Hacía trabajar como capataz de su estancia a un carabinero del Fuerte. Fue investigado por Rosas pero murió antes de que concluyera el sumario. Se trataba de Mariano García quien ejerció de manera despótica, absolutista y parcial. Las consecuencias de su desenfreno fueron funestas para Federación.
Meneses había acompañado a Rosas en la famosa expedición al desierto del año 1833 con el grado de sargento mayor. De esa expedición marcharon también varios hombres que tendrían lugo destacada actuación en Federación, como el general Angel Pacheco, el coronel Pedro Ramos, el teniente coronel José María Flores y los sargentos mayores Bernardo Echavarría y el mencionado Meneses.
Este último era un militar de gran cultura que cuando fue primer ayudante del mayor general del ejército, Angel Pacheco, compuso un diario geográfico, político y militar que comprendía desde la Guardia del Monte hasta el Río Negro. (ver más sobre la campaña de Rosas al desierto haciendo click acá)
A fines de 1835, el coronel García contrajo una enfermedad de cierta gravedad. Como el mal iba en aumento, Meneses lo puso en conocimiento de Rosas el 9 de febrero de 1836, solicitando al mismo tiempo un reemplazante definitivo del enfermo en la comandancia del Federación.
Descontaba Meneses que sería él el sucesor del comandante García y que en tal sentido el gobierno lo confirmaría en el cargo que provisoriamente desempeñaba. Sin embargo Rosas designó comandante de Federación al teniente coronel comandante del escuadrón de línea del Regimiento 4, José Corvalán, disponiendo al mismo tiempo que el coronel Pedro Ramos ocupara la vacante dejada por Corvalán.
Así lo hacía saber al propio Meneses el edecán de Rosas por medio de la siguiente nota:
¡Viva la Federación!
El Coronel Edecán Manuel Corvalán, Buenos Aires febrero 11 de 1836. Año 27 de la Libertad, 21 de la Independencia y 7 de la Confederación Argentina.
Al Teniente Coronel Grado Mayor en el Fuerte Federación Dn. Antonio Félix de Meneses El infrascripto ha recibido orden del Excmo. Gobernador de la Provincia nuestro Ilustre Restaurador de las Leyes Brigadier Juan Manuel de Rosas para dirigirse a V.S. y contestar la nota de fecha 9 del presente en que avisa por disposición del Jefe accidental Depatamento del Norte el mal estado de su salud en cuya virtud pide permiso a S.E. el referido Jefe para baja a esta ciudad a reponerse.
El excmo Sr. Gobernador con vista de ella, ha dispuesto que desde luego puede bajar a esta ciudad el enunciado Jefe a curarse como lo solicita, por o que ha ordenado que el Teniente Coronel Corvalán Comandante del Escuadrón de línea Nro. 4 regrese sin demora a ese Fuerte Federación a recibirse de la Comandancia accidental de él, debiendo entretanto lleguen desempeñar Ud. esas funciones.
Que la Comandancia accidental del Regimiento Nro.. 4 la desempeñe accidentalmente el Coronel Pedro Ramos, residente en esta capital. en cuya virtud ordena igualmente S.E. se circulen a los comandantes los avisos necesarios y al efecto.
Todo lo que de orden de S.E. lo podrá Ud. en conocimiento del Coronel Comandante accidental del Departamento Dn Mariano García a los fines consiguientes..."
(ARCHIVO GENERAL DE LA NACION SV. C XXVI, A 3 Legajo 4 Borrador de puño y letra de Rosas para Manuel Corvalán)
La contrariedad que estas desinaciones produjeron en el ánimo de Meneses fue tal que en presencia de varias personas pronunció frases hirientes contra Rosas. Esa actitud fue de inmediato comunicada a Rosas por Corvalán, haciéndole presente además que Meneses era perjudicial en el fuerte por "díscolo y chismoso". Como consecuencia de todo ello, el 30 de marzo, Rosas ordenaba la detención de Meneses la que fue cumplida el 11 de junio.
COMO ESTABA EL FEDERACION AL LLEGAR CORVALAN
José Corvalán se hizo cargo de la comandancia el 23 de febrero de 1836. Su predecesor Mariano García, no se había preocupado más que en perseguir a los unitarios o presuntos unitarios del fuerte y pueblos vecinos, abandonando, lamentablemente los intereses de la población. Ejerció sus funciones de manera despótica, absolutista y parcial. Las consecuencias de su desenfreno fueron funestas para Federación.
Sintetizando, puede decirse que García encarnó perfectamente al tipo de comandante descripto por Sarmiento en "Facundo".
Por otra parte, García era dueño de una pulpería que trabajaba sin abonar la patente correspondiente a comercios de ese rubro. Por último hacía trabajar como capataz de su estancia a un carabinero del fuerte.
Corvalán describe la triste situación en que García había sumido al Fuerte. El 27 de marzo de 1836 dirigió a Rosas la siguiente nota:
"Tengo la honra de poner en conocimiento de V.E. que no he recibido en este punto ningún archivo de comunicaciones por mi inteligencia por hallarse este en casa del señor Coronel García y no haber dejado órdenes para que se me entregue, que los caciques de los indios amigos vienen los más de los días a aparece a este fuerte y me piden aguardiante y yerba que existe en el Almacén del Estado, que no tengo una instrucción para saber las libras de carne que le corresponda de ración diaria al Jefe, al oficial, al vecino y a las mujeres de la tropa, que se donde me he de proveer de tinta, plumas, arenilla y lacre para el servicio del punto puesto que aquí nada de eso he encontrado; que la sal que existe en el Almacén hoy en día de la fecha son tres cuartillas que pronto se concluirá, que si podré hecha mano de los postes de ñandubay que están en la estancia del coronel García pertenecientes al Estado para hacer un corral y encerrar de noche las yeguas que tengo a pastoreo sobrante del Abasto de los indios amigos, que en la compañía de dragones se hallan los soldados enteramente desnuda -que la tropa de Caballería que se halla en este Fuerte, está la más desprovista de maneadores, bosales, maneas y collera y no sé si podré o no disponer de los cueros necesarios para este fin, que los soldados de Caballería no tienen boleadoras y como también no tiene chifles, y en caso que sea del agrado de V.E. que estos se fabriquen aquí, se necesitan palos de sauce para asientos y tapas; que solo existen en el Almacén una bolsa de fariña como de media fanega.
Exmco.. Señor es muy notable la falta que hacen en este Fuerte cumbreras, tijeras, atas costaneras y sobre costaneras, para construir ranchos de material crudo, pues la tropa ya no cabe en las cuadras, ni las familias en los ranchos que hay, y los oficiales los más de ellos están alquilando ranchos a particulares para vivir.
Yo también me veo en la necesidad de estar alquilando un rancho para tener en que vivir. El cueramble del Estado ha tenido mucha parte una pérdida por no haber un almacén o un galpón en qué guardar los cueros, pues están apilados a la intemperie, al sol y al agua.
Todo lo que pongo en el superior conocimiento de V.E. para que si fuese de su agrado se digne instruirme pues estoy marchando Exmo. Señor sin la menor luz por no haber recibido del Comandante anterior conocimiento para mi Gobierno".
(ARCHIVO GENERAL DE LA NACION, S.V.C XXVI, A..3 legajo 4).
Las palabras de Corvalán bastan para definir la pésima administración del comandante García.
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