El fuerte por dentro: La IA nos permite conocer cómo sería la construcción militar
Con el aporte de la Inteligencia Artificial, a partir de los datos aportados por historiadores como Heberto Herel Lacentra, Jorge Howden, René Perez, Roberto Dimarco, Evaristo Ramírez Juárez y Luis Sciutto Ferretto, es posible reconstruir estructuras y espacios de la época fundacional, del Fuerte del siglo 19 que antecedió a la ciudad de Junín.
El historiador Heberto Herel Lacentra en su libro "El Fuerte de la Federación", editado por ediciones "De las Tres Lagunas" en 2010 realizado un pormenorizado detalle de cómo era el fuerte y describe tres épocas de desarrollo y avance del mismo.
Evaristo Ramirez Juarez en el libro "La Estupenda conquista" describe que "los trabajos del trazado del Fuerte Federación fueron dirigidos por el ingeniero agrimensor Teodoro Schuster -el primer agrimensor diplomado en Argentina, en 1824-Todo estaba foseado por una zanja de 3,50 metros de boca y 2.50 metros de profundidad, siendo la forma de un pentágono. En el interior del fuerte se alojaron el personal militar, los civiles, familias, caballos y ganado para la alimentación. Por todos los detalles de su construcción y por sus condiciones defensivas, podemos asegurar que fue una de las obras más completas de las que se levantaron en la provincia de Buenos Aires".
Lacentra, a su vez, describe que "el Fuerte de la Federación estaba rodeado por un foso que poseía las mismas dimensiones en la parte que limitaba con el cuadro de la guardia. Todo el perímetro del Fuerte estaba protegido por un parapeto de adobón que se consistía en un pedazo de tapia que se hacía de una vez. Esta parte defensiva tenía una altura de 1,25 metros y un espesor de 0,834 metros y solamente estaba interrumpida en la puerta principal de la guardia, como así también en las dos puertas del gran potrero".
Puerta principal del Fuerte de la Federación
La puerta principal de la guardia constaba de dos hojas, las cuales se aseguraban con dos pasadores, uno superior y el otro inferior, así como una cerradura. El marco era de madera dura, tal vez quebracho o ñandubay y en cada ángulo tenía una roldana con un cable y un gancho que se unía a un puente levadizo que atravesaba el foso del frente.
No existen datos de la medida de las hojas de la puerta ni tampoco el marco. El único documento oficial hallado es el informe de Blas Mancebo, elevado al gobernador Juan Manuel de Rosas el 9 de octubre de 1831. Tal vez el plano original del fuerte diseñado por el ingeniero Teodoro Schuster arrojaría elementos complementarios pero no hay cita de dicho documento en los historiadores locales.
Puente levadizo
Este puente levadizo servía de paso para salir del fuerte y atravesar el foso -que tenía una profundidad de 3,34 metros- que rodeaba el frente del cuadro de la Guardia.
Tenía dos cables que lo elevaban o bajaban desde la puerta de entrada a través de dos roldanas, una de cada lado del marco, con un gancho que lo aseguraba.
Dicho puente, una vez levantado, reforzaba la defensa de la puerta principal.
Los baluartes y cañones
El Fuerte constaba de cinco baluartes estratégicamente edificados en cada vértice su erimetro pentagonal.
Un baluarte consistía en una obra de fortificación en figura de triángulo en la parte interior de los paredones para defenderlo. En los dos baluartes del frente del Fuerte se había colocado en cada uno una pieza de ocho milímetros con cureña de plaza que era el carro sobre el que se colocaba la pieza de artillería.
En los dos baluartes laterales se había colocado en cada uno una pieza de dos milímetros de calibre con cureña de plaza.
Finalmente en el baluarte de la retaguardia se colocó una pieza de cuatro milímetros con cureña de batalla. Todos los baluartes tenían explanada, una parte elevada que descendía en declive hacia el terreno, de modo que se podían guiar las piezas a todos lados.
ADHIEREN AL CICLO HISTORIAS FUNDACIONALES 198 AÑOS DE JUNIN




























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