65 años sin Eusebio Marcilla

1953. Este año quedará  grabado en la historia lugareña por un triste acontecimiento: la trágica muerte del “Caballero del Camino”, Eusebio Marcilla. “La ciudad quedó paralizada con la noticia. Todo el pueblo se convirtió en un inmenso templo. La sensibilidad popular se desgarró en mil pedazos. Nadie podía creerlo. Todos amaban a Marcilla, simplemente porque nadie como él había llegado a meterse tan hondo en el cariño popular”  (Edición del domingo 15 de marzo). 



El accidente que le costó la vida a Eusebio ocurrió en la ruta Nº 166, a veinte kilómetros de Esperanza, durante la disputa de “La Vuelta de la Provincia de Santa Fe”. Había nacido el 15 de julio de 1915. El poeta santafesino, José Pedroni, le dedicó un verso: “El Caballero del Camino”. Además, en el lugar lo recuerda un monumento cubierto de placas. 

Marcilla punteaba una carrera tradicional de aquellos tiempos, “La Vuelta de Santa Fe”, cuando en el tramo pavimentado entre Rafaela y Santa Fe, sobre la ruta nacional Nº 166, en un “martillo” que se toma para encontrar la ruta nacional Nº 11, una curva a 90º a la derecha, un error de cálculo, un cambio que no entró, unos frenos que no fueron suficientes, nunca se sabrá... Derrapó el Chevrolet negro número 4 salió de la ruta y dio contra una columna de cemento del cableado de alta tensión, golpeando justamente sobre la puerta del conductor, envolviéndola. Auxiliado por el público presente y vecinos del lugar, se lo trasladó a la ciudad de Santa Fe (unos 10 kilómetros). El juninense falleció después de llegar al hospital. Lo acompañaba Miguel Salem, que afortunadamente no corrió la misma suerte. 


Eusebio Marcilla (Junín, provincia de Buenos Aires, Argentina, 16 de julio de 1914 - ciudad de Recreo, provincia de Santa Fe, Argentina, 14 de marzo de 1953) fue un piloto argentino de automovilismo. Murió en un accidente durante una carrera.

Además de piloto, era un habilidoso mecánico-preparador.

Debido a muestras de altruismo, incluso cuando estaba en juego su posición en la carrera, como el rescate a los hermanos Gálvez en 1940 o el de Juan Manuel Fangio en 1948 durante la Carrera Buenos Aires-Caracas (el Gran Premio de la América del Sur), donde llegó en el segundo puesto por haber preferido detenerse a rescatar a su compañero, se lo conoce como "El Caballero del Camino".

Algunas carreras de las que participó

1941 Ciudad de Añatuya (1° puesto)

1947 Gran Premio Internacional (2° Puesto)

1948 1.ª. Vuelta de Chaco (1° puesto)

1948 G.P de América del Sur (2° puesto)



EUSEBIO MARCILLA. EL ALTRUISTA
Dice el diario "El Litoral", de Santa Fe:

No es fácil encontrar un término que englobe lo que significó Eusebio Marcilla en el mezquino mundo del automovilismo deportivo. Quizás lo que se acerque a su personalidad, es que fue una persona decididamente altruista. Sí eso es lo correcto... porque profesó desde su niñez en Junín (donde nació el 16 de julio de 1914) esa tendencia de hacer el bien a sus semejantes, aun a costa de su propio provecho.

Por una cuestión cronológica, quien esto escribe ni siquiera había nacido cuando Eusebio se accidentó fatalmente en el cruce de la Ruta 70 (jurisdicción de Recreo, la cual hace un tiempo ya lleva su nombre) y la Ruta Nacional 11. Pero supongo —al menos así me lo han hecho saber algunas veces sus hijas, María Haydé y Helena— que Marcilla nunca se dejó llevar por el egoísmo propio que se practica tanto en esta disciplina; todo lo contrario.
Ahora bien, ¿por qué se lo conoció más como el “Caballero del Camino” y no por tantas carreras y victorias que ha tenido en el Turismo Carretera? Porque en ese momento, y más aún en la actualidad, sería imposible pensar que un piloto

vaya a detenerse en una competencia para auxiliar a otros. Eran nada menos que los hermanos Gálvez y Juan Manuel Fangio, perdiendo grandes chances en el clasificador, pero Marcilla lo hizo.

