidad ambiental y devolverle la jerarquía de plaza principal, preservando su carácter y la estructura tradicional donde conviven las marcas de la memoria y los elementos actuales.

El proyecto rescató sus valores como espacio público, reconociendo su condición de ser uno de los lugares históricos más importante de la ciudad. Por lo tanto, hay elementos que no fueron intervenidos sino sólo puestos en valor, y otros -como la escultura de la libertad- rescatados del olvido y colocados nuevamente. El espacio de intervención se centró en el eje sudeste-noroeste, que es la prolongación de la calle 20 de Septiembre, y en el espacio frente a la Iglesia San Ignacio y el Palacio Municipal.

Esto generó un espacio adecuado para diversos actos conmemorativos, incorporándose dos fuentes que lo enmarcan. El monumento a San Martín fue reparado y se implantó nuevamente la histórica escultura de la Libertad. Se mantuvieron las históricas luminarias, aunque se aumentó su potencia y se incorporaron nuevas unidades para intensificar la iluminación y la ornamentación.

En cuanto a la forestación, el interior de la plaza se recuperaron las especies que poseen un alto valor paisajístico como los cedros, las palmeras y el roble, y se retiraron o podaron aquellas otras que le impiden su lucimiento. En el perímetro de la plaza se mantuvo la doble hilera de tilos, realizando un trabajo de reposición de árboles con ejemplares de gran porte, reemplazando a los que se encontraban en mal estado fitosanitario. También se incorporaron otras especies arbustivas y una importante cantidad de flores.

Las obras fueron inauguradas el 25 de febrero de 2008, en un acto donde estuvieron presentes representantes del gobierno local, el Grupo de Artillería 10 y la Asociación Cultural Sanmartiniana, conmemorándose el 230° aniversario del nacimiento del general José de San Martín.

La tradicional pirámide fue restituida el 25 de mayo de 2010 celebrando el Bicentenario de la Argentina, restaurada por las artistas plásticas juninenses Rosangela Manzione y María Teresa Rodríguez.


LA PLAZA EN 1905:


Plaza "25 de Mayo" en el año 1939. Aún no existía el monumento al General San Martín

VISTAS DE LA PLAZA TOMADAS EN 2010









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