El intendente que condujo a Junín a las puertas del Centenario: José Bernardino Ortega

 

Inauguró el edificio del Mercado Municipal en calle Sáenz Peña, actual Museo de Arte "Angel María de Rosa". También fue concejal por la UCR y el Partido Conservador. 


Recordado por una calle en el barrio Villa Talleres que nace en Primera Junta  al 550 y se extiende hasta el barrio Mayor López, José Bernardino Ortega fue el intendente que condujo los destinos de Junín a las puertas de su Centenario en 1927.

El abogado e investigador histórico, Pablo Germán Petraglia, describe su biografía en el libro "Historia del Honorable Concejo Deliberante del Partido de Junín 1886-2016". En la misma menciona que Ortega fue concejal del partido Popular en el período 1900-1901, por la UCR 1902, luego ocupó una banca en 1904-1905 y por el Partido Unidos en 1908-1909, es decir que fue edil juninense por seis años. Nació en Carmen de Areco el 20 de mayo de 1868 y murió en la ciudad de Buenos Aires  el 16 de octubre de 1940. Sus padres fueron Manuel Ortega y Josefa Luchia, ambos españoles. Fue comerciante de hacienda. Tuvo sus orígenes en la UCR para luego militar en el conservadurismo, siendo uno de los más destacados dirigentes juninenses.

Fue alcalde del Cuartel V nombrado por el Concejo Deliberante en 1894 donde residía según el centro de 1895.

Fue intendente de Junín por primera vez en 1902-1903, repitiendo en 1906-1907 y 1926-1927 -es decir que ocupó el cargo de titular del Ejecutivo juninense durante cinco años. En su gestión se inauguró el edificio del Mercado Municipal -actual Museo de Arte "Angel María de Rosa" (MUMA) y en julio de 1927 se confirma el destino de la sala de recepciones de la Municipalidad, denominado Salón Rojo para que el Concejo Deliberante celebre sus sesiones. Casado con María del Rosario de las Nieves Aparicio, fue padre de Pedro José Aníbal, Yolanda Ermelinda, Nora y Elva.

(*Fuente consultada: "Historia del Honorable Concejo Deliberante de Junín 1886-2016, de Pablo Germán Petraglia).

Su nombre lleva una calle que nace en Primera Junta y atraviesa los barrios Villa Talleres, Capilla de Loreto, Bicentenario y llega hasta la avenida Circunvalación.


EN EL ALBUM DEL CENTENARIO: ADMINISTRADOR MODELO DE LOS INTERESES DEL PUEBLO DE JUNIN

Así lo describía el Album del Centenario de Junín (1928) al referirse a la figura de José B. Ortega.

Y lo describe de esta manera:

"Al presentar en el Album del Centenario de Junín los diversos factores que han contribuido a la formación de esta ciudad, justo es colocar a don José B. Ortega en lugar sobresaliente entre los diversos administradores que ha tenido la Municipalidad de Junín.

Desde lejanos días que ingresó al partido Conservador ha militado entre sus filas prestando el valioso aporte de sus sanas enseñanzas y contribuyendo con su elevado criterio a impulsar las filas de su partido.

La agrupación a la que pertenece, le ha confiado en varios períodos el más alto cargo del gobierno local, aceptando por patriotismo y por disciplina, nunca por deseo personal.

Sus correligionarios le han siempre comprender las necesidades de sus pulcras actividades incluyéndolo en primer término en las listas electorales, siendo su nombre una garantía en provecho de los intereses comunales y del partido al que pertenece.

Las múltiples obras realizadas por este intendente modelo, llevarán grabadas su nombre y la posteridad será la encargada de tributar a este ciudadano ejemplar y buen servidor de Junín, el homenaje que su obra merece".


EL IMPACTO DE SU FALLECIMIENTO EN LA PRENSA 

José Ortega falleció en Capital Federal el 16 de octubre de 1940.

El comisionado municipal Pablo Cogorno, al conocerse la noticia del fallecimiento de Ortega emitió una resolución de adhesión de la Intendente Municipal al duelo provocado: 

"Habiendo fallecido en la fecha el Ex-intendente Municipal de este partido, Don José B. Ortega, que tuviera a su cargo este D. E. durante varios periodos, y considerando:

Que durante el ejercicio de sus funciones cumplió con empeño, eficacia y honradez, sus deberes de hombre público, habiendo constituido su obra como Concejal e Intendente un período de progreso en todos los órdenes para la ciudad.