El mote

El juninense fue protagonista de dos actos que le valieron semejante apodo. En 1940, corría con una cupé Chevrolet de Turismo Carretera el “Gran Premio Internacional del Norte”, popularmente conocido como la Buenos Aires-Lima-Buenos Aires. Si bien no pudo completar los 9.500 km. de recorrido, fue en esa competencia cuando regresando desde la capital peruana tuvo un primer gesto hacia sus ocasionales adversarios, auxiliando a los hermanos Oscar y Juan Gálvez que se habían desbarrancado unos 200 metros en la montaña, cerca de Arequipa...

El otro: Juan Manuel Fangio tuvo su primer accidente de gravedad en la VII etapa del “Gran Premio de la América del Sur”. En el vuelco con el Chevrolet 39 y cuando recorría territorio peruano —en Huanchasco, pasando Trujillo—, perdió la vida su acompañante Daniel Urrutia. Ese trágico accidente se produjo antes del amanecer, por entonces Eusebio Marcilla, que venía detrás, los rescató llevando a ambos hasta el hospital de Chicama (a unos 20 kilómetros del lugar del hecho), y tras dejarlos para que los atendieran, continuó en carrera, perdiendo más de una docena de minutos.

“Ese gesto lo privó a Marcilla de la que hubiese sido su mayor victoria deportiva. Es que al término de la Buenos Aires-Caracas, Marcilla llegó segundo de Domingo “Toscanito” Marimón, quien ganó ¡por 12 minutos!”.

Estas historias están escritas en el Museo que lleva el nombre del “quíntuple” en el Museo de Balcarce.

El del “auto negro...”

Por esos años, la Argentina estaba muy convulsionada. Había que ser peronista (sí, hay que recalcarlo: ¡de Perón!) o eras “el enemigo”. Marcilla intentó por todos los medios de no inmiscuirse en temas políticos, incluso sus hijas se encargan siempre de remarcarlo... pero no pudo. Siempre fue muy fiel a sus principios y jamás pudo ser seducido por intereses partidarios. Es más, fue un perseguido del gobierno de la época. Esto se patentizaba cuando los relatores de las transmisiones oficiales ni siquiera mencionaban el nombre de Marcilla. Sólo decían: “ahí pasa el piloto del auto negro”; “pasa el auto número ...”, o “viene el Chevrolet de Junín...”, sin palabras.

De una forma u otra, nadie pudo opacar la memorable campaña e hidalguía puesta de manifiesto por este hombre, que forjó mediante horas y horas de trabajo en la soledad de su Junín natal, una historia de vida que es para imitar.

El accidente

Aquel 14 de marzo de 1953 en la “Vuelta de Santa Fe”, Marcilla venía punteando la competencia y a unos 180 km/h. de promedio. El juninense tomó la curva a gran velocidad y de repente Eusebio “volanteó” intentando corregir... El Chevrolet se fue por los aires y mediante tumbos fue a dar de costado, más precisamente del lado del piloto, contra una columna de hormigón armado que era sostén del tendido eléctrico de alta tensión. El auto quedó “como abrazado” al poste. Inmediatamente, y a raíz del fuerte impacto, se derramó combustible y se produjo un incendio.

Según indican las crónicas de la época, “de nada valieron los esfuerzos del dueño de una estación de servicio del lugar, Orlando Benzi, quien apagó las llamas con un matafuegos, aun a riesgo de su propia vida”. Tampoco la del piloto Jorge Orduna, quien auxilió a Marcilla hasta el Hospital Iturraspe de nuestra capital, pero ya no había nada que hacer... Su acompañante, Miguel Salem (“El Turco”), salió apenas golpeado del accidente.
Eusebio Marcilla, el altruista

Grandeza. La toma de El Gráfico simboliza el perfil del juninese. A su lado, Miguel Salem, el acompañante, que en el accidente sufrió unos pocos golpes. Foto: Archivo El Litoral.
9 victorias

Marcilla ganó casi una decena de carreras entre 1941 y 1952. Su primera victoria fue el 12 de enero del 41 en las 12 Hs. de Rafaela. Después sucedió lo propio el 31 de agosto de ese año, con Vuelta de Añatuya. El 18 de julio del ‘48 ganó la Vuelta del Chaco. El 2 de octubre de 1949, inscribió su nombre en la primera colocación en la Doble Vta. de Rojas. En 1950 fue victorioso en la Vuelta de La Pampa y el 2 de julio en la Vuelta de Córdoba. En el ‘52 ganó 3 carreras: Vuelta de Santa Fe (2 de marzo), Vuelta de Córdoba (6 de julio) y una semana después fue primero en la Vuelta del Oeste.

