El camino que unía Federación y Melincué

El 7 de marzo de 1835 la Legislatura designa a Rosas gobernador de la provincia invistiéndolo de la suma del poder público. El plebiscito popular -por él solicitado- confirma esas enormes atribuciones sintetizadas por el mismo Rosas en la frase "es un poder sin límites".
Anticipa el porvenir, el 13 de abril, en el discurso pronunciado al hacerse cargo del gobierno, en el que expresó que para cumplir su misión había que perseguir de muerte "al impío, al sacrílego, al ladrón, al homicida, y sobre todo al pérfido y traidor que tenga la osadía de burlarse de nuestra buena fe. Que de esta raza de monstruos no quede uno entre nosotros y que su persecución sea tan tenaz y rigurosa que sirva de terror y espanto".

El antagonismo que dividía a la familia argentina en dos partidos irreconciliables -federal y unitario- iba a ahondarse con perfiles trágicos , a partir de ese instante. Las horas graves que acechaban desde hacía tiempo al país, culminarían en un proceso que cubriría de sangre todo su territorio.
El Fuerte Federación no permanecería ajeno a ese sangriento proceso. Veamos, pues, la parte que le cupo a él.
Pero previamente destacaremos un hecho aparentemente simple y sin embargo de gran importancia para el proceso del fuerte. Las poblaciones ubicadas en la línea de frontera estaban, de hecho. aisladas entre sí pues las comunicaciones eran deficientes y peligrosas en extremos.
A comienzos de 1835 quedó inaugurado un nuevo camino entre Federación y Melincué en el sur de la provincia de Santa Fe, actual  cabecera del departamento de General López.
Así lo hacía saber a Rosas el Comandante García  por medio de la siguiente nota:
"Febrero 26 de 1835. Como accidental del Departamento del Norte al señor Comandante en Campaña Brigadier D. Juan Manuel de Rosas, a la doce del día de ayer regresó de Melincué el sargento de baqueanos Martín Prado de la comisión de abrir la huella que V.S. tiene ordenado se haga hasta aquel punto.
En consecuencia tengo el honor a V.S. tener ya un nuevo camino bastante recto, fácil de transitarlo de noche y en días nublados; cuya distancia es regulada de 24 a 25 leguas . Debo decir a V.S. que la de esta Guardia a la de Mercedes son como catorce leguas donde se encuentra ya camino carril hasta la de Melincué y se facilitan aguadas en distancias proporcionadas, sólo si, es un poco escasa la leña".

MELINCUE HOY


Melincué, es una localidad del sur de la Provincia de Santa Fe, República Argentina. Es la cabecera del Departamento General López. Dista 120 km de Rosario y 290 km de la ciudad de Santa Fe. Se encuentra a la vera de la RP 90. La Comuna fue creada el 3 de septiembre de 1886 (128 años). Cuenta con un Hotel Casino & Resort.
Santa Patrona: Ntra. Sra. del Carmen”, festividad: 16 de julio.

Un poco de historia 

En 1681, cuando se le concede a Gerónimo Luis de Cabrera (biznieto del fundador de Córdoba)la "Merced de Cabrera", se menciona como límite oriental de dicha merced a Melincué, al que menciona como "Milincué". Más adelante, en 1757 cuando el Capitán General de la Provincia del Tucumán, Don Joaquín Espinosa Guerrero cede a Miguel Arrascaeta la llamada "Merced de Arrascaeta", también menciona como límite oriental de la misma a Melincué, con la denominación de "Paraje de Melingüe". Antes de la creación del Virreinato del Río de la Plata Melincué es mencionada como límite entre la Provincia del Tucumán y la de Buenos Aires, con la denominación de "Melinque".
A mediados del siglo XIX, una excursión de los indios ranqueles, liderada por el cacique Melín, fue emboscada por una columna del ejército a orilla de una laguna y aniquilada. Sobrevivió su esposa, quien malherida huyó en su caballo hasta una de las islas de la laguna. Allí, la mujer, dolorida y furiosa por la muerte de su hombre "Melín" y de su hijo "Cue", maldijo a los hombres del ejército antes de morir. De allí el nombre de la laguna "Melincué".
Según otros autores, la historia del topónimo es otra... la laguna se conocía como Melincué, desde la invasión mapuche (proveniente de Chile) de las pampas hacia mediados del s. XVIII ...tal cual figura en cartografía del Virreinato...ya que había un fortín para resguardo del Camino Real.
No debe descartarse el origen mapuche del nombre "Melincué", que está asociado a los vocablos "melin", que significa "cuatro", y "cuel", que significa "loma" o "cerro pequeño". El topónimo significa "Cuatro Lomas", según las referencias consultadas.1 2

