Nino Caruso: Tren, deporte, fomentismo y música
Fue ferroviario, arquero de hockey sobre césped y baterista., Además fue dirigente fomentista y colaborador en la iglesia San José. Integró el seleccionado argentino de hockey en 1948.
Hijo de un baterista, Antonino Caruso empezó a tocar la batería a los siete años.
Siendo un chico participo de la orquesta Los Niños de Junín, y ya de más grande tocó con la reconocida orquesta Panamá.
Con esta formación tocaba todos los fines de semana. "En esa época vinieron a Junín artistas muy importantes a los que yo acompañe como Jean Duvall o René Cóspito", recuerda Nino.
Más adelante lo invitaron a tocar en Venado Tuerto para la orquesta de la ciudad.
Durante muchos años fue baterista, actividad que abandonó cuando se casó, porque a quien fuera su novia -y después su esposa. le prometió que, una vez que contrajeran matrimonio, dejaría la música y así lo hizo.
"Después ya no toqué más, me deshice de la batería y me quedé solo con las escobillas como recuerdo", señala.
Deporte
Hoy parece lejano, pero hace muchos años el hockey sobre césped masculino era una actividad con muchos adeptos en la ciudad,
Nino empezó a practicarlo a mediado de la década de 1940 en el club B.A.P, "Era en el único lugar en el que se hacía -explica- entonces participamos de la Liga de Capital Federal y jugábamos un domingo en Junín y al siguiente viajábamos a Buenos Aires",
Nino era arquero y al parecer era de los buenos, ya que llegó a integrar el seleccionado argentino de hockey en el año 1948. Con ese seleccionado viajó a Chile donde se hizo un triangular con un equipo que representaba al país anfitrión, uno inglés y los argentinos.
Después pasó a jugar en un club alemán de Capital Federal. "A mí me gustaba viajar todas las semanas y aunque jugábamos los domingos, me iba los sábados para descansar", dice y sonríe recordando la noche porteña. Recién a los 28 años dejé de jugar al hockey sobre césped.
Ferroviario
Hijo de un ferroviario, Nino entró al ferrocarril a los 18 años.
Empezó como peón. A Nino le gustaba muchísimo la carpintería así que con el tiempo le cumplieron su deseo y lo designaron en ese sector. Después pasó a la sección Materiales y más adelante estuvo en la parte de Compra de Materiales, por lo que viajaba mucho a Buenos Aires para adquirir lo que se necesitaba.
Después de 44 años de servicio se jubiló.
Con todo, Caruso fue testigo del esplendor y caída del ferrocarril, algo que le genera mucho dolor. "No me preguntes de eso porque voy a decir cualquier cosa y no quiero" advierte aunque enseguida continúa. Para mí el ferrocarril se terminó cuando yo me fui de ahí, pero había momentos en los que yo tenía ganas de llorar, sinceramente, porque se fue viniendo abajo, cada vez peor".
Fomentismo
Nino fue miembro de la sociedad de fomento de su barrio, Pueblo Nuevo. Entró como vicepresidente cuando el titular era Miguel Lemus. Y después fue nombrado presidente. Satisfecho por lo hecho, asegura que siempre le interesó colaborar con el barrio y sus vecinos. También integró la comisión de la Iglesia San José. "Los sábados por la mañana -recuerda- dábamos bolsas con alimentos para los más necesitados. Era un trabajo muy importante".
A la hora de hacer un balance, Nino Caruso repasa todas las actividades que realiza y reflexiona, con humor: "Es cierto, toda la vida fui andarín", dice y luego sonríe.
Y más allá de los sinsabores encuentra varios motivos que lo hacen sentir orgulloso: "Viví muy bien, estoy satisfecho porque tengo dos hijos, tres nietos y un bisnieto, que están muy bien. Por eso estoy muy conforme".
(Nota publicada en diario Democracia, en 2013)
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