1829: Muere Rauch, Escribano marcha al exilio y el Federación es destruido por un malón

 


A casi dos años de su creación, las malas noticias abruman la hasta aquí reciente historia del Fuerte. Su fundador se radica en suelo chileno al dejar Lavalle el gobierno y el segundo comandante es asesinado en la batalla de Las Vizcacheras. En la ilustración, dibujo del Fuerte reproducido en el Album del Centenario de Junín editado en 1928.


1829. Luego de los sucesos de febrero (VER HACIENDO CLIK ACA) Federico Rauch es destinado a combatir a las fuerzas federales de Miranda. Los originarios enemigos de Rauch por el temible azote que significó contra las tribus de La Pampa, se suman a las fuerzas de Miranda.

El combate en "Las Vizcacheras" se libra el 28 de marzo. En esa contienda, un indígena bolea el caballo que monta Rauch. Este cae, acorralada. La venganza jurada años antes por los indígenas se cumple. El coronel Rauch es degollado.

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Las vizcacheras es un paraje que estaba ubicado en la actual localidad de Gorchs, partido de General Belgrano, provincia de Buenos Aires (VER MAS DE LA LOCALIDAD

Momento de la muerte de Rauch, Ilustración del pintor F. Fortuny.


El 1 de julio, el coronel Escribano es destinado a la Plana Mayor del Ejército.

El gobierno unitario de Lavalle acusa errores. Hay debilidad en su función. No es evidentemente, el gobierno prometido. La protesta es unánime de unitarios y federales. Sus colaboradores más encumbrados se lo apuntan. Sus enemigos se lo señalan. Sabe que Rosas avanza en su poderío a costa de sus errores. Y marcha en busca del caudillo, hacia Cañuelas para oficiar un pacto.

El 24 de agosto, Lavalle deja el poder, siendo nombrado gobernador provisorio de la provincia el general Juan José Viamonte con los poderes conferidos por la convención del 24 de junio. Es Viamonte un fiel partidario de Rosas.

El 2 de septiembre, por decreto, cesa en sus funciones el coronel Bernardino Escribano, como consecuencia de la "revolución contra los decembristas" y marcha hacia Chile, camino del exilio.

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El 14 de octubre de 1829, José Viamonte, dirigiéndose a Angel Pacheco - jefe de frontera centro por lo tanto ejerció influencia sobre el Fuerte Federación bajo su jurisdicción- hace una breve referencia a la destrucción del Fuerte Federación como consecuencia de la reciente invasión de los indígenas, expresando:

"Es una lástima la destrucción de los indios del Fuerte de la Federación porque es un punto de absoluta necesidad para la ocupación".

El Fuerte Federación, prácticamente desamparado había recibido el sacudón de algunos malones en los primeros días de octubre. Las pocas y debilitadas fuerzas apenas pudieron contener el empuje del ataque de los originarios, cuando ya habían destruido un sector de ranchos en el flanco derecho y parte de los cuarteles.

Los soldados desertaban, las familias huían y el esfuerzo por mantener la guardia parecía derrumbarse.

PROYECTO DE REPARTO DE TIERRAS LINDANTES AL FEDERACION

En nota que remite Pacheco el 21 de noviembre a Juan Manuel de Rosas, habla de tierras que fueron otorgadas en enfiteusis a Dorrego y Rauch y en párrafos que se refieren a las que son circundantes del Fuerte, dice:

"Es muy fácil en mi posición comprar los campos que quedan detrás del Federación. Todos son útiles para labranza y crianza, por la carta que me remitiste y de la que te di las gracias, diciéndote que tenía otra por ahora geográfica, y se sabe a quien pertenecen estas tierras.

Una vez repartidas entre los pobres, la población pudiente saldrá al frente; estos tienen más preparación de fortificarlas y son más especuladores".

Como se advierte, el tuteo, era propio de una información confidencial. La operación era, ciertamente sencilla al decir de Pacheco. Se expropiarían las tierras de los enemigos y muertos; algunas se otorgarían conforme a las normas establecidas por decreto, sobre todo las estancias y chacras; otras se repartirían entre los pobres, a quienes se les compraría luego, pagándoselas mal. No hay que olvidar que muchas de las tierras que se repartían eran adjudicadas a los soldados; estos pasaban a veces muchos meses sin percibir las pagas -siendo fusilados por rebeldes si reclamaban- y terminaban vendiendo las tierras que, con frecuencia, eran abonadas con los mismos jornales retenidos.

Pacheco lo sabía y tentaba a Rosas con la oferta. Más aún, haciendo algunas consideraciones sobre el estado del Federación después de aquella terrible invasión "que terminó con los ranchos habidos". Le decía:

"Sentiría la destrucción de los trabajos de fortificación de la Guardia Federación. Costaría mucho rehacerla".

La legislatura de Buenos Aires proclamó a Juan Manuel de Rosas como Gobernador de Buenos Aires el 8 de diciembre de 1829, honrándolo además con el título de Restaurador de las Leyes e Instituciones de la Provincia de Buenos Aires, y en el mismo acto le otorgó «todas las facultades ordinarias y extraordinarias que creyera necesarias, hasta la reunión de una nueva legislatura». No era algo excepcional: las facultades extraordinarias ya les habían sido conferidas a Manuel de Sarratea y a Martín Rodríguez en 1820, y a los gobernadores de muchas otras provincias en los últimos años; también Juan José Viamonte las había tenido.

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Juan Manuel de Rosas

(FUENTE CONSULTADA: JUNIN, FUNDACION Y GOBIERNO, DE JORGE G.HOWDEN)

ADHIEREN AL CICLO HISTORIAS FUNDACIONALES - 195 AÑOS DE JUNIN




 











































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