Escribano a "La Gaceta Mercantil": Dorrego era "un caudillo que ya no revestía autoridad y cuya libertad podía traer grandes males a la Patria"

 


Una serie de artículos publicados en diarios de la época, especialmente en La Gaceta Mercantil, sientan las posiciones enfrentadas de las partes: en todas se coincide en remarcar el protagonismo y la traición de Escribano a la que Angel Pacheco -en otra publicación periodística- califica de "indigno".  El fundador de Junín se anima a dar su versión de los hechos a la opinión pública.


En diarios de la época se reflejó el fusilamiento de Dorrego y su connotación política e inclusive hasta en la pluma de los protagonistas como la del mismísimo Bernardino Escribano quien da a conocer a la opinión pública el motivo de la traición a Dorrego y que lo tomara prisionero.

En el periódico El Tiempo, del sábado 13 de diciembre de 1828 Nro. 183 ( En el Boletín del Gobierno Provisorio Nro 6 del día 15, aparece la nota del Gral. Lavalle asumiendo la responsabilidad del fusilamiento de Dorrego) Así aparece la siguiente publicación:

"El Coronel Dorrego, después de haber hecho derramar mucha sangre en Navarro, sin objeto y por venganza, corría la campaña como un fugitivo y en dirección a Santa Fe. En Navarro sacrificó a los infelices, pero él se puso a salvo: la provincia sin embargo, parece que no quiere tolerar por más tiempo los grandes crímenes.

A persuasión de su hermano el señor don Luis, el ex gobernador Dorrego se acogió a la división del Sr-. Coronel D. Angel Pacheco que regresaba de perseguir con tesón a los bárbaros y bandidos que han asolado parte de la campaña de Santa Fe: el señor D. Luis Dorrego se equivocó mucho en sus esperanzas, porque no bien se presentó su hermano entre aquella tropa, cuando fue preso. Una grande escolta de húsares lo conducía a la capital al mando del comandante Escribano, pero se no ha informado que el gobierno sustituto ha librado una orden a las 11 de la noche para que la escolta se vuelva y conduzca al coronel Dorrego al cuartel general del Sr. Gobernador D. Juan Lavalle. Allí encontrará el señor Dorrego cubierto de cadáveres y sangre el campo del que desapareció el día 9. Allí están sus víctimas, arrastradas con engaños a la muerte. El cielo es justo".

El coronel Angel Pacheco ha sido amigo de Dorrego. La publicación aparecida en "El Tiempo" donde indirectamente se le hace partícipe de la detención del Gobernador, crea en él una violenta situación, que lleva a escribir otra nota que aparece publicada en "La Gaceta Mercantil", del martes 16 de diciembre de 1828:

"SS.EE. de la Gaceta Mercantil:

He leído en el número 183 del "Tiempo" publicado el sábado último un párrafo en que se habla de la prisión del señor Dorrego y se dice haber sido en la división de mi mando: de esta, sólo estaba el Regimiento de Husares y cien hombres del 2dp los demás cuerpos en marcha para sus cantones. El Teniente Coronel Escribano lo ha hecho aprehender con una torpe perfidia; por mi parte no lo he podido evitar y siempre he mirado estos hechos como indignos de un oficial cuya divisa debe ser el honor y la generosidad. Ruego a ustedes, Sres. Editores, publiquen estas líneas en la que está interesada la delicadeza de su atento. S.S.Q.B.S.M. ANGEL PACHECO"

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El Ministro de Gobierno Dr. Juan José Díaz Vélez, sin duda sorprendido por la publicación, procedió de inmediato y conforme al contenido de la siguiente nota que eleva a Lavalle con fecha 16 de diciembre de 1828:

"Excmo Señor:

El Secretario General que suscribe, ha recibido orden del Gobierno Delegado para poner en el conocimiento de S.E. el señor Gobernador provisorio, que a consecuencia de la publicación hecha en la GACETA MERCANTIL, de este día por el Coronel D. Angel Pacheco que se incluye en copia, ha dispuesto que el expresado Jefe sea puesto a bordo de un buque de guerra hasta la decisión de S.E.

El carácter de este artículo ha llamado la atención del Gobierno delegado no sólo con el objeto de precaver un lance de honor con el Teniente Coronel Escribano, sino muy especialmente con el de cortar toda aspiración por parte de la facción derrocada que hallaría en el Coronel pacheco un apoyo para continuar en sus miras hostiles contra la nueva administración de la Provincia.

Al participar al señor Gobernador provisorio, el infrascripto secretario general le ofrece los sentimientos de su más distinguida consideración .

JOSE MIGUEL DIAZ VELEZ

El diario "El Tiempo" informaba al respecto en su edición del miércoles 17 de diciembre de 1828 Nro. 187:

"Ayer, como a las 12 del día, fue puesto en arresto a bordo de un bergantín de guerra nacional el señor Coronel D. Angel Pacheco. Aunque suponemos el motivo de su prisión, no podemos sin embargo asegurarlo. Se nos ha informado que permanecerá en dicho arresto hasta que resuelva lo conveniente el Sr. Gobnernador en campaña en cuya noticia se ha puesto la causa que lo ha motivado".

