1875: Preocupación por generar un fuerte impulso a la educación

El impulso a conformar una biblioteca popular. El aporte provincial para la construcción de una escuela.


1875. Este año se intensifican los trabajos por el progreso educacional de Junín.
En efecto, el 19 de julio la Municipalidad dispone la creación de una biblioteca popular nombrándose presidente de la misma a don Natalio Borges, que era, también "municipal de instrucción pública".

El 17 de septiembre se autoriza a Arminda L. de Portela para establecer una escuela para niñas, a cuyo efecto se le asignó la suma de 500 pesos mensuales.
Por su parte, la Provincia, el 23 de octubre dicta una ley promulgada el 27 en la que resuelve autorizar al Poder Ejecutivo para invertir hasta la suma de $ 300 mil para la construcción de una escuela en Junín.
El texto de la ley disponía:
Art. 1.- Autorízase al Poder Ejecutivo para invertir hasta la suma de trescientos mil pesos moneda corriente, en la construcción de un edificio público para las escuelas de ambos sexos en el pueblo de Junín.
Art. 2.- La Municipalidad contribuirá a dicha obra con el terreno necesario y con un valor de cincuenta mil pesos en materiales.
Art. 3.- El gasto que demande la ejecución de esta ley, se imputará a los fondos depositados en el Banco de la Provincia con destino a la creación de escuelas.
Art. 4.- Los planos para esta obra serán proyectados por el Departamento de Ingenieros.
Art. 5.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Al conocer el texto de esta ley, la Municipalidad que, según se disponía, estaba obligada a contribuir con materiales por valor de 50 mil pesos resolvió en la sesión del 16 de noviembre de 1875, en virtud de que no disponía de dinero suficiente, para cumplir esa obligación, autorizar a su presidente "para tomar por medio de dos firmas de esta localidad, dichos dineros de la sucursal del Salto, y poner como garantía hipotecaria a favor de los dos señores que faciliten su firma los terrenos de chacra que posee la Municipalidad hasta tanto no quede cancelada esa deuda, obligando en documento separado si fuese necesario, a la Municipalidad que preside, al pago trimestral de las amortizaciones, e interses, con dicha cantidad con arreglo a los estatutos de la Oficina de descuentos".
Es digno de destacar la actitud de estos vecinos que trataban por todos los medios posibles de contribuir al desarrollo educacional de su pueblo, a pesar de la angustiosa situación económica por la cual se atravesaba. Más aún, si consideramos que en la misma sesión municipal a que se ha hecho referencia, su presidente informó que por carecer de fondos no se habían abonado, todavía, los sueldos correspondientes a los empleados públicos.

El presidente de esa empeñosa municipalidad era don Antonio Timote.

 (Fuente:"Apuntes para la Historia de Junín", René Pérez, 1950)




























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