Fusilados y azotados en el Fuerte de la Federación

Como toda la frontera del entonces llamado "Desierto", estos pagos fueron escenario de duros encuentros con la naturaleza, de sangrientos combates con indios, de justicieras luchas con gauchos alzados, con desertores o con caudillos levantados contra la autoridad. Lo fueron también de rigores derivados de una vida ruda, áspera, inflexible. Como lo era las sanciones, los castigos, las represiones. Quienes caminamos hoy diversas latitudes de la ciudad y su contorno, no podemos saber con certeza si lo que en la actualidad es un paseo, un jardín, una escuela, llegó a presenciar la pena del azote lacerante, de la estaqueada ávida de sombra y de agua, o del fusilamiento, por delitos que en nuestros días merecerían tipos muy distintos de sanción. Algunos hechos de esta índole han llegado a nuestros días: En octubre de 1835, un piquete del Escuadrón de línea 2 que se dirigía a Federación, se sublevó. La respuesta de Rosas fue terminante: que cuatro de los rebelados fuesen...