Que a su corrección de procederes, unió sus relevantes condiciones de administrador, inspirando sus acciones en el bienestar del pueblo que le honró distinguidas representaciones.

Que habiendo merecido por su obra públíca y por su actuación como vecino de Junin, la conseción y el beneplácito de sus conciudadanos, cuyo conocimiento se manifiesta espontáneamente en oportunidad y que es un deber para las autoridades honrar la memoria de quienes aportaron con energías e inteligencia, en la evolución y mejora, el Comisionado Municipal de Junín

DECRETA:

10.) Adherirse al duelo provocado por su fallecimiento, y enviar nota de pésame a su familia junto a la transcripción del presente decreto.

20.) Izar en el edificio Municipal la bandera argentina a media asta, durante siete días.

30.) Enviar una corona en nombre de esta Municipalidad.

(Fuente: Boletín Municipal, Archivo Histórico de Junín, Septiembre y Octubre de 1940)

LA VERDAD

El diario La Verdad publicó la siguiente nota referida al fallecimiento del ex intendente de Junín:

Don José B. Ortega, cuya vida acaba de extinguirse en la Capital Federal, fue un leal servidor de nuestra ciudad, a la que le dió desde In función pública y como hombre de trabajo, lo mejor de sus energías y las mayores claridades de su inteligencia.

Figura familiar de nuestros tradicionales círculos, a pesar de haberse alejado de ellos desde hace cierto tiempo, ocupaba un sitio conspicuo que aún se mantiene inalterable y floreciente de gratos recuerdos.

Como militante del antiguo partido Conservador, lo vimos defender sus ideas sin claudicaciones y de- mostrando un profundo respeto por su adversario político. De actuación pública descollante en nuestro medio, ella culminó con acciones de innegable beneficio para la colectividad, cuando se le confiara la jefatura de la comuna. Administrador honesto y de vasto conocimiento en ese mecanismo, muchas fue ron las iniciativas de bien común que se materializaron al calor de sus sanes principios.

Con espíritu sereno y ecuánime, el ex-intendente municipal que abandona nuestro tránsito terrenal, encarriló las finanzas, activó la obra pública y propulsó mejoramientos que tuvieron el reconocimiento unánime de la población

Ejerció también el comercio en negocios de hacienda y su firma gozó en nuestra plaza de legitimo crédito y prestigio.

Jefe de un hogar digno y conceptuado, el señor Ortega fue un caballero a carta cabal, cuya hombría de bien y dignidad ciudadana, lo destacaron con relieves propios.

Ha muerto como cristiano y la paz de Dios es para quien supo vivir honradamente, hacer todo el bien que estuvo a su alcance y cumplir afanosamente con todas sus obligaciones.

Sus despojos mortales fueron velados en la residencia de la calle Federico Lacroze 2178 (Capital Federal).

La consternación de pesar que su desaparición ha causado en la sociedad local se traduce en los innumerables testimonios de pésame enviados a sus atribulados deudos, sabiéndose que muchas de sus relaciones se trasladaron a la metrópoli para asistir a las exequias, que resultaron imponentes.

EL TRIBUNO

"Que el ritmo incesante del trabajo continuo que en la fábrica pone en marcha sus máquinas; que el arado fecundante que sin descanso maneja el labriego; que los hombres de nuestro vecindario entrega- dos a la tarea de sus múltiples y diversas ocupaciones diarias, todas estas fuerzas que amasan el progreso y elevan la potencialidad económica de nuestra ciudad, por breves instantes suspendan sus actividades, en merecido homenaje a esta alma noble y grande que abandona para siempre la envoltura corporal de un hombre que para, Junín, para esta ciudad, fue guía y báculo, pioner (extual) y líder de su marcha ascensio nal hacia la cumbre del progreso y defensor celoso e infatigable de su patrimonio.