LA RESPUESTA DE ESCRIBANO

A raíz de la publicación aparecida en "La Gaceta Mercantil", firmada por el Comandante Angel Pacheco, refiriéndose a la detención de Manuel Crispulo Bernabé Dorrego por el Comandante Escribano, éste, luego de referir que "la casualidad de hallarse en el campo con su familia ha demorado la publicación de este papel", hace pública su respuesta.

El citado documento expresa lo siguiente:

"EL COMANDANTE ESCRIBANO AL PUBLICO

No es ciertamente el mejor recursos de un militar de honor para desahogarse de un gran sentimiento, apelar a la pluma, desentendiéndose de la espada; pero ya que el coronel pacheco ha elegido esta arma, yo diré cuatro palabras a su remitido en LA GACETA del martes 16 del corriente, sobre la prisión del coronel Dorrego.

Dos objetos parece que se ha propuesto el Coronel en su exposición: 1) Vindicarse de que se le atribuye indirectamente en el número 183 del TIEMPO haber contribuido a la prisión del señor Dorrego; 2) clasificar el procedimiento del Regimiento de Húsares y de sus jefes de un modo odioso y ultrajante.

En cuanto a lo primero, el señor Pacheco ha tenido muchos deseos de ostentarse en el público, porque ni el TIEMPO ni nadie, le ha atribuido el honor de haber llenado aquel deber hacia la Patria, poniendo en manos de la autoridad constituida por el pueblo un fugitivo tan peligroso como el señor Dorrego; tampoco hay quien ignore que el señor Pacheco seguía entusiasta la causa de aquel ex gobernador y que, fuese por grandes promesas o fuese por inclinación natural a la marcha noble y decente de su administración, el señor Pacheco era su antiguo y ciego prosélito.

Puede estar seguro el señor Coronel que nadie ha retenido ni se atreverá a despojarlo de este honor y sin su remitido a LA GACETA  no habría quien sospechase siquiera que era capaz de desviarse de la secta de un gobierno en cuyos principios parece tener afinidad la fe política del señor Pacheco.

Al menor así es preciso hacerlo cuando se ha lanzado con tanta intrepidez en estas circunstancias, contra el actual orden de cosas; sus compañeros de armas; contra el ejército al que ha pertenecido y sobre todo contra la opinión pública pronunciada de un modo tan clásico en odio de la marcha militar y gobernativa del señor Dorrego.

Todo esto quiere decir su comunicado cuando dirigiéndose a mi persona, clasifica de doble perfidia la prisión de aquel Jefe y el movimiento del Regimiento de Húsares de hechos indignos de un oficial cuya divisa debe ser el honor y la generosidad. El señor Pacheco me insulta directamente: pero a esto no es la pluma lo que debe contestar; es más justo decir que la torpeza y la perfidia es la de quien procedió con tanta decisión y en un sentido, que en otras circunstancias se habría manejado de otro modo. Sépase que el señor Pacheco, al ver el movimiento de todo el Regimiento de Húsares y derrotado el señor Dorrego me dijo que demasiadas indicaciones había hecho para que se hubiese cortado con él; lo mismo se expresó con un ayudante del regimiento, lo que quiere decir que el señor Pacheco hubiese estado por la torpeza y la perfidia si se hubiera tenido en él desde el principio, la confianza que no inspiraba su adhesión al ex gobernador Dorrego.

Dicho esto, de nada vale el fanatismo con que se produce el señor Coronel porque nada ha habido de torpe ni de pérfido en aquel acto; ni un militar es sin honor y poco generoso porque se asegura la persona de un caudillo que ya no revestía autoridad y cuya libertad podía traer grandes males a la Patria; la salud de esta es primera que toda consideración personal y un oficial de honor debe mirar antes por el bien general que por compromisos de partido. El señor Dorrego ni era mi amigo ni fue a implorar la protección de los jefes y oficiales que lo prendieron. Nada hay de perfidia desde esto falta y el señor Pacheco debió imponerse del valor de las voces siquiera antes de valerse de la prensa.

El honor reclama no traicionar sus deberes, y el señor Pacheco cuando echa menos aquél, debió fijar éstos, todo lo demás es charlar.

La generosidad es la primera virtud de un militar, pero no es ciertamente la prisión del señor Dorrego el acto que puede clasificarse de poco generoso y si el señor Pacheco quería estrellarse contra lo que se ha obrado, debía tener fibra para contrarrestar de frente a lo que ataca en mi persona. El público a quien hago el homenaje de esta contestación glosará en todos los demás respectos el procedimiento del señor coronel pacheco; bien seguro de que el que firma ha probado con una buena conducta franca y constante, que pertenece a las cosas y no a las personas: que ama más a la patria que a los partidos; que conoce el honor bien entendido y que es generosos como debe serlo el que empuña la espada para defender la independencia del país, la libertad del ciudadano.

Buenos Aires, diciembre 19 de 1828.

BERNARDINO ESCRIBANO"


(Fuente: Junín, Fundación y Gobierno, de Jorge Guillermo Howden)

ADHIEREN AL CICLO HISTORIAS FUNDACIONALES HACIA LOS 194 AÑOS DE JUNIN

























   













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