1974: Dolor, incertidumbre y desesperación por la muerte de Juan Domingo Perón

Como en el resto del país, la muerte del líder justicialista produjo una profunda conmoción en nuestra ciudad.


Año terrible (1974) porque la violencia sigue creciendo. El registro de las víctimas de organizaciones de distintos signo político es pavoroso. Algunos de ellos son: el sindicalista Rogelio Coria, el padre Carlos Mugica, el ex juez Jorge Quiroga, el diputado peronista de izquierda Rodolfo Ortega Peña; el ex ministro de Lanusse, Arturo Mor Roig; los ideólogos de izquierda y de derecha, respectivamente, Silvio Frondizi y Jordán Bruno Genta, el comisario Alberto Villar y como un eco siniestro de lo que está ocurriendo en Chile, el general Carlos Prats, comandante del Ejército chileno en tiempos de Salvador Allende.
Además, en enero, el ERP ataca el regimiento de Caballería de Azul, donde mata al jefe y a su esposa. El ERP también asalta la fábrica de explosivos de Villa María (Córdoba) y la guerrilla rural de Tucumán realiza un frustrado ataque a un regimiento de Catamarca. Por su parte, Montoneros secuestra a los hermanos Born y obtiene como rescate 60 millones de dólares, “la suma más alta conseguida con un secuestro” como dice Mario Firmenich, jefe de la organización.
Cada uno de estos hechos tiene consecuencias políticas. Pero el hecho más trágico del año es la muerte del presidente Juan Domingo Perón, ocurrida el 1 de julio, a los 78 años de edad. Previamente, Perón había roto con la izquierda de su partido (la juventud peronista) durante el acto realizado el 1 de mayo cuando los califica de “imberbes y estúpidos”. El 12 de junio, en un acto organizado por la CGT, habla desde la Casa de Gobierno y es la última vez que pronuncia un discurso. Su fallecimiento es llorado por millones de argentinos y durante sus exequias hablan dirigentes de diversos sectores, entre ellos su viejo adversario, Ricardo Balbín.
Con su muerte, terminal ciclo histórico signado por su formidable presencia. Al dolor de la masa popular que lo despide, se suma incertidumbre y desesperación. A todos amenaza la borrasca de un futuro indescifrable.






Conmoción y dolor en Junín

Apenas conocida la noticia, LA VERDAD, en su edición del martes 2 de julio de 1974 expresa que en Junín la muerte del General Perón produjo una profunda repercusión. La delegación regional de la C.G.T. emitió un comunicado junto a la mesa de las 62 Organizaciones; con las firmas del secretario general Valentín De Cicco y del secretario administrativo, José Raúl Godoy, también se pronunció la filial local de la UOM.
Otros gremios como Sindicato de Trabajadores de Luz y Fuerza, Centro Empleados de Comercio, Agrupación de Suboficiales Retirados de las Fuerzas Armadas (Junín),  personal gráfico del diario LA VERDAD, Centro Industriales Panaderos de Junín, Asociación Mutual Junín de Ferroviarios, La Fraternidad, Asociación de Músicos, Asociación Bancaria y organizaciones políticas como Juventud del MID,  Partido Socialista Democrático, la Junta Comunal del Partido Revolucionario Cristiano en Junín y el Partido Intransigente efectuaron publicaciones manifestando su dolor y pésame por la muerte del líder.
En la Unión Ferroviaria seccional Junín se levantó una capilla ardiente y en la iglesia San Ignacio fue oficiado un funeral en memoria del tres veces presidente argentino. Lo mismo se hizo en la iglesia Cristo Redentor lo que estuvo a cargo del párroco de ese momento, presbítero Santiago Mora
Un tren especial salió desde la estación de Junín hacia Capital Federal el martes 2 de julio, transportando a trescientos juninenses que participaron del sepelio del General Perón. A lo largo de los días se fueron sumando adhesiones y comunicados de establecimientos educativos de la ciudad, instituciones intermedias, entidades deportivas y civiles, partidos políticos, entidades fomentistas, entre otros.
Hasta el jueves 4 a la medianoche se extendió un asueto decretado en la Provincia y se volvió a la recolección de residuos y al restablecimiento de otros servicios.

Isabel presidenta

Asume la presidencia María Estela Martínez de Perón, aceptada como heredera política solo por ser esposa y discípula del líder.
La asunción de Isabel como presidente es apoyada por todos los partidos pero provoca recelo la omnímoda influencia que ejerce sobre ella José López Rega y la siniestra organización “La triple A” que le responde y que está encargada de matar a quienes considera peligrosos.
En el ministerio de Economía, renuncia Gelbard, quien es reemplazado por José Gómez Morales. Este enfrenta enormes dificultades para luchar contra la inflación.
En tanto, las universidades son intervenidas y en la de Buenos Aires es designado Alberto Ottolagano, de definidas ideas fascista, en contraste con el izquierdismo que había prevalecido en el anterior interventor. Rodolfo Puiggrós. Además Montoneros anuncia que pasa a la clandestinidad.
Una de las pocas noticias alentadoras de este año sombrío es la inauguración de la central atómica de Atucha.
En el campo deportivo, el tenista Guillermo Vilas gana el Masters de Australia; Carlos Reutemann, el Gran Premio de ese país y Carlos Monzón retiene su título mundial de los medianos al vencer a “Mantequilla” Nápoles.
El cine argentino exhibe algunas memorables realizaciones como “La Patagonia rebelde”, dirigida por Héctor Olivera y basada en el libro de Osvaldo Bayer; “La tregua”, de Sergio Renán, que fue candidata al Oscar en 1975; “Boquitas pintadas” , de Leopoldo Torre Nilson y “Quebracho” de Ricardo Wüllitcher.
El Fondo Nacional de las Artes otorga su gran premio anual al pintor Benito Quinquela Martín. Además mueren el historiador Guillermo Furlong y el ensayista y político Arturo Jauretche –nacido en Lincoln, el 13 de noviembre de 1901-. Aparecen “Obras completas” de Jorge Luis Borges.
El gobierno de Isabel clausura la revista “Satiricón” y Paulino Tato, a cargo del organismo censor del cine y la TV, ordena el levantamiento del programa “Déle crédito a Tato”, del popular cómico Tato Bores e impide el ingreso al país de unos cincuenta libros considerados “de ideología subversiva”.




Hechos y novedades de 1974

-El Watergate hunde a Nixon
-Calculadoras de bolsillo.

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