Casamiento de Eva: Los novios llegan a Junín

 


La elección de Eva a la que el coronel accedió. El tratamiento que el tema tuvo en la prensa. Los mecánicos juninenses que acondicionaron el coche para trasladar a la pareja hasta San Vicente.




Luego de los históricos acontecimientos del miércoles 17 de Octubre de 1945, cinco días después se viviría otro hecho significativo que también marca un hito en la historia del peronismo en general y del justicialismo juninense en particular como fue el casamiento civil de Juan Domingo Perón y Eva Duarte en nuestra ciudad.

En el mes de agosto de 1930 llega desde Los Toldos la familia de Eva a Junín donde se radicó. Completó aquí la escuela primaria y fueron los juninenses los primeros en saber de sus sueños de artista y en apreciar sus actuaciones públicas. Aquí quedaron su madre y sus hermanos cuando desafió a Buenos Aires.

El lunes 22 de octubre de 1945 encontramos a Perón en la Capital federal, abriendo un paréntesis a su descanso. En el Salón Blanco de la Casa de Gobierno participa de la ceremonia en la que prestan juramento el nuevo vicepresidente de la República, general Juan Pistarini, que a la vez asumió como ministro de Obras Públicas, y parte del gabinete: Cnel. (R) Bartolomé Descalzo en la cartera de Interior; Cnel (R( Amaro Avalos, de Hacienda; Dr. José María Astigueta, de Justicia e Instrucción Pública; Ing. F. Pedro S. Marotta en Agricultura.

Mucha tranquilidad al espíritu del coronel trajo la gestión del almirante Abelardo Pantín, que había aceptado el ministerio de Marina la noche del 17 a instancias suyas, con la condición de que no tomara represalias contra Vernengo Lima. Para que éste depusiera su actitud, viajó ese día a Puerto Belgrano a los efectos de tranquilizar a la oficialidad naval y asegurar que el gobierno daría elecciones libres, sin candidaturas oficiales. Al retirarse de la Casa Rosada fue aclamado por la gente.

En horas de la tarde, Perón se traslada por vía carretera a Junín para contraer matrimonio civil. Viajó acompañado por el teniente coronel Mercante, que aprovechaba la oportunidad para comunicarle los últimos informes sobre los trámites realizados con el objeto de formalizar el partido político que congregaria a los simpatizantes del incipiente y ya maduro peronismo.

Eva por otra ruta, había llegado a Junín unas horas antes.

Todo lo relativo a la boda había sido conversado en el campo de Subiza: El civil en Junín, ese lunes porque estaba la familia de ella y el escribano Ordiales -jefe del Registro- era de confianza. Por iglesia sería en La Plata en fecha a convenir, el fray lego Pedro Errecalt era amigo de Perón. Hablaron también de la Basílica de Luján, pero la visita sería posterior. En ambos casos las ceremonias debían realizarse sólo con el conocimiento de los más íntimos y muy sencillamente. Viaje de bodas por el momento no habría. Tan sólo unos días en San Vicente, ya que los tiempos electorales apremiaban.

Ella instruye a sus familiares más cercanos de manera tal que nada trascienda a la opinión pública. Debía guardarse en la más absoluta reserva. Tanto fue así que el acontecimiento apenas fue objeto de comentarios pueblerinos en las jornadas subsiguientes. Hasta algunos fueron confundidos con la errónea versión de los diarios y agencias de noticias internacionales dando por cierta la ceremonia en la Capital Federal.

Por ejemplo, un cable de Associate Press, decìa: "BUENOS AIRES, 9 de noviembre (AP),. Un amigo del coronel Juan Domingo Perón dijo hoy que el ex vicepresidente de Argentina contrajo contrajo enlace con Eva Duarte, una alta y atractiva rubia, el 18 de octubre pasado. El informante, cuyo nombre no pudo se revelado, dijo que la boda se celebró en un apartamento de la ciudad de Buenos Aires y que el libro de Registro fue trasladado hasta allí para dejar constancia de dicho enlace".

La prensa de Junín no se hizo eco del casamiento, dándole primera plana en el año 1955, tras la caída de Perón. La revista Ahora en su edición del 2 de noviembre de ese mismo año tergiversó los hechos en el suelto titulado "Ordiales casó a la Eva" claramente difamatorio.

El acto, breve, sería celebrado aquella misma noche en torno a la mesa.

Mientras tanto, a pocas cuadras de allí, en Almafuerte en Alsina y Malvinas Argentinas, Sabino Westreepp y Juan Curá realizaban ajustes mecánicos sobre el auto que trasladaría a los recién casados hasta San Vicente. Trabajaron en el taller que regenteaban a puertas cerradas por especial solicitud del escribano Ordiales.

Westrepp-Curá eran cuñados y casi veinte años antes habían iniciado la actividad en el ramo automotriz. Más tarde fueron concesionarios oficiales de la firma alemana Mercedes Benz.

(FUENTE: EVITA CASAMIENTO EN JUNIN, de Héctor Daniel Vargas y Roberto Carlos Dimarco, 1995)

 


















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