Sobrevivir en la Frontera: La dura vida de los prisioneros del Fuerte Federación
El desfalco de Perichón no fue un caso aislado, sino el reflejo de una realidad desgarradora. Desde prisioneros de guerra brasileños hasta ladrones rateros, todos padecían el frío, la escasez y la precariedad extrema mientras construían la defensa de la Pampa. Sus miserables jornales, una luz al final del túnel que un comisario corrupto se atrevió a robar. La crónica del Comisario Perichón no solo expuso un caso de corrupción, sino que también iluminó una realidad oscura y fundamental para la existencia del Fuerte Federación: el trabajo forzado de los prisioneros, quienes eran la mano de obra esencial para erigir la avanzada. La vida de estos hombres, tanto prisioneros de guerra (principalmente brasileños) como reos comunes (muchos por "ladrones rateros" o delitos menores contra la propiedad), estaba marcada por la dureza de la frontera, la precariedad y, como vimos, el riesgo constante de que su magro sueldo fuera robado. Tareas y Jornales: El Motor de la Construcción Los...