La incidencia y tarea de Juan B. Justo en la creación de bibliotecas populares en Junín. La biblioteca aparecía como una alternativa entre el boliche y los viejos comités y con el fin de que los jóvenes tengan la posibilidad de recrearse intelectualmente y que les sirviera de de escuela para incrementar los conocimientos en todos los aspectos del saber, interpretar lo que se lee y discernir la verdad del engaño.
En un diálogo extenso que mantuve en abril de 1999 con Dante Balestro (1912-2004) hablamos del ayer del Barrio Belgrano y también de la biblioteca "Florentino Ameghino", la que en 2017 cumplió su primer siglo de vida institucional. Al contar el origen de la biblioteca de calle Padre Ghío comenzó recordando que la primera biblioteca pública en Junín, que se llamó Centro Social Democrático, fue fundada por el doctor Juan B. Justo con cuyo nombre se la pasó a llamar al fallecimiento de este.
"El doctor Justo -contó-viene a Junín en 1900 por motivo de que él quería contactarse en forma directa con los chacareros arrendatarios para ver en qué condición estaban porque él tenía información que no había ninguna ley que los indemnizara". Los chacareros arrendatarios alquilaban un predio al dueño y cuando al propietario se le ocurría, le exigía la entrega del terreno y estos (los chacareros arrendatarios) debían irse.
"Les permitían levantar la cosecha que ya tenían sembrada y después debían dejar el terreno. La mejora que el chacarero le introdujo al campo porque refinar la tierra para sembrarlo exige gastar herramientas y horas de trabajo no les era reconocido como tampoco el rancho de paja y barro que levantaba para vivir", dijo Balestro hablando de una época pasada en los fines del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX.
La intención del doctor Justo (foto a la derecha) era interiorizarse sobre esa situación con el fin de elaborar un proyecto de ley para que se le pague al chacarero una indemnización por los trabajos hechos y por la vivienda levantada que después debía romper.
En Junín estuvo el doctor Juan B. Justo durante más de tres años y aquí nacieron dos de sus hijos. Dante Balestro siguió su relato diciendo que "además de atender su función, de visitar las chacras, también fundó la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos, bibliotecas, sindicatos y fue el primer director del Hospital de Caridad, luego San José.
"El consideraba -señaló Balestro- que había que educar al pueblo. Se debían formar cooperativas y sociedades de socorro mutuo para que no faltara en ningún grupo humano la solidaridad".
Así en el año 1901 nace la primera biblioteca que hoy lleva el nombre de Juan B. Justo.
LA CREACION DE LA "FLORENTINO AMEGHINO"
Un salto en el tiempo en el relato que Dante Balestro (foto a la izquierda) me hizo en esa tarde de abril de 1999 en su casa de calle Roque Sáenz Peña en su querido y entrañable barrio Belgrano,
Ya la biblioteca "Juan B. Justo" no era la única en Junín porque se habían fundado la "Olegario V. Andrade" en 1908, la "Juventud Estudiosa" en calle España en 1909 y después la siguió la "Florentino Ameghino", en 1917.
"En las dos primeras décadas del siglo se fundaron casi todas las bibliotecas. Creo que la última que se fundó fue ya en la década de 1930, la "Nueve de Julio", por los obreros y empleados de los talleres metalúrgicos de Mattiazzi", señaló.
Balestro, al hablar sobre los orígenes de la "Florentino Ameghino" dijo que "los muchachos que trabajaban en el ferrocarril concurrían a la sala de lectura de la biblioteca "Juan B. Justo". Allí se recibían los diarios La Prensa y La Nación. Un día ven con grandes titulos: "Mañana, 6 de agosto, se cumple el sexto aniversario de la muerte del sabio Florentino Ameghino". Y así surgió en forma espontánea de uno de los muchachos: "Fundamos mañana una biblioteca con el nombre de Florentino Ameghino y nos vamos a juntar en el barrio de Tierra del Fuego".
Así al día siguiente, la primera reunión se hizo en la peluquería de Tisera, en calle Jean Jaures al 20 y en cuyo local vio la luz esta biblioteca del barrio Belgrano el sábado 8 de agosto de 1917.
