Dr. Carlos Quattordio: una figura emblemática de la medicina juninense


Nació el 24 de octubre de 1913 y falleció el 1 de mayo de 1992. Todos sabían -cuando la ciudad no contaba con los servicios médicos de urgencia de la actualidad- que un simple llamado telefónico lo convocaría rápidamente al lado del lecho del enfermo que lo necesitara.




El viernes 1 de mayo de 1992 se apagaba la vida del doctor Carlos Quattordio, figura legendaria de la medicina local. Tenía 78 años de edad.

Había nacido en nuestra ciudad el 24 de octubre de 1913, hijo de Carlos Quattordio y Luisa Fernández, transcurrió algún tiempo de su niñez en la localidad de Agustín Roca, donde su papá se desempeñaba al frente de la Cooperativa Agrícola de la localidad, para luego volver a nuestra ciudad donde inició sus estudios primarios en la escuela de los hermanos Mayo y después los siguió en la Escuela 1 "Catalina Larrart de Estrugamou".

Ya adolescente, se graduó de bachiller en el Colegio Nacional y posteriormente se radicó en Córdoba capital donde realizó sus estudios en la carrera de medicina, en la universidad nacional de esa ciudad mediterránea, mientras trabajaba para ayudar a solventar los gastos de sus estudios.

En marzo de 1938 recibió su título de médico desempeñándose anteriormente como practicante en el Hospital Militar y en el Hospital de Niños de Córdoba donde hizo su primera experiencia profesional.

Al volver a Junín, su ciudad natal, abrió su consultorio particular e inicio la atención en la Asistencia Pública, como médico ad honorem, junto con los doctores Berardo y Cogorno durante la dirección del doctor Rufino Eguren. También atendía en el entonces Hospital de Caridad (luego San José) que cuando se transformó en Hospital Regional lo tuvo a este ilustre personaje de la medicina juninense como jefe del servicio de neumonología, función en la que se desempeñó durante treinta y cinco años hasta su jubilación.

En 1946 contrajo matrimonio con doña Margarita Borchex, compañera fiel e inseparable colaboradora, como él mismo lo destacó en oportunidad de cumplir los cincuenta años de labor profesional médica señalando que "está a mi lado día y noche, sacrificándose conmigo y a veces más".

El Sanatorio Junín lo contó entre su cuerpo médico y en dicho establecimiento se erigió como un profesional de consulta habitual entre los médicos más jóvenes que a él recurrían encontrando la palabra exacta y la sugerencia correcta para lo buscado, demostrando de esa manera que el conocimiento es importante, las herramientas de la tecnología aportan mucho pero la experiencia prácticamente lo es todo.

Pero por sobre todas las cosas, el doctor Quattordio fue un hombre cabal, brindándose íntegramente, sin dobleces al noble arte de curar. Por ello es inequívoco decir que el juramento hipocrático lo cumplió toda su vida en toda su plenitud, hasta el último momento.
Nunca dejó de concurrir ante el requerimiento de sus servicios, sea el lugar que fuere de la ciudad como tampoco lo frenaron las malas condiciones climáticas, si era imprescindible llegar hasta un domicilio, las altas horas de la noche o inclusive que su propia salud se encontrar resquebrajada por alguna dolencia pasajera.

Todos sabían -cuando la ciudad no contaba con los servicios médicos de urgencia de la actualidad- que un simple llamado telefónico lo convocaría rápidamente al lado del lecho del enfermo que lo necesitara.

Su fallecimiento produjo una profunda conmoción en la ciudad por todo lo que se dijo. Sus restos fueron sepultados en el Cementerio Central.

Figura casi legendaria, como se dijo al principio, las anécdotas relacionadas con su intensa actividad profesional se fueron sucediendo en el tiempo y llegan a nuestros días. El mismo dijo en algún reportaje efectuado que hizo "la medicina más honesta que pude, en el sentido de darle al enfermo todos mis conocimientos sin tratar de desvirtuar algún diagnóstico pensando en obtener algún beneficio" y así, su contracción al trabajo y entrega total fueron las características que lo definieron a lo largo de su vida y lo siguen haciendo en la actualidad cuando se lo recuerda.


















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