Eduardo de Windsor en Junín: Una visita no tan principesca y el incidente que podría haber ocasionado una noticia mundial nefasta
LA EXPLOSION DE LA LOCOMOTORA QUE EVITO EL JEFE DE LA ESTACION JUNIN."La impopularidad del festejo fue la resultante de esta falta tan notoria de las mínima cortesía hacia la ciudad que los alberga. El fin de la visita del Príncipe a la Argentina, que era el de consolidar las relaciones entre nuestro país e Inglaterra, fortificando los vínculos de unión, en Junín, por cierto no se cumplió". Así de contundente fue el comentario periodístico recogido en La Verdad.
El 21 de septiembre de 1925 llegó el tren que trasladaba a Eduardo de Windsor, príncipe de Gales haciendo escala en Junín, en su viaje que realizaba a la República de Chile.
Eduardo de Windsor, príncipe de Gales, visitó nuestra ciudad el 21 de septiembre de 1925, causando un inusitado revuelo. Numerosas personas acompañaron su presencia, en un acto que se llevó a cabo en la entonces estación Pacífico del ferrocarril.
El príncipe pasó por Junín, haciendo escala en un viaje a Chile, en el marco de una gira sudamericana. Toda la comunidad británica, que en aquel tiempo era numerosa en nuestro medio, se aprestó a recibirlo, preparando una serie de agasajos. La estación del entonces ferrocarril Pacífico, la plaza y los edificios circundantes fueron engalanados y profusamente embanderados con los símbolos de ambos países.
Cuando Eduardo de Windsor concretó su visita, el tiempo, lluvioso e inestable, no acompañó. Sin embargo, una crecida multitud se agrupó en todo el perímetro cercano a la estación. A las dieciséis y cuarenta llegó el tren. Se encontraban presentes autoridades municipales, miembros de la colectividad inglesa, conscriptos de la guarnición local y personal policial.
WHISKY EN EL CLUB INGLES Y SALUDO A LA GENTE
Sobre la calle Sáenz Peña se había levantado un palco, mientras el público asistía a la escena desde la calle Newbery. La aparición del representante de la corona británica fue saludada por muchos aplausos, mientras la comitiva se dirigía hacia el centro de la plaza. La banda del Pacífico ejecutó el himno inglés y el príncipe colocó una ofrenda floral ante el monumento a los caídos en la guerra.
Finalizada la ceremonia, los visitantes se trasladaron al interior del club (actual sede de la UNNOBA), donde brindaron con un tradicional whisky, celebrando la visita. Luego de una breve charla con los presentes, Eduardo de Windsor abandonó el local, recibiendo en la calle numerosos obsequios florales de las damas presentes, mientras una de ellas colocaba una flor en la solapa de su traje. Posteriormente, el huésped se trasladó a la esquina de Sáenz Peña y Newbery, desde donde saludó al público.
Más tarde, el príncipe ascendió nuevamente al tren que lo había transportado y ya en el estribo del coche especial en el que viajaba, siguió estrechando muchas manos que se tendían para saludarlo.
El príncipe estuvo alojado varios días en la estancia "San Marcos" ubicada en la estación San Patricio dentro del partido de Chacabuco. Por tren partió desde San Patricio a Chile y posteriormente regresó, de acuerdo a lo consignado por la prensa de la época.
" A las 16:40 horas del lunes 21 de septiembre de 1925 llegó el tren que trasladaba a Eduardo de Windsor, príncipe de Gales haciendo escala en Junín, en su viaje que realizaba a la República de Chile. El tiempo lluvioso no impidió que numeroso público concurriera a la estación del Ferro Carril Pacífico a recibirlo. Fue todo un acontecimiento"LA CONTRACARA
Sin embargo no todo fue tan "color de rosa". La crónica periodística de la época relata que "las continuas postergaciones de la llegada del Príncipe de Gales habían despertado cierta expectativa en todos los círculos de nuestra ciudad", dice el diario La Verdad del martes 22 de septiembre agrega que "La noticia que diéramos en nuestra pizarra el domingo, reproducida en las pantallas de los cinematógrafos locales, difundieron rápidamente la noticia de la seguridad de su llegada; pero como un balde de agua fría por sobre el entusiasmo que pudo haberse originado, la organización del acto en que participó el real visitante puso de manifiesto que los que de tal tarea se ocuparon quisieron crear "un país dentro de otro país", pues en efecto, el acceso a los lugares a que concurrió el heredero inglés fue limitado primeramente a los miembros de la colectividad británica y a las autoridades locales".
Resulta que más tarde, debido a algunas gestiones, se logró que se colocarán palcos en el trecho de la calle Sáenz Peña frente a la Plaza Británica, que ocuparon algunas familias de nuestra sociedad.
"La impopularidad del festejo fue la resultante de esta falta tan notoria de las mínima cortesía hacia la ciudad que los alberga. El fin de la visita del Príncipe a la Argentina, que era el de consolidar las relaciones entre nuestro país e Inglaterra, fortificando los vínculos de unión, en Junín, por cierto no se cumplió". Así de contundente fue el comentario periodístico recogido en La Verdad.
Y se habla de descortesía ya que se hace notar que "no solamente en esto se evidenció el espíritu que primó en la fiesta, sino que también se puso de relieve en una grave descortesía hacia los representantes de la ciudad. Cuando el Príncipe descendió de su tren fue recibido por un grupo reducido de sus connacionales, conjuntamente con el cual se hallaba el intendente municipal, el presidente del Concejo Deliberante y el comisario inspector de policía.
Presentados sus compatriotas por un miembro de la colectividad local, cuando le correspondía el turno a las autoridades que debían saludarlo en nombre de la ciudad, sin preocuparse de éstas, los acompañantes del Príncipe, lo guiaron a la Plaza Británica. Ante esta falta de cortesía, ineludible por tratarse de los representantes de la ciudad que se visitaba, el doctor De Miguel y señor Salerno, optaron por retirarse.
UNA TRAVESURA QUE FUE TOMADA POR UN PRINCIPIO DE ATENTADO
En esa época, varios diarios vespertinos de Buenos Aires se hicieron eco de un rumor según el cual el Príncipe había sido objeto de un principio de atentado en Junín. La Verdad transcribe la versión de una publicación:
JUNIN, septiembre 21.- El jefe de estación examinó en ésta la locomotora del tren en que viaja el príncipe de Gales. Se corre el rumor de que fueron halladas en el escape de vapor varias tuercas que hubieran dificultado la marcha de los cilindros y habrían ocasionado, por consecuencia, la explosión de la locomotora a los dos kilómetros de marcha".
Pero la realidad era un tanto distinta. Lo que se constató fue un desperfecto de la máquina, que pudo haber tenido serias consecuencias de no haberlo advertido a tiempo. Según parece, accidentalmente o por una travesura, se introdujo un cuerpo extraño en la máquina, el que quedó colocado en tal posición que, al echar a andar ésta se hubiera producido la rotura de una válvula, lo que, naturalmente, ocasionaría la consiguiente alarma entre los viajeros, aparte del entorpecimiento del viaje.
El príncipe estuvo alojado varios días en la estancia "San Marcos" ubicada en la estación San Patricio dentro del partido de Chacabuco. Por tren partió desde San Patricio a Chile y posteriormente regresó, de acuerdo a lo consignado por la prensa de la época.

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