Constituida desde entonces en un foco de radiación de la cultura antes de su sede actual en calle Padre Ghío en una habitación anexa a la peluquería de don Martín Tisera y posteriormente cambió dos veces más de domicilio en la calle Rivadavia, el primero antes de llegar al 800 y luego en la vereda de enfrente de una de las habitaciones de la casa que pertencía a Di Tommaso.
La biblioteca aparecía como una alternativa entre el boliche y los viejos comités y con el fin de que los jóvenes tengan la posibilidad de recrearse intelectualmente y que les sirviera de de escuela para incrementar los conocimientos en todos los aspectos del saber, interpretar lo que se lee y discernir la verdad del engaño.
Otro de los domicilios de la biblioteca fue en Ituzaingó y Rivadavia; después a la casa de Freda, media cuadra del lugar anterior avanzando por la vereda de los números pares, tras esto, se trasladó la biblioteca enfrente hasta la década de 1970 en donde pasó a funcionar en un salón cedido por la Escuela 16 en Siria y Quintana.
En 1979 se comenzó a construir el edificio actual en un terreno propio que había sido adquirido con la idea de que la biblioteca no saliera nunca del barrio.
La comisión fundadora estuvo integrada de la siguiente manera:
Secretario general: Pedro Martinelli; secretario de actas: Mariano Pozzi; tesorero: Martín Tisera; vocales: Lorenzo Andrade, Javier Castro, Juan Pena, César Signoni.
Además se debe mencionar a familias que se destacaron por su colaboración con la biblioteca: Palumbo, Amaya, Lucaroni, Baldasari, Balestro, Giufre y otros, pero seobre todo se debe destacar la militancia de la familia Scheidegger que eran varios hermanos y todos trabajaron en la biblioteca formando parte de la comisión, tal como lo destacó Dante Balestro, quien ejercía la presidencia de la "Florentino Ameghino" en la década de 1990 y en el año que le hice este reportaje. Actualmente (2018) Héctor Pellizzi es el secretario general de la comisión directiva
EL CENTENARIO - AGOSTO DE 2017
IMAGENES DEL CENTENARIO
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
En un diálogo extenso que mantuve en abril de 1999 con Dante Balestro (1912-2004) hablamos del ayer del Barrio Belgrano y también de la biblioteca "Florentino Ameghino", la que en 2017 cumplió su primer siglo de vida institucional. Al contar el origen de la biblioteca de calle Padre Ghío comenzó recordando que la primera biblioteca pública en Junín, que se llamó Centro Social Democrático, fue fundada por el doctor Juan B. Justo con cuyo nombre se la pasó a llamar al fallecimiento de este.
"El doctor Justo -contó-viene a Junín en 1900 por motivo de que él quería contactarse en forma directa con los chacareros arrendatarios para ver en qué condición estaban porque él tenía información que no había ninguna ley que los indemnizara". Los chacareros arrendatarios alquilaban un predio al dueño y cuando al propietario se le ocurría, le exigía la entrega del terreno y estos (los chacareros arrendatarios) debían irse.
"Les permitían levantar la cosecha que ya tenían sembrada y después debían dejar el terreno. La mejora que el chacarero le introdujo al campo porque refinar la tierra para sembrarlo exige gastar herramientas y horas de trabajo no les era reconocido como tampoco el rancho de paja y barro que levantaba para vivir", dijo Balestro hablando de una época pasada en los fines del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX.
La intención del doctor Justo (foto a la derecha) era interiorizarse sobre esa situación con el fin de elaborar un proyecto de ley para que se le pague al chacarero una indemnización por los trabajos hechos y por la vivienda levantada que después debía romper.
En Junín estuvo el doctor Juan B. Justo durante más de tres años y aquí nacieron dos de sus hijos. Dante Balestro siguió su relato diciendo que "además de atender su función, de visitar las chacras, también fundó la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos, bibliotecas, sindicatos y fue el primer director del Hospital de Caridad, luego San José.
