El mismo año que se aprueba la ley de educación gratuita, Sarmiento visita Junín y se enamora de sus lagunas

 


Cómo fue la agenda que el ex presidente desarrolló en suelo juninense: Su visita a la laguna El Carpincho, banquete en su honor en hotel Valente, baile en la Municipalidad. Quien era la joven juninense que lo acompañó en esa velada. También entregó medallas a los mejores alumnos juninenses de la época.


1884: En el año que lograba la sanción de su viejo proyecto de ley de educación gratuita, laica y obligatoria, que llevará el número 1.420, Domingo Faustino Sarmiento visita Junín con motivo de la inauguración del último tramo del ferrocarril Buenos Aires al Pacífico que precisamente terminaba en nuestra ciudad (actual Ferrocarril San Martín). Llegó entonces a la vieja estación del Central Argentino, construida con chapas de zinc, que estaba ubicada en la intersección de las actuales Cabrera y avenida San Martín (la segunda estación del Central Argentino se construiría posteriormente en el sitio donde más tarde se erigiría la primera terminal de Omnibus)

Lo acompañaba una nutrida comitiva integrada entre otros por el doctor Madero, su médico personal, el ingeniero Víctor Pretor Freire, el contratista de las obras ferroviarias, señor Juan Clarck; el ingeniero Juthaus; los señores Sánchez, Malmen y Zavalla; los ingenieros Francisco Morsi y Carlos Maschutri (este luego fue ministro de Obras Públicas de la Nación), Eduardo Maschuri y el doctor Laspiur.

Vale mencionar que en 1884 era presidente por segunda vez Julio Argentino Roca.

A LA MAR CHIQUITA, PRIMERA PARADA 

La primera actividad cumplida en suelo juninense fue la visita a la laguna Mar Chiquita acompañado por algunos de los viajeros y vecinos de Junín, a la que se le cambió el nombre por el de "Mar Sarmiento" en su homenaje y en reconocimiento por la importancia que le había dado al vislumbrar la posibilidad de convertir a estas fuentes de aguas naturales en sitios de esparcimiento.

También visitó el establecimiento de campo "La Escondida".

TERCER PUNTO DE LA AGENDA JUNINENSE DE SARMIENTO: BANQUETE EN EL HOTEL VALENTE

Entre las celebraciones realizadas en su honor se recuerda el banquete servido en el hotel "Valente" del cual participaron los señores Mauricio Sonzini, Pedro Elizalde, José Larghi y su sobrino Alfredo Gandini, Daniel Guido, los hermanos Agustín, Ramón, Adolfo y Benjamín Montenegro; el cochero que lo condujo en su recorrido por Junín de apellido Anolles; Severo Medina, Angel Viganó, Tancredi Tosco y Manuel Valente, dueño del hotel anfitrión.

El hotel Valente funcionaba en la esquina de las actuales calles Mitre y Lebensohn frente a la plaza "25 de Mayo". En ese lugar estuvo por varios años el antiguo hotel Buenos Aires y más tarde el 9 de Julio.

Era propiedad de don Antonio Valente que llegó a Junín siendo muy joven. Su padre -estamos hablando del siglo 19- había sido dueño de una quinta en la Capital Federal donde se instaló luego el Hospital Italiano -en la actual calle Tte. Gral. Juan Domingo Perón 4190-. También tuvo restaurante en ese sitio.

Antonio Valente tenía un hijo llamado cariñosamente Pililo, que tenía 11 años cuando Sarmiento visitó Junín. Su nombre era Manuel y con el correr de los años fue dueño del terreno de la calle Rivadavia donde se instaló posteriormente la usina local. Allí tuvo una cochería con servicio de volantas y coches, hasta que vendió el inmueble al señor Vacarreza que instaló en él la usina.

Las copas utilizadas en el brindis al término del banquete y de las cuales bebió Sarmiento eran de cristal y pertenecían a la familia Valente.

Al finalizar el banquete fue servido un postre bañado en caramelo, con la forma de una máquina de ferrocarril y algunos vagones El realizador fue el confitero Giácomo, de grandes bigotes, gorro blanco y prolija indumentaria. Sarmiento encantado por lo bien preparado del plato felicitó al hombre y le dio una propina de 50 pesos.

DESPUES, BAILE EN LA MUNICIPALIDAD

En homenaje al visitante se llevó a cabo una velada de gala en los salones de la Municipalidad que entonces se encontraba donde actualmente está la iglesia matriz San Ignacio de Loyola. Por aquellos tiempos los caballeros acostumbraban a invitar a las damas a bailar o bien a recorrer el salón tomados de la mano.

"Sarmiento cumplimientó la costumbre e invitó a pasear por la sala a la señora Marcela Larrañaga, que tenía entonces 16 años" cuenta el historiador juninense Roberto Carlos Dimarco (fallecido el 10 de octubre de 2015). Y agrega: "La joven vestía de color rosa, con zapatos en el mismo tono y emocionada, acompañó al famoso huésped".

La joven era hija del primer vasco nativo que llegò a nuestra ciudad en el siglo 19. Era dueño de un hotel y fonda ubicado en el lugar donde actualmente está el hotel Avenida en la calle Arias, entre Saavedra y Mitre y falleció en el año 1947.

Firma de Sarmiento que aparece al pie de una carta que envió al Juez de Paz de Junín, Pedro Aparicio el 19 de octubre de 1860.

La señorita Marcela Larrañaga, que acompañó a Sarmiento en el baile ofrecido en su honor en los salones de la Municipalidad.

TAMBIEN ENTREGO MEDALLAS A LOS MEJORES ALUMNOS

Otro hecho que se recuerda fue la entrega de medallas a los mejores alumnos de entonces por el "Premio a la Aplicación".


LA MAGNOLIA

En su visita a Junín, Sarmiento trajo varias plantas que distribuyó en diversas fincas. Una de ellas es una magnolia que plantó él mismo en la casa de don Vicente Gandini, que entonces tenía instalada una farmacia frente a la plaza principal.

Aquella variedad fue conocida por todos y posiblemente uno de los recuerdos físicos que fueron más advertidos por la población, destaca el historiador juninense Roberto Carlos Dimarco.


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