Poesía y busto

Si hasta ese ilustre escritor galvense que fue Don José Pedroni (1889-1968) se inspiró a través de la personalidad de “El Caballero del Camino”. “El de Junín, ha muerto. Vino a morir a mi provincia. Atravesó mi pueblo.

Iba tan rápido a su fin, que nadie pudo verlo. La voz de mi saludo -¡Libertad!-
me la quitó con viento...”.

“Allí estaban los hombres, las mujeres, junto al camino recto; los niños en los árboles
y el avión en el cielo. Él pasó con su ráfaga a morir, con muertas mariposas en el pecho”... Para terminar con: “No digamos su nombre deshojado. Su nombre ya no es nuestro. En el lugar donde dejó la sangre, flores le pone el pueblo, amarillas y blancas, que duran un momento, atadas con un hilo de retama; todo del mismo suelo. El caballero de Junín, ya tiene monumento”.

Asimismo en el lugar del accidente fatal del desaparecido piloto, se puede observar desde hace un par de años un busto en tamaño natural, donado por el escultor esperancino Luiggi Sante Lorenzón.

HOMENAJE EN EL RECREO A LOS 60 AÑOS DE LA MUERTE DE MARCILLA
18 de Marzo de 2013
Recreo homenajeó a Eusebio Marcilla
 Al conmemorarse un nuevo aniversario del fallecimiento de Eusebio Marcilla, el intendente Mario Formento, se dio cita para recordar al corredor de turismo carretera que pereció el 14 de marzo de 1953 en la intersección de la Ruta Nacional Nº 11 y la Ruta Provincial Nº 70.
 El Mandatario Municipal destacó, “desde el Municipio recordamos año tras año al Caballero del Camino destacando su aptitud deportiva y sus valores como ser humano por eso nos satisface que las personas se acerquen a recocerlo en cada distinción. Nuestra ciudad de Recreo, homenajea a Eusebio Marcilla no sólo con los actos sino con un espacio que lleva su nombre, es el compromiso que asumimos como Municipalidad de continuar recordándolo”.
 Por su parte, Silvio Azoge, responsable del área de Deportes, expresó: “estamos muy contentos de poder recordar a Eusebio Marcilla no sólo por su carrera automovilística sino por lo valores que transmitió a lo largo de su vida, de este modo, renovamos el compromiso de todos los años de continuar homenajeando a uno de los personajes mas grandes de la historia del deporte de nuestro país”.
 Asimismo, Ana Oldrini, presidente del Honorable Concejo Municipal, en su alocución mencionó: “los concejales nos manifestamos para homenajear a Marcilla ya que su recuerdo se agranda cada vez más en su idoneidad deportiva y sobresaliendo en sus valores”. 
Luego de las palabras alusivas, Mario Formento y Ana Meiners, intendente de Esperanza, depositaron una ofrenda floral en el Monumento a Eusebio Marcilla. Posteriormente, hicieron lo propio los ediles Franco Passarelli, Lisandro Chiconi y Ana Oldrini y, finalmente, miembros de “Esperanza Automóvil Club”, también hicieron su depósito.
 Posteriormente, los presentes se dirigieron al Hall Municipal escoltados por los autos antiguos de "Esperanza Automóvil Club", para compartir un ágape y recorrer la exposición fotográfica “El Caballero de Junín, el que atravesó mi pueblo”, que se realiza en el marco del Ciclo de Muestras – Temporada 2013. Cabe recordar que, las fotografías que pertenecen a la familia de Eusebio Marcilla y fueron seleccionadas de un envío realizado por el Archivo Histórico del Museo de Junín (Buenos Aires), podrá ser visitada hasta el martes 9 de abril.
 "A sesenta años de aquel inolvidable instante, su recuerdo no tiene que teñirse de la melancolía de la muerte; debe ataviarse como ejemplo de un hombre querido y respetado por quienes lo conocieron. Recordado de tal manera, su memoria atraviesa las décadas de la historia como su cupecita; dejándonos acuñado, como una huella en el asfalto, al Eusebio-Hombre y su nobleza", escribió Javier Donetti, subsecretario de Cultura y Educación de la Municipalidad de Recreo.

