La laguna que deslumbró a Sarmiento por su paisaje natural y que hoy es un importante centro recreativo, un artículo del diario La Nación


El expresidente visitó Junín en 1884 con motivo de la inauguración del último tramo del ferrocarril Buenos Aires al Pacífico. Entre sus objetivos figuraba la preservación de la fauna, la flora y la riqueza ictícola de sus lagunas y el desarrollo de una estación balnearia y veraniega



Alejandro Rapetti

PARA LA NACION

JUNÍN.- Domingo Faustino Sarmiento fue un enamorado de las lagunas, y una vez que llegó hasta Junín se volvió un efusivo admirador de sus espejos de agua. El expresidente argentino y por entonces Director General de Escuelas de la provincia de Buenos Aires visitó la incipiente ciudad en septiembre de 1884 inaugurando el primer tramo de la línea del Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico (actual Ferrocarril San Martín, que precisamente terminaba en esta ciudad. También llevaba como objetivo la preservación de la fauna y flora de sus lagunas y el desarrollo de una estación balnearia y veraniega.




La laguna Mar Chiquita es una de los espejos de agua encadenados de Junín, junto con laguna de Gómez, Carpincho y Los Patos

A sus 73 años, descendió en la vieja estación del Central Argentino, construida con chapas de zinc, y quedó fascinado por el paisaje natural que se abría frente a sus ojos.

A 260 kilómetros de Buenos Aires, Junín integra distintas lagunas de la cuenca del río Salado, como Mar Chiquita, laguna de Gómez, Carpincho y Los Patos, que luego se continúa hacia Chacabuco, donde se forma la laguna de Rocha, y ya por fuera del partido se extiende hacia Chascomús. Un paisaje natural que hasta hoy permite seguir las huellas del prócer y reconocer algunos lugares donde el “padre del aula” desembarcó para realizar diversas actividades, como la visita que hizo al campo de Emilio José y José María Muñiz, hijos de Javier Muñiz, un famoso médico y colaborador suyo durante su gestión presidencial y primer propietario de la estancia Mar Chiquita.

“Llegó con una comitiva, su médico personal y otras personas que lo acompañaban. Primero fue a Chacabuco, donde fue reconocido y homenajeado; después llegó a Junín, donde lo recibió el Juez de Paz, Vázquez Díez y entre las varias actividades que tuvo, vino a este campo”, relata José Luis Mendizábal, actual propietario de la Estancia Mar Chiquita, un campo de 740 hectáreas ribereños de la laguna homónima donde llegó Sarmiento.



José Luis Mendizábal en el casco de la Estancia Mar Chiquita, que fue visitada por Sarmiento en 1884


“Claramente, el tema de Junín era saber dónde estuvo Sarmiento exactamente. Sabía que había estado alojado en el hotel Valente, ubicado frente a la plaza 25 de Mayo (más tarde llamado 9 de julio), entonces entrevisté a un conserje y me contó que había estado en la habitación 3, que después pasó a ser una especie de depósito para guardar los elementos de limpieza y que en la habitación 4 estuvo alojado un secretario o asistente suyo. Junín tiene una deuda muy grande, que es recuperar esa habitación como lugar de visita y reconocimiento, que está relacionado también con ese enamoramiento que siempre tuvo Sarmiento por las lagunas”, señala por su parte el periodista juninense Roberto Torres, creador del blog juninhistoria.com, donde da cuenta del paso de Sarmiento por zona.

Entre otras cosas, Sarmiento había llegado a Junín con ambiciosos planes, como hacer un centro turístico y productivo, haciendo hincapié en la protección de la fauna y la riqueza ictícola.

“Entre muchos proyectos, una de las actividades que llevó adelante fue analizar las propiedades curativas del barro de las lagunas. Vinieron biólogos especialistas, médicos, y encontraron mucho sodio y potasio, que en esa época se recomendaba para tratar el reuma. Hasta hace poco el Dr. De Miguel, médico histórico de Junín, todavía recomendaba venir a la Mar Chiquita para tratar esas enfermedades”, sigue Mendizábal, sentado en la galería del casco de la estancia, una casona estilo itálico/francés con cinco habitaciones, tres baños, un comedor en el hall del entrada -presumiblemente la sala de fumar- y el comedor principal, a la que se anexa otra dependencia de servicios.

Entre sus proyectos, Sarmiento tenía además la intención de fundar un puerto dentro de la misma laguna Mar Chiquita, donde había un ojo de agua y seis sauces.


En la laguna Mar Chiquita se puede pescar embarcado y hay buen pique de pejerreyes


“De alguna manera, ese puerto simbolizaba otro de los proyectos de Sarmiento, que ya tenía 100 vacas finas lecheras para armar un tambo y hacer una mantequería. Seguramente estaba pensando en la posibilidad de algún desplazamiento a través de la laguna. Yo llegué a conocer algunos de esos sauces. Además, pidió que lo designaran Juez de Paz para preservar la presencia de aves como los flamencos, los cisnes de cabeza negra o los patos, porque decía que Junín era uno de los últimos “asilos” de aves silvestres. Entonces, además de prohibir el uso de armas de fuego, pretendía supervisar eso y comenzar una política de plantaciones. Había tomado contacto con algunos gobernadores y presidentes de otros países para traer plantas y forestar toda esta región”, explica Mendizábal, dedicado también a la actividad tambera como delegado regional y clasificador de la raza Holando Argentino.