Es que don José B. Ortega, trasuntaba en sí, el espíritu generoso, el carácter férreo, la voluntad inquebrantable y el esfuerzo en acción, virtudes estas, que desde allá en los tiempos remotos en que nuestra ciudad era un humilde y pobre villorio, hasta hoy que ocupa su puesto en el concierto de las colectividades respetables y ponderadas, las puso al servicio de la misma, desinteresada y decididamente.

Por dos períodos ocupó el cargo de Intendente de nuestra Comuna, y de su paso en la Administración, queda el recuerdo imborrable, de su acción proficua, vigorosa, eficiente y progresista, que fue reconocida y aprobada y aplaudida por todos los vecinos, sin dis tinción de colores ó banderías políticas,

El histórico Partido Conservador, le contó en el número de sus adherentes más destacados y distinguidos, inteligentes y preclaros; por ello, toda vez, que las circunstancias exigieron la presencia de un ciudadano sobre saliente, para tener su representación, fue el señor Ortega, uno de los que merecían tal distingo.

Su salud, un tanto quebrantada por la ruda e inmensa labor cumplida, había le exigido reposo. Por ello, hace varios años se había ausentado en busca de ese descanso, a la Capital Federal, donde ahora le sorprende la muerte, y ante cuyos restos queridos, nos descubrimos acongojados y EL TRIBUNO des hoja las flores de su cariño y de su amistad, y repitiendo a la vez, aquel ruego sagrado: "Si es verdad que las almas vuelan al desprenderse de su mísera envoltura terrenal, ciérnase la suya en las más augusta y plácida de las elevaciones; las aves, sus hermanas, escolten al espíritu que asciende; la paz intacta de los espacios que cruzara en la vida reine por siempre en su postrer refugio; y pliégues la bandera de la patria en la media asta de los duelos nacionales, porque acaba de perder a un hijo útil, bueno y noble".

DEMOCRACIA

"En la Capital Federal, donde residía falleció esta tarde don José B. Ortega, que desempeñó la Intendencia Municipal de nuestra ciudad durante dos períodos y cuyo nombre está ligado en muchos aspectos al adelanto de Junín. Fué el extinto hombre de temperamento sereno, de virtudes tradicionales, trabajador tesonero en sus faenas privadas y en aquellas, múltiples, por las cuales se vinculó a la acción colectiva, ya sea en el orden de las representaciones públicas o en el de las asociaciones que propendieron con eficacia al avance de nuestro progreso. En su actividad política, que se desenvolvió dentro del antiguo partido conservador, fue militante desapasionado y rodeado de consideración.

Retirado en los últimos años a la tranquilidad de su hogar, la muerte le sorprende a una edad avanzada, gozando del afecto de quienes apreciaron en él la hombría de bien que era expresión cabal de su persona".

SU HIJO, PEDRO JOSE ANIBAL ORTEGA, TAMBIEN FUE CONCEJAL

Su hijo, Pedro José Aníbal Ortega siguió los pasos de la militancia política de su padre. Militó en el partido Demócrata Nacional (PDN) y fue concejal en 1934-1935/1936-1938/ El doctor Pablo Petraglia en su libro "Historia del Honorable Concejo Deliberante del Partido de Junín 1886-2016" describe su biografía de la siguiente manera:

"Hijo de José Bernardino Ortega y de María del Rosario de las Nieves Aparicio. Realizó estudios secundarios en el Colegio Nacional, los que quedaron inconclusos ya que se hizo cargo del establecimiento agropecuario familiar Estancia "La Rosario" del Cuartel 10 de Saforcada ante la precaria salud de su padre. Activo militante conservador, integrando el comité de distrito en varios cargos. En 1938 renunció a la banca de concejal siendo designado en un puesto provincial. Acompañó como concejal suplente de PDN 1952-1955. Fue detenido en 1954 aproximadamente por un mes en Mercedes.

Integrante de diversas comisiones de la Sociedad Rural de Junín (SRJ) de la que fue secretario, del Club Social y de la subcomisión de Lechería de la Liga Agrícola Ganadera encargada de erigir la planta láctea. Integrante de la Comisión Asesora Municipal que funcionó entre 1955 y 1957. Diputado provincial en 1963-1965. Casado con Ema Raquel Avila, fue padre de José Aníbal (fallecido), Juan Carlos y María Mercedes Ortega".

























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