EUSEBIO MARCILLA: EL HOMBRE DEL MAMELUCO BLANCO:
(extraído de historiatc.com.ar)
Eusebio Marcilla y Salem
Eusebio Marcilla El Caballero del Camino
En plena carrera en el Gran Premio de 1940 paro a rescatar a los hermanos Gálvez caídos en un precipicio, en la 5° etapa del Gran Premio del Norte en tierra Peruana, en 1948 en la Buenos Aires Caracas, en la etapa en la que había partido imprevistamente desde Lima por una rebelión militar, paro socorrer a su amigo Juan Manuel Fangio que había volcado y al malogrado Daniel Urrutia, Marcilla no volvió a la etapa ni a la carrera hasta asegurarse que la vida de Fangio no corría riesgo, ya que por el malogrado Federico Urrutia nada podían hacer. Enseguida  gano el apodo del “El Caballero del Camino”
Para reflejar aún más a Eusebio Marcilla, junto a  Domingo  Marimón, ganador de la prueba, que no dudaron en repartir sus premios en dinero ganados en la competencia con el amigo que había quedado en un hospital en la lejana Perú, Juan Manuel Fangio.
Eusebio Marcilla padeció la persecución en la era del gobierno peronista. Fiel a sus principios y a su convicción jamás pudo ser vulnerado por apetencias o intereses políticos que pudieran torcer sus codigos de vida
Era tal que los relatores de turno de la transmisión oficial que encabezaba Luís Elías Sojit no lo mencionaban como al resto por su nombre y apellido, sino como “el piloto del auto negro número tal” “el chevrolet de Junín” pero nunca Eusebio Marcilla.                                       
Nació el 16 de julio de 1914, en Junín, debutó en el automovilismo en un circuito de Salto Argentino el 17 de diciembre de 1939. Lo hizo con una "baquet" Chevrolet 1927 (4º) en la Categoría Mecánica Nacional-Fuerza Limitada.  Su primera victoria en el TC, el 12 de enero de 1941, en las 12 horas de Rafaela.                                 
Un 14 de marzo de 1953, corriendo la Vuelta de Santa Fe sobre el cruce de la ruta 70 y 11 en la localidad de Recreo, De pronto la curva se terminó abruptamente y el juninense torció el volante intentando una corrección imposible. El auto se levantó en el aire volcando, para luego dar de costado contra una columna de hormigón armado sostén de una línea eléctrica de alta tensión.
La trompa prácticamente se unió con la cola del auto. Así de terrible fue el impacto. El tanque de nafta se abrió y el líquido se encendió al contacto con alguna chispa. De nada valieron los esfuerzos del dueño de una Estación de Servicio del lugar, Orlando Benzi, quien apagó las llamas con su matafuegos, aún a riesgo de su propia vida. De nada valió el gesto de Jorge Orduna, quien pagó con la misma moneda que usaba Marcilla llevándolo raudo a Santa Fe. Ya era tarde - Eusebio Marcilla ‘El caballero del camino' - se había ido en un veloz viaje a la inmortalidad., en la tierra que lo vio ganar.
Una extensa y exitosa campaña. En total participa en 40 competencias de Turismo Carretera obteniendo 9 victorias, que lo consagran tres veces subcampeón argentino de la Categoría en los años 1947,1948 y 1952
Eusebio Marcilla nunca fue Campeón del TC, pero se lo respeto como tal
SUS TRIUNFOS
12.01.41 - 12 Horas de Rafaela 
31.08.41 - Vuelta de Añatuya
18.07.48 - Vuelta del Chaco
02.10.49 - Doble Vuelta de Rojas
11.06.50 - Vuelta de La Pampa 
02.07.50 - Vuelta de Córdoba
02.03.52 - Vuelta de Santa Fe
06.07.52 - Vuelta de Córdoba
12.07.52 - Vuelta del Oeste
Tres subcampeonatos, 1947, 48, detrás de Oscar Gálvez y en 1952 detrás de Juan Galvez
Eusebio Marcilla. Un caballero, un señor vestido de mameluco blanco, que se sentaba detrás del volante de un auto de carrera para hacerlo volar. Simple, sincero, humilde y señorial a la vez, era dueño de una personalidad imposible de no querer. Autor de verdaderas hazañas, jamás éstas fueron reflejadas en toda su dimensión, simplemente porque a Marcilla no le gustaba hablar de él.
La Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires aprobó en la sesión del día miércoles 25 de noviembre, un proyecto presentado por el Diputado Abel P. Miguel (radical en la coalición cívica) mediante el cual se le solicita al Congreso de la Nación que apruebe el proyecto de ley D 4828/2009 que declara el 29 de Octubre de cada año “Día de la Caballerosidad Deportiva”, en homenaje al piloto EUSEBIO MARCILLA.
Según destacó el legislador “el objetivo es destacar los principios y valores que  enaltecieron a Marcilla al poner de relieve su generosidad para auxiliar a sus adversarios cuando desbarrancaron 200 metros abajo”.
Cabe recordar que durante la séptima etapa del "Gran Premio de América del Sur",  poco después de Trujillo, en Perú, se produce un accidente donde pierde la vida el acompañante del múltiple campeón, Juan Manuel Fangio, Daniel Urrutia. Ante esta situación, Eusebio Marcilla los auxilia llevando a ambos hasta el hospital de Chicama, a unos 20 kilómetros y tras dejarlos para que los atendieran, continua la carrera. Rescate que le significó una pérdida de casi treinta minutos.
Ese gesto privó a Marcilla de la que hubiese sido su mayor victoria deportiva, es que al término de la Buenos Aires-Caracas, llega segundo de Domingo "Toscanito" Marimón - el ganador - a poco más de 12 minutos.
Según Miguel: “atravesamos tiempos sociales en que los valores morales se están perdiendo progresivamente, el individualismo es un flagelo que parece no querer abandonarnos, y creemos oportuna la necesidad de resaltar este gesto que refleja la calidad humana,  el sacrificio de lo que podría haber sido su máximo logro deportivo, y anteponer frente a los laureles de la gloria la solidaridad con el prójimo”.
La ciudad de Junín ya tiene el asfalto listo del nuevo autódromo “Eusebio Marcilla” construido para recibir a las principales categorías nacionales
El autódromo está ubicado sobre un amplio predio del Auto Moto Club local, se encuentra frente al aeródromo del Club de Planeadores y es lindero con el Parque Natural Laguna de Gómez, balneario y centro de esparcimiento de la ciudad
Eusebio Marcilla y una llegada a Luján en una competencia.

