El eterno legado de Pascual Domingo Cirigliano que se prolonga hacia el futuro

Cuadro de Pascual y Ramona Fittipaldi junto a fotos de la familia Cirigliano.

Un Museo erigido en la industria creada por este gran visionario de nuestra ciudad hace ya noventa y tres años, permite ingresar en el camino desarrollado en más de tres décadas y también en la historia de una familia que ayudó a hacer una ciudad pujante.

Escribe Roberto Torres 


Preservar el pasado, la riqueza de la historia y del camino trazado por quienes nos precedieron, constituye siempre un desafío pero también una forma de vencer las barreras impuestas por el tiempo y de esa forma se conserva el espíritu de quienes fueron pioneros en un Junín distinto. En un país donde mucho había por hacer pero siempre apostando al futuro, sin detenerse más de lo necesario en el presente. 
Así lo ha interpretado la familia Cirigliano que ha creado el museo “Don Pascual Domingo Cirigliano” rindiendo un justo homenaje al fundador de lo que es hoy una prestigiosa industria juninense con proyección nacional e internacional. 
El Museo se encuentra ubicado en lo que era la casa habitada por él y su esposa Ramona Fittipaldi (fallecida en octubre de 2009 a la edad de 100 años) –se conserva también el vestido de novia utilizado en la celebración matrimonial-. 
Don Pascual era un autodidacta pero su brillante genio lo llevó hasta realizar la construcción de piezas utilizadas con fines didácticos por la Escuela Industrial y el ferrocarril Buenos Aires al Pacífico. Junto a Aníbal Cirigliano, su hijo, Sergio Cirigliano, actual presidente de Industrias Cirigliano y nieto del fundador, acompañados por Alfonsina Iacullo, a cargo de la organización del Museo, recorrimos y pudimos observar cada elemento, cada lugar.

El camino de la historia

En sus talleres se produjeron lavatorios para vagones de pasajeros del Ferrocarril BAP líneas de aguada –bombas y bombeadores-, lámparas a pedido de la General Electric durante la Segunda Guerra Mundial –se conservan moldes y una bombilla- (y con los sobrantes fabricaba bolitas de todos los colores que les regalaba a los chicos del barrio), lanzallamas para atacar la plaga de langostas que azoló la provincia allá entre la segunda y cuarta década del siglo pasado, la fundición del busto de bronce en homenaje a Luis B. Negreti, cocinas a leña, luminarias para la vía pública (las primeras que alumbraron la avenida Libertador en Capital Federal salieron de las Industrias Cirigliano), ventiladores para buque certificados por normas internacionales de la OTAN, tornos utilizados para la misma fábrica, demostrando de esta manera la versatilidad de una empresa que tiene como eje central la ingeniería en ventilación pero con posibilidades de diversificar su producción. Fabricó micrometro de percusión para uso propio e implantó sistema de calidad
De todo eso se conservan elementos que trazan la historia de Industrias Cirigliano, junto a muchos otros que tienen que ver específicamente con la familia –como instrumentos musicales, por ejemplo-. 
También se puede conocer en detalle cómo fueron evolucionando los elementos de cálculo, máquinas de escribir, la evolución de las computadoras y de la telefonía. Pero la historia mundial también tiene un lugar: se puede observar un fragmento del “Graf Spee”, acorazado alemán que se hundió en el río de La Plata el 17 de diciembre de 1939 perseguido por buques de la flota británica.

Presente hacia el futuro

En la Galería Museo se pueden apreciar tanto la plancha de la imprenta Guttemberg como así también algunas copias del periódico “Tierra del Fuego”. Junto a ellos se lucen, orgullosos, premios, galardones y distinciones especiales de organismos nacionales e internacionales hacia Industrias Cirigliano. Recorrer el Museo en honor a Pascual Domingo Cirigliano, no es volver al pasado, es enorgullecerse del presente que supo prever y soñar este gran industrial juninense y que hoy es continuado por quienes heredaron su vocación: las nuevas generaciones –ya se está sumando la cuarta- y que ya están construyendo el futuro, no solamente de una Industria poderosa sino también de una ciudad pujante.
Elementos e insignias de los marinos alemanes que sirvieron en el “Graf Spee”.
Desgranadora diseñada y fabricada  por el visionario industrial juninense.
Cirigliano realizó piezas que conformaron un material didáctico importante y fundamental para personal ferroviario.
Junto a diversos elementos industriales y herramientas, se exhiben también objetos familiares.
Uno de los focos producidos en la industria Cirigliano.
Aníbal y Sergio Cirigliano, hijo y nieto de don Pascual.
Ferroviario, periodista, relojero, empleado 
municipal, brillante industrial y visionario

En el año 1895 llega a Junín Vicente Nicolás Cirigliano, junto a su esposa y dos hijos, oriundo de San Severino Lucano, pueblo de la provincia de Potenza, Italia. Don Pascual es el primer hijo que nace en Argentina, en Junín, en la loma de Santana, lugar ubicado cerca a la Escuela 8 sobre la calle Ramón Hernández. 
Dos semanas de escuela fueron todo lo que tuvo, más específicamente en la Escuela 3. Tiempo después su padre lo envió a vender leche al pie de la vaca y así fue que ahorrando algunas monedas pudo comprar los primeros libros, recibiendo de un primo mayor, las lecciones para aprender a leer. 
Su padre, que sabía que Pascual podía hacer pólvora, le pidió una vez que preparara algunos fuegos artificiales para una fiesta y tal fue su entusiasmo que logró hacer un fuentón de pólvora, hasta aquel momento todo parecía estar bien, pero una vez que la mezcló, ésta explotó, quemando su pecho y cara. El médico advirtió que no sobreviviría a ello y su madre rogó tanto a san Donato, por su vida, que Pascual se salvó. A partir de esa fecha comenzaron a llamarlo Donato nombre que todos conocían. 
Fue empleado ferroviario y activista en movimientos gremiales y en la crisis de 1915 fue separado de su cargo. Decide comprar una imprenta Guttemberg y comienza a editar una gacetilla gremial llamada “Bandera Roja”. 
Una vez finalizada la crisis gremial comienza su trayectoria como periodista fundando el diario “Tierra del Fuego”. 
La calidad de su mano de obra lo lleva a instalar una relojería y armería en la calle Sáenz Peña cerca del Hotel Central. También trabajó en la Municipalidad de Junín y al comienzo de la segunda década del siglo pasado, pone en marcha la historia de su propia empresa. 
Su muerte ocurrió el 13 de octubre de 1974 y marca otra etapa, continuando sus hijos, sus nietos a los que se agregan ahora sus bisnietos, las investigaciones y ensayos en demanda de nuevas técnicas y nuevos productos para el mercado, mostrados en exposiciones internacionales, ferias... Sus productos están presentes en América y Europa, como un gran orgullo para todos los que queremos a Junín.

Actualidad

Con la incorporación de la Ingeniera Andreina Cirigliano se logra la certificación ISO 9000, garantizando a sus clientes la calidad de siempre pero ahora certificada.  El comercio exterior está a cargo de la Traductora Luciana Cirigliano, quien se capacitó en Washington, EEUU.
La incorporación de nuevos programas de última generación amplían la penetración en el mercado internacional.

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