Leyenda folclórica sobre el origen de la ciudad

Cuenta la historia que sobre la laguna vivían, en la Toldería Mayor, el Gran Cacique Melín, junto con su mujer Nube Azul y su hijo Cué; que los tres se amaban por sobre todas las cosas, y que ella defendía y cuidaba a su hombre del cual estaba perdidamente enamorada. Tanto lo amaba Nube Azul, que cuando él salía de excursiones, ella no hablaba con nadie hasta que regresara, y que durante todo ese tiempo, sus ojos derramaban lágrimas que, ella decía, sólo eran de dolor y de amor. En una de las incursiones realizadas por el ejército, un grupo de indios Ranqueles, liderados por el cacique Melín, fue emboscado a la orilla de la gran laguna y aniquilado.
A la matanza sólo sobrevivió su esposa, quien huyó en su caballo, un tordillo brioso e inteligente que la llevó mal herida hasta una de las islas de la laguna. Ahí la mujer, aterida de dolor y furiosa por la muerte de su hombre y de Cué, el hijo de ambos, maldijo a los blancos antes de morir. En su agonía, y llamando al lugar Melincué, por su hombre y su hijo, le deseó al pueblo que las aguas de la laguna crecieran y, que de a poco, fueran tapando con sus olas todo el lugar. Y el agua creció, creció tanto que anegó campos y llegó al pueblo y se apoderó de él durante varios años, haciendo que sus moradores vivieran en un continuo estado de alerta.
El ejido quedó bajo las aguas, y miles de hectáreas quedaron estériles, pues la altura de la laguna, ya transformada en lago, las fue anegando pausada pero efectivamente. Los moradores más antiguos aseguran que, en noches de lluvia, el espíritu de la india sopla y sopla para que el agua llegue al pueblo. Y dicen también que hasta que no haya un acto de desagravio por tamaña matanza, su espíritu lleno de furia, dolor y amor por su familia y su pueblo seguirá rondando, y los males no cesarán de llegar sobre la población y el espejo de agua.
En Paraguay, en el Idioma guaraní, cué significa "Lugar que perteneció a alguien", como Zeballos Cué y Antebicué, que pertenecían a Zeballos y a Antebi, por lo tanto se cree que Melincué significa "El lugar que perteneció a Melín". El idioma de los indios guaraníes era muy utilizado en el Virreinato del Plata, y en ese entonces era hablado tanto en Asunción como en el puerto de Buenos aires, lugares en donde la cultura guaraní dejó un gran legado con la introducción de la yerba mate, la bebida guaraní por excelencia.

Laguna Melincué


Laguna Melincué fue hasta el corrimiento histórico cíclico, desde los años 1970 de las isohietas, la vedette turística indiscutible de la región. Situado a orillas de la laguna homónima, el poblado creció dinámico y pujante al compás de las miles de personas que llegaban para combatir en sus aguas saladas los embates del verano pampeano.
A principio de los años 1930, con la máxima bajante cíclica, una compañía construyó un majestuoso hotel sobre una de las seis islas naturales de la laguna (cubiertas desde 1980 por 2 m de agua) y lo comunicó con la costa mediante un espigón. La obra era la más importante dentro de una serie de construcciones que conformaban el balneario, único complejo turístico de la zona. Rápidamente la fama de Melincué y su laguna crecieron; eran años de bonanza y prosperidad, en los que llegaban turistas de todo el país. Fue, coincidentemente, en 1933 –año de inauguración del lujoso hotel– cuando la laguna dio su primer aviso. El aumento ese año del régimen pluvial provocó el desborde, y el agua ingresó al pueblo.
Tras la señal de El Niño, el Hemiciclo Seco (1920-1970) volvió a provocar el descenso del nivel de las aguas. A nadie de los gobiernos nacional y provincial de aquellos años le interesó tal fenómeno, pese a los antecedentes del Ciclo Húmedo (1870 - 1920), momento en que Florentino Ameghino había advertido la necesidad de establecer un extenso sistema de prevención y regulación (incluyendo el almacenamiento) del recurso hídrico. Pero Ameghino fue desoído, y mucho menos atendidos aún fueron los milenarios registros (mantenidos por tradición oral) de los pueblos originarios, sobre las alternancias hemicíclicas inundación/sequía. Nadie supuso en aquel momento que con el correr de los años, las sucesivas crecidas de la laguna acabarían con el idilio de los veraneantes y Melincué. A inicios de los 1950 se decretó la creación de un Parque Nacional que abarcaba al área de Melincué (aún relativamente poco modificada antrópicamente), pero en 1955 se derogó absolutamente el proyecto de crear tal Parque Nacional.
En los años 1970 comenzó el lento ascenso, la laguna gana con cada "año húmedo" tierras cultivables, el hotel queda inutilizado y pasa a ser un símbolo del desastre. Los esfuerzos para evitar que la laguna se extienda como un monstruo son en vano. La gente de la región, la misma que se había jactado de contar con tal maravilla, comienza entonces a tejer un sinnúmero de misterios. “La laguna crece porque es un ojo de mar”, afirman algunos. Otros que la razón de tan “caprichoso” comportamiento responde al curso subterráneo del río Quinto y del río Salado (Buenos Aires), que la alimentan. Inclusive hay quienes apoyando la oreja sobre el suelo, oyen el murmullo de la corriente.
Melincué llegó a tener casi 7.000 habitantes, pero lentamente se produjo un éxodo sistemático que redujo la población fuertemente.

Estación de bombeo

Si la cuenca de la laguna, 150.000 ha, recibiera una lluvia importante antes de cerrar el cordón de protección, Melincué se inundaría. Y para el 2020 quedaría completamente anegada la población. Cabe recordar que entre 1899 a 1901 (3 años; anterior ciclo Húmedo) llovieron más de 4.000 mm. Debe reacondicionarse y poner operable el viejo «Canal San Urbano», ensanchar el puente carretero y el puente del ferrocarril sobre la Ruta Provincial 93.

El sistema de bombeo garantiza el nivel de agua en la cota 82,50 m. Con dos desagües de aducción y estaciones de bombeo, el agua sortea los 8 metros de desnivel y descarga en el canal San Urbano. Actualmente, la 2ª planta de bombeo ha sido concluida. El proyecto de suministro de energía eléctrica está terminado, y con la nivelación, el agua quedaría a 1 metro por debajo del hotel, recuperando la isla y 13.000 hectáreas privadas.

Actual ruta a Melincué desde Junín. La distancia entre ambas ciudades es de 153 kilómetros y el viaje demanda una hora 53 minutos.
(Fuente: Apuntes para la historia de Junín, de René Pérez)

















































































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