EL CABALLERO DEL CAMINO
El gran poeta santafecino Jorge Pedroni, autor de “La gota de agua”, Diez mujeres”, “El pan nuestro” y otros libros de gran exquisitez literaria, le dedicó estos versos que transcribo.
(Poema de Jorge Pedroni)
El caballero del camino,
El de Junín, ha muerto.
Vino a morir a mi provincia,
Atravesó mi pueblo.
Iba tan rápido a su fin,
Que nadie pudo verlo.
La voz de mi saludo
Me la quitó en el viento.

Allí estaban los hombres, las mujeres,
Junto al camino recto;
Los niños en los árboles
Y el avión en el cielo.
Él pasó con su ráfaga a morir,
Con muertas mariposas en el pecho.

La luz de tu sonrisa
Se te apagó sin verlo.
Cuando alzaste los brazos para él,
Ya estaba lejos, lejos.
Te dejó un remolino en el vestido
Y un hoja en tu pelo.

El zumbido perdiose hacia mi río.
Era como un lamento.
Si el río suele amanecer con ángel.
Pensé que el ángel fuera a detenerlo.

No digamos su nombre deshojado.
Su nombre hoy ya no es nuestro.

En el lugar donde dejó la sangre
Sus flores le pone el pueblo,
Amarillas y blancas,
Que duran un momento,
Atadas con hilo de retama;
Todo del mismo suelo.
El caballero de Junín ya tiene monumento.



























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