El entusiasmo de Sarmiento por la forestación se ve reflejado en varias magnolias que dejó como símbolo de su visita a Junín, dos de las cuales fueron preservadas a través del tiempo, una en la farmacia de Gandini, frente a la plaza principal de Junín, y la otra en el campo de los Muñiz.


La magnolia que llevó Sarmiento como símbolo de su visita a Junín aun se mantiene en pie en la estancia Mar Chiquita


“También se interesó por saber qué tipo de peces había, entonces tiraron la red y salieron pejerreyes, bagres y sardinas –como ahora-, porque incluso tenía proyectado traer algunas especies que se adaptaran a las características de la laguna”, sigue Mendizábal, expresidente de la Sociedad Rural de Junín (1989-1993), concejal y también intendente interino durante la gestión de Abel Miguel.

Todas esas actividades las fue desarrollando Sarmiento en el campo de los Muñiz, y ya de regreso a Junín se organizó una cena homenaje en su nombre en el mismo hotel donde se hospedaba. Fue recibido por las autoridades y agasajado con una torta que simbolizaba la presencia del ferrocarril en Junín.

“A Sarmiento le gustó mucho esa torta, al punto que hizo llamar al cocinero que se llamaba Giacomo y le obsequió 50 pesos de esa época”, sigue Mendizábal el minucioso relato tras los pasos del sanjuanino en sus pagos, que pudo reconstruir a partir de la investigación de René Pérez publicada en el libro Apuntes para la historia de Junín.

Cuenta Mendizábal que para continuar con los homenajes también se organizó un baile en la Municipalidad, que por entonces se ubicaba donde hoy se levanta la iglesia matriz San Ignacio de Loyola. Sarmiento fue al baile y sacó a bailar a una chica de 16 años, Marcela Larrañaga, hija del primer vasco que vino a Junín. También distinguió con medallas a los mejores promedios de los alumnos como un premio al esfuerzo y al estudio para luego emprender un viaje de 100 kilómetros en diligencia a Chivilcoy.

“A pesar de que tenía muchos amigos en Junín, Sarmiento decía que quería cien Chivilcoy, porque Chivilcoy había tenido un fraccionamiento de parcelas muy parecido a San Francisco, Estados Unidos, donde había parcelas no demasiado grandes con autonomía económica. Tal es así que tiene un reconocimiento importante en Chivilcoy por eso, a diferencia de Junín, donde había grandes establecimientos como este o el de Emilio Mitre, de extensiones más o menos importantes”, explica José Luis.

Algunas publicaciones incluso hablan de “la expedición de Sarmiento”, porque no dejaba de ser una época complicada. Pocos años antes, en la década de 1870, Ataliva Roca, uno de los hermanos del entonces presidente que vivía en Junín y manejaba un grupo de combate que se llamaba Los Lanceros de Junín, había sofocado un avance muy importante de originarios que venían de la zona de Rojas. Pero esa ya es otra historia.

Datos útiles

Cómo llegar

En auto: desde Buenos Aires son 260 kilómetros por Acceso Oeste / RN 7. Hoy la autopista está finalizada y operativa hasta Carmen de Areco y luego de Chacabuco a Junín está finalizado también y están trabajando en el tramo Carmen-Chacabuco). En tren. Ferrocarril San Martín: sale de Retiro todos los días 18.15 y llega 23.5. Regreso todos los días desde Junín a las 0.50 y llega a retiro a las 6.30 AM. El pasaje en Pullman cuesta 378 pesos y en primera 315 pesos. En ómnibus: el pasaje sale entre 2700 y 3200 pesos.

Dónde dormir

Posada del Sol: Camino Costero (Parque Natural Laguna de Gómez). La posada para cuatro personas por día cuesta 14 mil pesos; para 6 personas, 17 mil pesos. Contatco +54 9 236 426 8877 (posada). Más información: posadadelsoljunin.com.ar.

Hotel Casa Viva (Cabrera 221) Precio para dos personas es de 12 mil pesos la noche (con desayuno). Informes: (236) 15 4410122.

Alojamiento temporario: Soya Departamentos, 25 de Mayo 392 (236) 4624615; Departamentos Luxury, Alberdi 70; Paraguay 206 y Lavalle126 (236) 4597029.

Dónde comer

La casona del fiambre. Frente a la estación del ferrocarril Agustín Roca (Roca). El Boliche de los Pobres (25 de mayo 77); Restaurante Tercer Tiempo (Roque Sáenz Peña 440); Restaurante Andi (Remedios de Escalada de San Martín 13); Restaurante El Pueblo (Urquiza y Colectora Favaloro); Hard Bard (Parque Nacional Laguna de Gómez). Chacra La Granja (chacralagranja.com.ar).

Centro de información Turística. Mitre 16 (236) 4631622 y (236) 4225250) turismo@junin.gob.ar. Abierto de lunes a domingo de 8 a 18.

Centro de Información Turística en Parque Nacional Laguna de Gómez (PNLG). Sábado y domingo, de 9.30 a 16. Informes: (236) 4516948.

Alejandro Rapetti

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