Noticias del Fuerte

 


El Fuerte, abandonado y sin mando (1830). Su reconstrucción comienza al año siguiente. Pedido de médico y llegada del primer cura. El fuerte de 1831 a 1834. En la ilustración, croquis del cuadro de la Guardia en la parte del Segundo (1829-1831) y Tercer Período del Fuerte (1831-1834), asì como construcciones del primer Período (1827-1829) extraído del libro "El Fuerte de la Federación" de Heberto Herel Lacentra.


Los primeros años del Fuerte fueron duras jornadas para aquel puñado de hombres y mujeres arrojados a una lucha sin cuartel y con la inquebrantable decisión de afincarse y poblar. Todas las privaciones sufridas no disminuyeron esa firme determinación: así pudieron forjar el nacimiento de nuestra ciudad de Junín.

EL FUERTE CASI ABANDONADO

Este año, 1830, el Fuerte está casi totalmente abandona. La tropa es exigua y los indios se encuentran en las proximidades siempre prontos al ataque. No se sabe a ciencia cierta quien ejercía la Comandancia, ya que en los últimos meses del año anterior había cesado la jefatura de Escribano y su sucesor, el coronel Pedro Ramos se hace cargo recién en 1831.

COMIENZA LA RECONSTRUCCION, APARECE BLAS MANCEBO

En 1831 se hace impresicindible una reconstrucción del fuerte, practicamente desmantelado.

Los trabajos respectivos son encargados a José María Cortina, comandante de las Fronteras del Norte. En este año se confecciona un plano del lugar. Lo hace Blas Mancebo, con las aclaraciones relativas a las distintas dependencias y al estado en que se encuentran.

A solo cuatro años de su fundación el fuerte es solo destrucción y miseria.

Para el mes de noviembre arriba el coronel Pedro Ramos, designado nuevo comandante.

RECONSTRUCCION, REPARTO DE TIERRAS Y LLEGADA DE UN MEDICO

Año 1832: Hacen falta diversos implementos y enseres para las instalaciones de la tropa, que Ramos pide a la superioridad.

También se solicita el reintegro de un dinero procurado en calidad de préstamo para el pago de los sueldos del personal.

Se planifica la zona en que se repartirán las tierras para los primeros pobladores que deseen afincarse al amparo de la guarnición.

Al promediar el año se satisface el pedido formulado por Ramos, designándose un médico para que se instale en este punto.

SACERDOTE PARA EL FEDERACION

Año 1833: Juan Ramón Balcarce renuncia al cargo de gobernador y en su reemplazo asume Juan José Viamonte.

Después de bastante tiempo en que se había reclamado el envío de un sacerdote, el gobierno nombra capellán castrense para el Fuerte de la Federación al presbítero Carlos Torres, hasta entonces Cura del Salto. Pasarían muchos meses hasta que se produzca su traslado al nuevo destino.

En este año llega el general José María Flores, quinto comandante. Aquó estaría hasta 1835, en que se registra su pase a la plana mayor activa.

UN FUERTE QUE COMIENZA A ORGANIZARSE

Año 1834: El fuerte está reconstruido y casi todas las obras ejecutadas son para el albergue de las tropas aunque se prevén los lugares en que deberá levantarse el almacén, el hospital y la botica como asimismo los destinados para los ranchos de las familias de los soldados.

Se realiza un inventario completo de las dependencias y todos los artículos y existencias que se poseen.

Todavía no hay escuelas; el presbítero Torres solicita el nombramiento de un teniente cura para el mejor desempeño de su misión y especialmente para la instrucción de los niños.

 

































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