"El consideraba -señaló Balestro- que había que educar al pueblo. Se debían formar cooperativas y sociedades de socorro mutuo para que no faltara en ningún grupo humano la solidaridad".
Así en el año 1901 nace la primera biblioteca que hoy lleva el nombre de Juan B. Justo.
LA CREACION DE LA "FLORENTINO AMEGHINO"
Un salto en el tiempo en el relato que Dante Balestro (foto a la izquierda) me hizo en esa tarde de abril de 1999 en su casa de calle Roque Sáenz Peña en su querido y entrañable barrio Belgrano,
Ya la biblioteca "Juan B. Justo" no era la única en Junín porque se habían fundado la "Olegario V. Andrade" en 1908, la "Juventud Estudiosa" en calle España en 1909 y después la siguió la "Florentino Ameghino", en 1917.
"En las dos primeras décadas del siglo se fundaron casi todas las bibliotecas. Creo que la última que se fundó fue ya en la década de 1930, la "Nueve de Julio", por los obreros y empleados de los talleres metalúrgicos de Mattiazzi", señaló.
Balestro, al hablar sobre los orígenes de la "Florentino Ameghino" dijo que "los muchachos que trabajaban en el ferrocarril concurrían a la sala de lectura de la biblioteca "Juan B. Justo". Allí se recibían los diarios La Prensa y La Nación. Un día ven con grandes titulos: "Mañana, 6 de agosto, se cumple el sexto aniversario de la muerte del sabio Florentino Ameghino". Y así surgió en forma espontánea de uno de los muchachos: "Fundamos mañana una biblioteca con el nombre de Florentino Ameghino y nos vamos a juntar en el barrio de Tierra del Fuego".
Así al día siguiente, la primera reunión se hizo en la peluquería de Tisera, en calle Jean Jaures al 20 y en cuyo local vio la luz esta biblioteca del barrio Belgrano el sábado 8 de agosto de 1917.
Constituida desde entonces en un foco de radiación de la cultura antes de su sede actual en calle Padre Ghío en una habitación anexa a la peluquería de don Martín Tisera y posteriormente cambió dos veces más de domicilio en la calle Rivadavia, el primero antes de llegar al 800 y luego en la vereda de enfrente de una de las habitaciones de la casa que pertencía a Di Tommaso.
La biblioteca aparecía como una alternativa entre el boliche y los viejos comités y con el fin de que los jóvenes tengan la posibilidad de recrearse intelectualmente y que les sirviera de de escuela para incrementar los conocimientos en todos los aspectos del saber, interpretar lo que se lee y discernir la verdad del engaño.
Otro de los domicilios de la biblioteca fue en Ituzaingó y Rivadavia; después a la casa de Freda, media cuadra del lugar anterior avanzando por la vereda de los números pares, tras esto, se trasladó la biblioteca enfrente hasta la década de 1970 en donde pasó a funcionar en un salón cedido por la Escuela 16 en Siria y Quintana.
En 1979 se comenzó a construir el edificio actual en un terreno propio que había sido adquirido con la idea de que la biblioteca no saliera nunca del barrio.
La comisión fundadora estuvo integrada de la siguiente manera:
Secretario general: Pedro Martinelli; secretario de actas: Mariano Pozzi; tesorero: Martín Tisera; vocales: Lorenzo Andrade, Javier Castro, Juan Pena, César Signoni.
Además se debe mencionar a familias que se destacaron por su colaboración con la biblioteca: Palumbo, Amaya, Lucaroni, Baldasari, Balestro, Giufre y otros, pero seobre todo se debe destacar la militancia de la familia Scheidegger que eran varios hermanos y todos trabajaron en la biblioteca formando parte de la comisión, tal como lo destacó Dante Balestro, quien ejercía la presidencia de la "Florentino Ameghino" en la década de 1990 y en el año que le hice este reportaje. Actualmente (2018) Héctor Pellizzi es el secretario general de la comisión directiva
EL CENTENARIO - AGOSTO DE 2017
IMAGENES DEL CENTENARIO
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Comentarios
Publicar un comentario