De los Andes a la Frontera: Bernardino Escribano, el granadero que fundó Junín
"La Historia Viva" abre sus puertas a un protagonista clave de la gesta emancipadora y la consolidación territorial argentina. El Comandante Bernardino Escribano no fue solo un militar de carrera forjado en el fragor de las batallas; su vida es un testimonio vivo del sacrificio necesario para construir la nación. Desde sus primeros días combatiendo en las Invasiones Inglesas hasta su crucial participación en el Ejército de los Andes, Escribano puso su vida al servicio de la libertad. Estuvo presente en hitos fundacionales como Chacabuco y Maipú, y su compromiso lo llevó a servir en Chile, forjando lazos profundos con el General Bernardo O'Higgins, antes de regresar a su patria para encarar una nueva misión.
Su retorno a Buenos Aires, en 1827, lo colocó en la primera línea de la expansión de la frontera sur. En un contexto de avance territorial dispuesto por el presidente Rivadavia para asegurar la protección de los campos y las poblaciones criollas, se le encomendó una misión que trascendería su carrera militar: fundar uno de los tres nuevos fuertes de avanzada. Esta tarea lo llevó a la llanura bonaerense, lejos de las grandes batallas andinas, enfrentándose a enemigos diferentes: la escasez, la logística precaria y la lucha constante por afianzar la civilización en un territorio vasto y hostil.
El momento culminante de su gestión llegó el 27 de diciembre de 1827, con la fundación del Fuerte Federación. En este diálogo, el Comandante Escribano nos detalla las duras condiciones de la avanzada, la tensión por el atraso de suministros y operarios, y la trascendental decisión de escoger la margen izquierda del Río Salado como el punto inamovible de la nueva frontera. Una fundación que, con el tiempo, dejaría de ser un mero puesto de defensa para convertirse en la actual ciudad de Junín.
ROBERTO CARLOS TORRES (RCT): Comandante Escribano, es un honor recibir en nuestro estudio a una figura central de la historia argentina y chilena. Nacido en Buenos Aires en 1790, nieto, hijo y hermano de militares, su vida es la historia misma de la independencia.
COMANDANTE BERNARDINO ESCRIBANO (CBE): El honor es mío, señor Torres. Es un privilegio que, casi dos siglos después, se recuerde el servicio que ofrecimos a la Patria.
I. De los Andes a la Frontera
RCT: Inició su carrera muy joven, luchando en las Invasiones Inglesas. Pero lo que marca su nombre a fuego es su rol en el Ejército de los Andes. ¿Cómo fue cruzar la Cordillera bajo las órdenes del General San Martín?
CBE: Fue la prueba de fuego de nuestra generación. En 1817, como ayudante mayor de Granaderos a Caballo, integramos la División Vanguardia. Participamos en Chacabuco, donde mi escuadrón tuvo una actuación destacada. Y más tarde, en Maipú, sellando la libertad de Chile. Tuve el privilegio de servir codo a codo con héroes como Las Heras y forjé una gran amistad con el General O'Higgins. De hecho, mi carrera continuó en el ejército chileno hasta 1826, cumpliendo mi deber en el sur, donde logramos vencer al último bastión realista en la isla de Chiloé.
RCT: Una vez consolidada la independencia en el sur, ¿por qué decide volver a Buenos Aires a fines de 1826?
CBE: Mi deber es con mi tierra natal. Solicité mi traslado para unirme a la lucha contra Brasil. El Presidente Rivadavia me otorgó el despacho de Teniente Coronel y un destino que marcaría mi vida: el Regimiento Quinto de Caballería de Línea, con asiento en Salto, listo para encarar la expansión de la frontera.
Bernardino RivadaviaII. El Mandato de Fundar el Fuerte
RCT: Y es en 1827 cuando el presidente Rivadavia lo comisiona para una tarea histórica: la fundación de un fuerte. ¿Cuál era el objetivo de esta nueva línea de defensa?
CBE: En efecto. El Gobierno, a través de los decretos de mayo y septiembre de 1827, dispuso el avance y la fortificación de la línea de frontera para proteger a la población de los malones indígenas. Se planificaron tres grandes establecimientos. Mi misión, al mando de la Compañía, fue la de establecer el más occidental de ellos, que debía asegurar una nueva avanzada en el territorio.
RCT: Para un militar experimentado en grandes batallas, ¿cómo se compara la fundación de un Fuerte en la llanura con las campañas libertadoras?
CBE: Es una guerra distinta. No es un combate de un día, sino una lucha constante contra el clima, la distancia y la escasez, donde cada adobe y cada empalizada son una victoria. Llevamos con nosotros el futuro. Nuestra tarea era llevar la civilización y la protección a la frontera, y para eso necesitábamos un lugar estratégico.
RCT: ¿Cómo escogió el sitio para lo que hoy conocemos como Junín?
CBE: La elección fue crucial. Buscamos un punto vital y bien defendido: la margen izquierda del Río Salado, a unos 250 kilómetros al oeste de la ciudad de Buenos Aires. La ubicación nos permitía un control estratégico del camino y un relativo abastecimiento de agua. Una vez allí, se procedió a la construcción inmediata.
III. El Nacimiento de Fuerte Federación
RCT: Hablemos del momento exacto del nacimiento. ¿Cuándo se levanta el primer cimiento de lo que hoy es Junín?
CBE: El 27 de diciembre de 1827. Ese día, con la tropa del Quinto de Caballería de Línea, fundamos oficialmente el Fuerte Federación. El nombre, por supuesto, honraba el ideal de la unión de las provincias. El inicio fue duro; el Coronel [Federico] Rauch, quien me sucedió temporalmente por un problema de salud, tuvo que lidiar con los atrasos en los pagos a los peones y la falta de suministros básicos, como yerba mate y tabaco, que eran esenciales para la moral de la tropa.
RCT: ¿Qué fue lo más difícil en esos primeros meses, más allá de los temas logísticos?
CBE: La carencia de manos para trabajar. Yo mismo reclamé al Inspector General que, a pesar de tener órdenes de enviar prisioneros desde Martín García para las labores de construcción, estos tardaban en llegar. Le hice saber que la obra era "interminable" si no se aumentaba el número de operarios. La tropa regular era insuficiente para construir y, al mismo tiempo, defender la plaza. Era una tensión constante entre el pico y la lanza.
RCT: Comandante Escribano, su nombre quedará por siempre ligado a este hito fundacional. Le agradezco enormemente su presencia en "La Historia Viva".
CBE: Gracias a usted, señor Torres. Mi vida, desde la Pampa hasta los Andes, fue un servicio. Y el Fuerte Federación es la herencia de ese compromiso.
ADHIEREN AL CICLO HISTORIAS FUNDACIONALES 198 AÑOS DE JUNIN

























Comentarios
Publicar un comentario