Tenía 66 años. Homenaje en el desaparecido hospital San José. El doctor Dana es hoy recordado con su nombre en la unidad sanitaria del barrio "El Picaflor". "El consolidó desde su llegada a Junín la incipiente cirugía y la llevó al grado que ahora ostenta", destacó en su sepelio el doctor Angel Norberto Petraglia. "Supo hacer honor al compromiso con alta responsabilidad profesional y humana. Fue capaz de comprender la humana psicología y así consiguió de sus enfermos confianza, respeto y admiración", resaltó a su vez el doctor Carlos Boccio.
El miércoles 31 de marzo de 1982 eran sepultados los restos del doctor Héctor Aimar Dana fallecido el 30 de marzo de ese año, a los 66 años de edad. La ceremonia se realizó en el Cementerio Central y la crónica periodística relataba que "el cortejo fúnebre que acompañó los restos mortales del destacado cirujano desaparecido, estaba formado por familiares, numerosos profesionales de la medicina y amigos como también representantes de distintos organismos y de centros asistenciales que de ese modo exteriorizaron el afecto y la simpatía que el doctor Dana supo acreditar a lo largo de su actuación profesional".
Dana fue director del ex Hospital San José, presidente del Círculo Médico de nuestra ciudad y del directorio del Sanatorio Junín, como así también ejerció la titularidad de la Sociedad de Cirugía del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires. Su figura es recordada con la imposición de su nombre a la unidad sanitaria del barrio "El Picaflor" que funciona en parte del predio que supo ocupar el ex Hospital San José en calle Pellegrini y Borges.
La crónica periodística relata sobre sus exequias, el 31 de marzo de 1982:
"Antes de arribar a la necrópolis, el cortejo fúnebre se dirigió al Hospital San José donde el personal de ese centro asistencial al que el desaparecido cirujano consagró gran parte de su vida le rindió un postrer homenaje. También el cortejo se detuvo unos instantes frente a las instalaciones del Círculo Médico, organismo del que el doctor Dana fue presidente y al que aportó sus experiencias y amplios conocimientos.
Una vez en el cementerio para despedir los restos hablaron los doctores Angel Norberto Petraglia, Carlos M. Boccio y David Grinfield.
PALABRAS DEL DOCTOR ANGEL N. PETRAGLIA
El doctor Angel Norberto Petraglia que habló en nombre de los amigos y del Círculo Médico, entre otros conceptos manifestó que el doctor Dana fue un hombre que armado de una noble profesión se brindó totalmente a sus semejantes procurándoles la salud y la paz, dentro de su humana capacidad, sin descanso y con absoluta entrega. El consolidó desde su llegada a Junín la incipiente cirugía y la llevó al grado que ahora ostenta. Trabajó continuamente sin descanso, cuando la cirugía era de alto riesgo por sí misma, cuando la anestesiología estaba en pañales, en el comienzo tímido de los antibióticos. Cuando el paciente requería imprescindiblemente, un seguimiento cuidadoso e inteligente.
Más adelante agregó: "Puedo decir hoy en su homenaje, con propiedad que el doctor Dana fue el creador de la primera escuela de cirugía en nuestro medio y en toda la zona.
PALABRAS DEL DOCTOR BOCCIO
Hablando en representación del Sanatorio Junín, el doctor Carlos Boccio expresó que el doctor Héctor Aimar Dana agregó a su función específica de cirujano, su invariable dedicación y bonhomía, la elevada calidad de su accionar médico que lo llevó a ocupar más allá de sus títulos académicos, un sitial de honor en la consideración de pacientes y amigos.
La cirugía fue su actividad médica desde su graduación y como cirujano, mucho más expuesto por la naturaleza de su especialidad, supo hacer honor al compromiso con alta responsabilidad profesional y humana. Fue capaz de comprender la humana psicología y así consiguió de sus enfermos confianza, respeto y admiración".
HABLA EL DR. GRINFIELD
Por último, en representación de la secretaría permanente de las Jornadas de Cirugía de la provincia de Buenos Aires habló el doctor David Grinfield quien comenzó diciendo que con la desaparición del doctor Dana, pierde la institución a uno de sus más entusiasta y consecuente miembro. Tras señalar las cualidades profesionales y humanas del cirujano desaparecido, el doctor Grinfield reseñó la labor desarrollada por el doctor Dana en la secretaría y en las jornadas anuales de los cirujanos de la provincia de Buenos Aires. Por último rindió un sentido homenaje al amigo que se alejó de este mundo".
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